Gambito de dama: la serie que hará que ames el ajedrez
El 23 de octubre llegaba a Netflix Gambito de Dama, una nueva miniserie basada en la novela homónima del escritor Walter Tevis de 1983. Creada por el estadounidense Scott Frank y el inglés Allan Scott, la ficción ha conseguido sorprender gratamente a la crítica.
Esta serie narra la historia de Beth Harmon, una niña que a temprana edad descubre el ajedrez pero también las drogas, pues el orfanato en el que vive, tras la muerte de su madre, recurre a pastillas tranquilizantes para que todas las niñas “estén calmadas” y “no den problemas”. Este hecho hace que su adicción al consumo de estupefacientes sea una mochila con la que se ve obligada a cargar durante su vida. Su suerte empieza a cambiar cuando es adopta por una aparente estable y buena familia. No obstante, esto solo hará más que agravar su problema con las drogas, pues su madre adoptiva tiene una adicción tanto a las mismas sustancias como al alcohol. Sin embargo, en este insano e inestable ambiente será donde comience a despegar su carrera como ajedrecista haciéndole necesitar de estas “pastillas verdes” para poder ser brillante en el juego o al menos eso cree ella. Su principal meta será ganar al mejor jugador de ajedrez del mundo, ¿lo conseguirá?
Una serie sobre una chica que juega al ajedrez es como inicialmente la plataforma presentaba la ficción a sus abonados. Sin embargo, Gambito de Dama es más que eso, es la lucha de joven tratando de hacerse un hueco en un complicado y caótico mundo para en el cual ha sido dejada a su suerte sin ser ella la culpable de ello. Una joven que tiene que utilizar todo su ingenio para sobrevivir sin un padre o madre que vele por su bien.
Ambientada entre los años 50, 60 y 70 la ficción hace un icónico y bello viaje en el tiempo que no solo conseguirá evocar a la nostalgia de esas décadas pasadas, sino que mostrará el cambio generacional y de mentalidad respecto a la posición de la mujer de forma sutil pero concisa, demostrando así que no hace falta un abierto y directo manifiesto feminista para criticar el patriarcado. Asimismo, retratará una problemática que aún hoy día sigue estando muy presente y es la falsa creencia de que las drogas nos hacen mejores en un arte concreto.
Su premisa que podría (mal) juzgarse de aburrida e insípida por un espectador que se guíe por estereotipos, no podría estar más lejos de dicha sentencia, pues los conflictos que tratan son presentados en todo momento de forma muy interesante y cautivadora, acompañados de un estupendo, dinámico y brillante montaje. La ficción va al grano y explota al máximo ‘el mostrar y no narrar’, haciendo que cada duelo se sienta como una verdadera batalla campal en la que cualquier resultado puede ser posible y en el que perder no puede contemplarse como una opción.
Desde su estreno, la serie se ha colado en el Top 10 de Netflix, estando actualmente en número 2 de los shows más vistos de la plataforma. Tanto es así que los fans se han preguntado sobre una posible continuación de la misma, pese haber sido adaptado ya el libro completo en la ficción. Ante ello, las únicas noticias que hay es que a los actores sí les gustaría regresar y explorar aún más hasta dónde puede llevarnos la historia de Beth Harmon.
Como curiosidad, antes de esta miniserie, han intentado adaptar dos veces la novela a un largometraje fracasando en ambas ocasiones. La primera fue en 1983 tras adquirir Jesse Kornbluth, periodista del The New York Times, los derechos para hacer el guion. Desgraciadamente, un año más tarde tras la muerte de Tevis tuvieron que vender los derechos a otro estudio. Y la segunda fue en 1992 cuando Allan Scott compró los derechos y sufrió la pérdida de Heath Ledger, su director y a la vez protagonista.
Protagonizada por Anya Taylor-Joy (Beth Harmon), Thomas Brodie-Sangster (Benny Watts), Marielle Heller (Mrs. Alma Wheatley), Harry Melling (Harry Beltik) y Bill Camp (Mr. Shaibel). La serie consta de siete capítulos de cincuenta minutos aproximadamente de duración y que se encuentran disponibles en su totalidad en Netflix.