Sevilla, una ciudad ruidosa

La contaminación acústica en Sevilla supera los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud(OMS). La capital hispalense es la ciudad con mayor grado de insatisfacción ciudadana en lo que respecta al ruido que sufren los habitantes en sus hogares. Una de las zonas más problemáticas es la Alfalfa donde los vecinos están abrumados por el ocio nocturno
Foto balcón en la Alfalfa | Esperanza García Benítez

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Los vecinos de la Alfalfa están desesperados por este problema y llevan luchando casi diez años para encontrar alguna solución ya que les roba el sueño cada noche.

Según la definición que nos ofrece la Junta de Andalucía, se considera contaminación acústica a todo sonido que por su exceso o intensidad de niveles perturba el ambiente en un entorno determinado. 

Sevilla es una de las ciudades más transitadas de España por lo que la contaminación acústica es algo evidente. Podemos encontrarla tanto en el tráfico, el comercio o en el ocio nocturno.

Mapa contaminación acústica de Sevilla | Diario de Sevilla

 

Según este mapa publicado en el Diario de Sevilla, es un estudio donde señala los focos principales por saturación acústica. 

“En general, sí, Sevilla es una ciudad ruidosa. En determinados puntos, el nivel de ruido supera el deseado”, declara el director general de Medio Ambiente, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, Adolfo Fernández, según nos informa el Diario de Sevilla. 

Además hay que tener en cuenta que el ruido no solo afecta a la salud de las personas y a la calidad de vida de éstas, sino que también altera el  comportamiento social de los sujetos. Según el apartado de la Junta de Andalucía de Información Ambiental de Andalucía, el ruido puede tener diferentes efectos en las personas dependiendo de una serie de condicionantes.

A raíz de todos estos problemas sobre el ocio nocturno que se han producido en la zona de la Alfalfa surgió una plataforma llamada Alfalfa Degradada, donde Silvia Carrión, portavoz  de la misma, planta cara a estos actos y problemas que se producen cerca de sus viviendas. 

‘’Algunas de las calles son urinarios públicos y ya no te digo un sábado a las 4 de la mañana, ya ha habido casos de días laborales como un martes donde chicas desnudas están orinando cerca de nuestras casas en alguno de los callejones de aquí al lado sobre las 22:30 de la noche, es decir, unos horas en las que aún hay gente y niños por las calles’’, nos comenta Antonio (su nombre ha sido alterado por seguridad), vecino de la Alfalfa.

Captura de pantalla de Twitter Alfalfa Degradada

‘’Esto es un problema serio, que afecta a todos los vecinos de la Alfalfa y que no se están poniendo soluciones. Es un problema diario’’, nos explica Silvia Carrión, portavoz de Alfalfa Degradada.

Contra esta situación se lleva luchando casi diez años y el ruido aún sigue metiéndose en las viviendas de los residentes de esta zona a altas horas de la madrugada, privándolos del descanso

Y ahora que se acercan las elecciones municipales, ¿notarán alguna preocupación los vecinos de la Alfalfa o más seguridad en sus calles? ‘’Para nada, aquí hace meses que no viene ningún policía para controlar y dar seguridad. Al contrario ya pasan de nosotros, a veces no te cogen las llamadas o te dicen que van a ir y nunca vienen. Nos engañan. Y el ayuntamiento tampoco nos ha ayudado con esta situación’’, comenta Pablo (su nombre ha sido alterado por su seguridad), residente en la alfalfa desde hace 6 años.

A pesar de poner cientos de denuncias los policías hacen como si nada. Para combatir contra los bares, los vecinos de esta zona hicieron durante un tiempo en forma de protesta caceroladas. Esto fue algo efectivo  ya que si que ayudó a que viniera la policía y impusieran control y autoridad a los clientes que consumen en estos recintos. 

”A mí me han llegado a llamar al telefonillo amenazando de muerte y yo tengo mujer e hijos pequeños, es que ya no te sientes ni seguro en tu propia casa. Es increíble e impotente’’, comentaba Pablo con tristeza.

Estos vecinos por supuesto que no piden que la zona sea un desierto, sin ningún tipo de ambiente, no. Ellos solo piden respeto y control en los bares que hay. Algunos de estos sin licencia o robando luz del edificio, algo muy injusto para los residentes. 

Las soluciones que piden es que se controle la hora de cierre de los locales de ocio nocturno y que la calle no sea un servicio público para las personas. En pocas palabras, respeto y derecho al descanso, como exigen los carteles que se pueden ver colgados en numerosos balcones de las calles de la Alfalfa. 

Ya no solo afectan a los residentes de la zona, el hecho de que otras personas ensucien las calles es un problema que afecta a todos ya que a nadie le gusta ver como ensucian su ciudad.  ‘’Sevilla cada vez está más sucia y todo por culpa de lo mismo, no nos ayudan a combatir con esto y al final está siendo un problema de todos porque yo no sé a tí, pero a mí no me gusta que ensucien mi ciudad’’, comenta frustrado Antonio.

Por supuesto, también hay que saber la opinión de los que trabajan en este sector de ocio nocturno. David y Julián son dos porteros que han trabajado durante la época que más fuerte estuvo este problema. ‘’Nosotros vivimos los años más problemáticos de esta zona y por supuesto que han sucedido cosas terribles como los clientes amenazando a los vecinos. Hay límites y está claro que ahí lo superaron y no se puede consentir. Sí que es verdad que lo policía llegó a venir en ocasiones a poner orden pero nada los clientes huían y casi nunca sancionaban a los que se lo merecían, la policía se iba y volvían a venir esos clientes, por lo que lo que se hacía no servía de nada’’  explica de manera sincera David.

 

Foto zona de la Alfalfa | El Correo

‘’Aunque, también es verdad que muchos de los residentes se han metido en sitios donde no deberían de estar para no provocar peleas’’ interrumpió Julián a David. ‘’Sí que voto y espero que por fin se llegue a un acuerdo entre ambos. Porque es obvio que estamos en el centro y no se puede frenar el ocio pero con cierto control y hablando todo seguro que se llega a algún acuerdo y que haya respeto por ambos bandos, aunque me parece que aún estamos lejos de todo eso’’. 

Además fuentes como el Diario de Sevilla explica que muchas de las llamadas que hacen por el ruido que se produce en las calles  se localizan en 12 puntos de Sevilla: la avenida Alberto Jiménez Becerril, el Arenal, la calle Betis, avenida de la Buhaira-Blanco White, Enramadilla-Viapol, Plaza de Armas, plaza La Gavidia, Reina Mercedes, calle Juan Sebastián Elcano, Triana Norte y Virgen de la Cinta. Por lo que con esto queda claro que aún queda una gran lucha contra esta contaminación acústica que no deja a los vecinos gozar de su derecho al descanso.

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