La temporada de la trufa más temida
La trufa es el hongo que consigue más protagonismo en otoño. La campaña de la trufa 2020-2021 ha comenzado el pasado 26 de noviembre. Este hongo es recolectado gracias a los prodigiosos olfatos de los perros truferos, que son entrenados durante años para poder percibir su olor incluso bajo tierra. Este producto es considerado como un manjar selecto, y su precio lo convierte en un lujo que no está al alcance de todos los bolsillos.
Los primeros ejemplares de este hongo se recolectan en las sierras de Valencia y Castellón, tanto su altitud como sus bajas temperaturas otoñales la convierten en la zona en la que se da el pistoletazo de salida a la campaña.
Pero este vez, los recolectores de trufas no esperan la campaña navideña con la misma ilusión que los años anteriores. Este año no ha salido nada bien para el comercio del preciado hongo.
Las duras sequías que han sufrido las zonas con más abundancia de trufas durante verano han provocado que el número de ejemplares a recolectar baje drásticamente.
Los efectos del coronavirus también han sido devastadores para los truficultures. La restauración y hostelería siguen sufriendo cierres y restricciones, el poder adquisitivo de la población ha bajado y en el comercio internacional reina la incertidumbre. Hay que recordar que la mayor parte de la producción de trufa española es importada, casi un 85%.
Esta progresiva disminución de la demanda ha provocado una caída de precios bastante notable. De los alrededor de 500 euros a los que se pagaba el kilogramo en temporadas pasadas, se ha pasado a un precio de 70 euros, algo que preocupa, y mucho, a todos los que viven de la trufa.