La vida adolescente no es siempre como nos imaginamos. Los adolescentes sufren al igual que cualquier persona, pero en muchas ocasiones no somos conscientes del dolor ajeno. La película ‘All the bright places’, estrenada en Netflix el 28 de febrero de 2020 y dirigida por Brett Haley pone los pelos de punta a sus espectadores, es un golpe de realidad. Este filme trata de dar a entender como puede ser de dura la vida, en concreto la adolescente. Pero siempre al final queda ese rinconcito, ese momento insignificante o esa cosa especial que te hace ver la vida desde su mejor perspectiva.
Brett Haley, editor, guionista y director norteamericano nacido en Danville en 1976 ha sabido lucirse, como siempre. Todos sus filmes te dejan boquiabierto como ‘Ritmos del corazón’ y esta película no se queda atrás. Se centra en la vida de dos adolescentes con problemas psicológicos. La protagonista Violet se encuentra en unos momentos difíciles tras la muerte inesperada de su hermana, y Finch desde pequeño ha sufrido abusos por parte de su padre y ahora en la adolescencia quiere superar sus problemas psicológicos tras el abuso. La película describe a Violet como una persona con principios depresivos y Finch como un adolescente con personalidad bipolar. En un momento crítico para ella, él aparece, crean un vínculo especial y empiezan una relación amorosa. A lo largo de la película hay muchas idas y venidas provocadas por la difícil situación que sufre Violet. Él es el máximo apoyo para su pareja. En un primer momento se da una visión de la relación basada en un novio sano, feliz y apoyando siempre a su pareja, y ella representada como una persona psicológicamente frágil y siempre dependiendo de la ayuda y apoyo de su novio. Pero al final el filme da un giro en los acontecimientos dejando al público con un desenlace inesperado.
Debemos dar la enhorabuena al director. En todo momento representa situaciones durísimas de una manera muy emotiva para llegar al público. Abarca una síntesis de la relación entre amor y depresión junto al trabajazo de Liz Hannah y Jennifer Niven, escritoras del guión. En este género fílmico el diálogo es imprescindible, dotado de una gramática y vocabulario sensible y emotivo. Los espacios donde han realizado el filme son de mención; son indiferentes pero cuando cambiaba la posición del sol, la fuerza del aire… ya se hacía de ese lugar algo especial. Además, mencionar el acompañamiento musical que desde el inicio de la película ha sido espectacular. Elle Fanning interpretando a Violet Markey se ha lucido, ha logrado transmitir toda una caja de emociones al espectador, un hecho característico propio de este estilo de películas.
Por este motivo es un filme muy realista, centrado en las emociones de los personajes, pero nada más allá. Una película excelente para ver que no estamos solos en la vida, que pedir o aceptar ayuda en situaciones delicadas no es nada malo y que nunca debemos ser egoístas. Además, ¿Adoras los melodramas adolescentes? Entonces, esta es tu película.
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