La huelga del metal sigue exigiendo reformas salariales a la Femca
Los trabajadores de pequeñas y medianas empresas de la industria del metal en Cádiz siguen en huelga para reclamar mejoras laborales. Se cumplen 8 días desde el inicio de las protestas y los convocantes siguen sin respuestas por parte de la patronal. Amenazan con que aguantarán en la calle hasta conseguir un acuerdo, paralizando la principal industria de Cádiz.
El cese de la actividad laboral involucra ya a cientos de empresas del sector en Cádiz y ha afectado a la producción de grandes tractoras como Navantia o Airbus. Los gigantes están notando la falta de suministros, Airbus ha paralizado su producción de su sede en Cádiz y Navantia ha sufrido importantes destrozos, según El Español. Las protestas han movilizado a 20.000 trabajadores auxiliares, pero también influyen a la seguridad y al funcionamiento habitual de las grandes empresas. Están ralentizando la llegada de materiales a las tractoras y dificultando la actividad logística.
Los manifestantes quieren hacer ruido y que la patronal les oiga. Reclaman una mejora salarial del IPC para el nuevo convenio que está en negociación. El último convenio colectivo del sector del metal en Cádiz expiró en diciembre y los sindicatos piden que el nuevo incluya un 2,5% más en el IPC para el próximo año y en 2023 un 3% más. Pero no se llega a ningún acuerdo.
La Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (Femca) insiste en que las medidas que los trabajadores quieren implantar, entre ellas la rebaja de cuatro horas de trabajo anuales, son inviables ante la inflación y la crisis financiera que azota al sector después de dos años de pandemia, según declaraciones a La Voz de Cádiz.
Las negociaciones no cesan porque los sindicatos aseguran que las propuestas de Femca no velan por la mejora de las condiciones de los trabajadores. En la industria del metal, los trabajos auxiliares son eventuales, en su mayoría, y la patronal ofrece unas soluciones beneficiaría a puestos indefinidos. Es decir, las soluciones al problema que los sindicatos ponen sobre la mesa son irreales.
La Policía Nacional sigue presente en el lugar de los altercados para evitar que los sublevados lleguen a las factorías. Cada vez es mayor su lucha por combatir los ataques y al número de manifestantes que sigue en aumento. Están empleando piquetes y barricadas para controlar la situación.
Estudiante de periodismo.
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