El beso de la Amargura
La Amargura ha bajado desde su altar de San Juan de la Palma. Ha tendido su mano a la ciudad más hermosa del mundo. Se ha cumplido el rito de Noviembre. 65 años coronada son los que cumplen María Santísima de la Amargura.
Luce de reina, tan bella como siempre. Necesita un año más el beso de los sevillanos mientras espera el Domingo de Ramos, en su encuentro con Sevilla, para seguir a su hijo, que siendo el Rey de Reyes, hace el Silencio hacía el Desprecio de Herodes.
El besamanos de la Amargura debe ser un punto de inflexión en el cofrade, un momento de reflexión junto a la Madre, una señal de que este año está finalizando y sobre todo, un instante de consuelo a la Amargura de María.
Sevilla necesita el beso de la Amargura, y la Amargura necesita el beso de Sevilla.