“Quiet Luxury”: cuando el silencio del lujo habla más fuerte que los logos

El fenómeno del quiet luxury, también llamado “old money”, ha captado la atención del mundo de la moda y de las redes sociales en los últimos años. Lejos de buscar exhibición, se basa en una elegancia sutil, con materiales de alta calidad y ausencia de logotipos visibles. Pero detrás de esa discreción hay debates profundos, contradicciones y voces críticas

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En un mundo saturado de tendencias fugaces, ha surgido el quiet luxury como respuesta al exceso del fast fashion y al consumismo ostentoso de los últimos años. El quiet luxury no busca llamar la atención. Se trata de un estilo que apuesta por la discreción, la calidad y la atemporalidad. Firmas de moda como The Row, Loro Piana, Max MaraBrunello Cucinelli se han convertido en referentes de esta tendencia, que valora más el “cómo está hecho” que el “quién lo firma”. Sus creaciones, que podrían costar lo equivalente a un sueldo, se promocionan sin necesidad de logotipos llamativos.

Se podría definir como el lujo que se nota por la calidad, más que por la ostentación. La clave está en los materiales de alta durabilidad, la paleta de colores neutros y sobrios y el diseño minimalista, que aportan elegancia y sencillez. Se aprecian las piezas hechas a mano, únicas o de ediciones limitadas, las marcas discretas o poco conocidas y la sensación de exclusividad sin pretensión.

“Muchos lo confunden con el estilo minimalista, y en cierto modo, están relacionados”, comenta Sofía Villar, redactora de Vanidad, en una entrevista a EUSA NEWS. Pero es importante destacar que tampoco son sinónimos: el minimalismo busca la reducción formal y la simplicidad extrema, mientras que el quiet luxury puede incluir siluetas complejas, texturas ricas o colores potentes”, subraya. 

Más que moda: un síntoma social 

El auge del quiet luxury no es solo estético, sino también simbólico. En tiempos de crisis económica, inflación y elecciones de consumo más cuidadosas, muchas personas prefieren gastar en pocas piezas que nunca pasen de moda. 

De hecho, según la página estadounidense Refinery29, en plataformas como By Rotation (app de alquiler de moda), los algoritmos detectan un alza en búsquedas con términos como “quiet”, “demure” o “old money”. Como señala un informe de Hypebeast, en 2023 las prendas con logos vieron una caída del 18% en su presencia en el mercado del lujo, mientras que los tonos neutros como el gris, el marrón o el negro crecieron significativamente en las colecciones. 

Esta corriente está impulsada por un cambio cultural profundo. Después de años de exhibicionismo digital, las nuevas generaciones buscan autenticidad y durabilidad. El lujo ya no es demostrar cuánto puedes gastar, sino elegir con criterio y discreción. Las prendas que se categorizan como lujo silencioso son aquellas que solo los que las consumen conocen su valor. Son personas a las que no les importa si el resto saben o no que marca están usando. 

El fenómeno no se limita al vestuario. Se refleja también en el diseño de interiores, la belleza y hasta el consumo gastronómico. El consumidor de 2025 busca comprar menos, pero mejor. El lujo silencioso triunfa porque combina estatus con responsabilidad: es el punto de encuentro entre la exclusividad y la conciencia.

TikTok, el altavoz del lujo silencioso 

El crecimiento del quiet luxury ha estado impulsado en gran medida por plataformas como TikTok. En numerosos vídeos los creadores suelen presentar opciones de outfits: un bolso discreto, un abrigo neutro, una prenda sin logotipo visible, etc. Esa fórmula caló hondo en una generación que (aunque con poder adquisitivo variado) busca proyectar éxito sin caer en lo obvio. Vestir tonos neutros, tejidos naturales y siluetas sobrias se ha convertido en una forma de proyectar poder sin ostentación. 

TikTok también da tutoriales para mezclar prendas “high-low”, consejos para “parecer rico sin pagar de más” y reels de celebridades que adoptan ese estilo. Vídeos recientes como “Cómo crear conjuntos de lujo discretos para la primavera de 2025 enseñan a lograr ese look con diferentes combinaciones de tejidos y colores.

Marcas de lujo silencioso 

Una de las firmas de quiet luxury más reconocidas en el mundo de la moda es The Row. Fundada por las hermanas estadounidenses Mary Kate y Ashley Olsen, la empresa se enfoca en elaborar prendas de alta calidad con cortes impecables, tejidos lujosos y una estética minimalista. 

Lemaire está dirigida por Christophe Lemaire y Sarah Linh Tran y también sigue esta nueva estética del lujo. Se caracteriza por los colores sutiles y la atención meticulosa a los detalles, priorizando la comodidad y la durabilidad de las prendas.  

Otra casa de moda que lidera esta tendencia es Brunello Cucinelli. Sus prendas reflejan un estilo clásico y elegante, con colores suaves y neutros.

Por último, la marca italiana Bottega Veneta. Es muy conocida por su icónico tejido de cuero trenzado, el Intrecciato, que es elegante y duradero a partes iguales. 

Bolso con tejido Intrecciato, de Bottega Veneta 3.490€

Según declaró para este periódico la redactora de moda de la revista Vanidad, Lucía Martínez, Bottega Veneta es una de las firmas que más contribuyó a la difusión de la tendencia del quiet luxury en sus inicios, no solo por la marca, sino por la cantidad de it girls que se sumaron a esta moda gracias a ella, como Hailey Bieber o Kendall Jenner.

Hailey Bieber llevando un bolso de Bottega Veneta | Fuente: Fashionsizzle

Entre la aspiración y la contradicción 

El quiet luxury es, en muchos sentidos, un símbolo de distinción. Pero también ha recibido críticas. Principalmente, por la exclusión socioeconómica. Esto se debe a que pocas personas pueden permitirse estas prendas por su alto precio. Muchos optan por réplicas usando marcas de gama media, lo que explica por qué vídeos de “look por menor coste” abundan en TikTok e Instagram. 

Muchos críticos señalan que el quiet luxury es un concepto aspiracional. No es una estética accesible para la mayoría: un abrigo de The Row cuesta más de 12.000 euros, a pesar de que no lleve un logo. Pero el discurso de TikTok lo convierte en un ideal alcanzable, como si bastara con vestir beige para parecer parte de la élite.

Abrigo Hariet de Cachemira, de The Row 12.960€

También esta corriente refleja un carácter elitista que se justifica en que el lujo no puede ser accesible a todos: los desfiles de marcas como The Row son prácticamente inaccesibles, tienen un acceso extremadamente limitado, hay prohibición de grabación y por supuesto, plantean preguntas como la de si sus prendas realmente valen lo que cuestan o es un precio absolutamente desorbitado”, comenta Sofía Villar.

El lujo silencioso no democratiza el consumo, sino que crea una ilusión de accesibilidad. En esa ilusión se mueven miles de jóvenes que reinterpretan el lujo silencioso con prendas asequibles de Zara, Mango o Sfera. El fenómeno tiene un lado positivo y es que, aunque no todo el mundo pueda permitirse un conjunto de Cucinelli, muchos aprender a crear sus propios outftis con prendas más accesibles para sus bolsillos. 

El quiet luxury no es solo tendencia, es un espejo de cómo la moda, el estatus y las redes interactúan. En tiempos de exceso, el verdadero lujo parece ser la sencillez.

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