El pasado lunes 1 de noviembre la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas de Triana realizaba su salida procesional tras haberla aplazado por segunda vez el 30 de octubre por la amenaza de lluvia.
Realizaba su salida a las 17:30 horas desde la Parroquia de Santa Ana con un cortejo que iniciaba la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol.
Va oscureciendo y la Divina Pastora entra en Alfarería donde una petalá y un canto por sevillana le regalan para continuar por Pagés del Corro.
La Divina Pastora por Pagés del Corro/ Foto: Juan A. Gómez
La calle se ensancha en la avenida y se empieza a abarrotar de fieles y turistas que esperan con ansias a la Virgen por San Jacinto pero no es hasta la Plaza del Altozano donde realiza una revirá en todo su esplendor para saludar a todos sus trianeros.
Foto: Juan A. Gómez
Al rededor de las nueve de la noche la emoción empieza a notarse entre los hermanos, la Divina Pastora entra en Pureza a gritos de vivas, el sentimiento de los vecinos es palpable cuando alcanza la Capilla de los Marineros, tal es la emoción del capataz y el contraguía que se escucha “¡vamos a saludar a mamá!”.
La presentación ante la Esperanza de Triana y el Cristo de las Tres Caídas a sones de ‘Esperanza de Triana Coronada’ por la Oliva de Salteras.
La Divina Pastora de Triana en calle Pureza/ Foto: Juan A. Gómez
A las diez de la noche se encuentra revirando hacia Párroco Don Eugenio donde recibe su última lluvia de pétalos a gritos de “¡Viva la Pastora de Triana!”.
En torno a las diez y veinte de la noche la Divina Pastora de Triana realiza su entrada en la Real Parroquia de Santa Ana en la que muchos de sus devotos intentan entrar al interior.
Finaliza así un recorrido de unas 5 horas por Triana en la que ni la pandemia ni la lluvia han hecho que su Pastora se quede en casa un año más.
Click para ver la galería completa / Fotos: Juan A. Gómez
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