El Granada asalta el Phillips Stadion en su debut en la Europa League

El Granada CF derrotó por dos goles a uno al actual líder de la liga holandesa, el PSV Eindhoven en su casa, el Phillips Stadion en su debut en una fase de grupos de la Europa League.
Los pupilos de Diego Martínez llegaban con la ilusión disparada tras vencer al Sevilla en el Nuevo Los Cármenes y afianzarse en una dinámica positiva de resultados. A la buena racha en la que venía inmersa el equipo nazarí había que sumar la ilusión del equipo por el debut oficial en la segunda competición continental. Delante no había un rival fácil, se encontraba, nada más y nada menos, que un Campeón de Europa e histórico club europeo, el PSV.
Los de Roger Schmidt venía sumidos también en una dinámica positiva tras vencer en su último compromiso liguero y tras colocarse como líderes en Holanda. Además, los holandeses contaban con Mario Gotze en el equipo, un viejo roquero conocido por los aficionados al fútbol en el viejo continente.
El Granada comenzó su partido despojándose de los nervios propios de un debut y sin que el escenario les impresionase. En la primera jugada del partido, tras varias combinaciones, consiguieron amenazar, por primera vez, la portería defendida por Mvogo.
Ante la puesta en escena del Granada, el PSV no se arrugó y tiró de su papel de anfitrión y favorito para intentar llevar el partido a su terreno. Sin embargo, con los nazaríes mejor posicionados en el campo, les costó generar ocasiones en ataque. Un disparo a puerta y un centro lateral, que no encontró la bota del ‘9’ holandés, fueron de lo poco que el PSV generó en ataque en la primera parte.
Allá por el minuto 35, el Granada acusó el primer golpe del partido. Gonalons (que ejercía como pivote organizador titular) se vio obligado a abandonar el terreno de juego con un fuerte dolor en la rodilla tras una disputa con uno de los extremos locales. En su lugar entraría Ángel Montoro.
El valenciano sería protagonista de lo que restaba de primera parte. Primero tras finalizar una ocasión generada por la banda derecha de los visitantes, bien respondida en el marco por Mvogo. Y segundo, botar una falta lateral que encontró la cabeza de Yangel Herrera. El venezolano, en estado de gracia, empujó el balón a las mayas de la red local. Sin embargo, la jugada quedó invalidada por fuera de juego del propio jugador venezolano.
El Granada no supo aprovecha su superioridad sobre el campo, y en una jugada aislada, el PSV iba a hacer ver su papel de favorito. Dumfries aprovechó para colgar una falta en el área. El balón calló del lado de uno de los delanteros holandeses que colocó el balón en la frontal. Gotze, libre de marca, empalmó una excelente volea, a la que no pudo contestar Rui Silva. Los holandeses se adelantaban en el marcador justo antes del descanso.
El llamado “golpe psicológico” no afectó al Granada, que salió aún más enchufado en la segunda parte. Los de Diego Martínez salieron decididos a por el partido, y mostraron una superioridad aplastante.
En una falta en tres cuartos de campo, el Granada encontraría el camino del gol. Montoro sacó en corto para Luís Milla. El madrileño, haciendo eco de su función de director de orquesta, sirvió un balón a Puertas como si de una melodía celestial se tratase. El delantero almeriense convirtió esa suave melodía en puro ‘rock and roll’, con un centro duro y de primeras al segundo palo. El vocalista Molina, libre de marca en el segundo palo, empujó el balón a gol (con suspense) haciendo valer aquello de que los viejos roqueros nunca mueren.
El Granada comenzaba a generar su propio espectáculo sobre el Phillips Stadion de Eindhoven. Milla y Montoro, dueños y señores del centro del campo de los nazaríes, comenzaron a manejar la batuta del partido a su antojo y en una de estas, un pase al hueco, encontró el desmarque de Foulquier. El lateral francés se internó en el área y soltó un latigazo centrado. Mvogo tuvo que volver a intervenir para salvar a su equipo.
El Granada seguía con su recital, y Darwin Machís decidió hacer acto de presencia a lo grande en el partido. El extremo venezolano agarro un balón en medio campo, tras una larga conducción y dejando a uno de los jugadores del PSV en el suelo, se escapó hasta la frontal del área del equipo holandés. Los dos defensas que le marcaban decidieron dejarle un mínimo espacio, y el vinotinto lo aprovechó para hacer una obra de arte. Recortó y se perfiló sobre la esquina izquierda del área grande. Posicionó el cuerpo y soltó un disparo con rosca sobre la portería local. El balón se elevó marcando la parábola perfecta, emulando un trazo del propio Van Gogh, y entrando por la escuadra de la portería de Mvogo desatando la noche más estrellada del granadinismo.
Tras voltear el partido, el Granada llevó el partido a su terreno. No sufrió en exceso las acometidas del PSV, salvo en un disparo de Malen que Rui Silva atrapó en dos tiempos sobre la línea.
Los rojiblancos pusieron cerco a su portería y aguantaron las escasas acometidas peligrosas que los locales intentaban acometer. Así, los pupilos de Diego Martínez continuaban haciendo historia, sellando la primera victoria oficial de la entidad en competición europea y mostrando la carta de presentación de una nueva escuadra que se presentaba a codearse con los clásicos del viejo continente.

Licenciado en Periodismo. Redactor de MARCA. Aquí puedes leer mis artículos de opinión, crónicas y noticias (también seleccionando Jorge Hidalgo en el buscador).
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