Un par de películas bélicas que dan para pensar
Casi todas las películas del género bélico basan sus historias en entornos relacionados con los americanos, ya sea Vietnam o la Segunda Guerra Mundial por ejemplo, esto se debe a la influencia Hollywood en la mayoría de los casos. Este modelo carga de forma intrínseca propaganda muchas veces pro guerra, ya que nos pintan grandes héroes de guerra en cruentas batallas. Ahora bien, hay otro tipo de películas, en este caso de índole internacional que abogan por un mensaje mucho más positivo, el pacifismo. Estas tres producciones cuentan historias de “héroes” que no quisieron disparar.
Un vals con Bashir (Israel)
Una de mis película/documentales favorita. Con un estilo de animación stop motion producido en Adobe Flash, nos cuenta la historia de un director de cine israelí que participó en la guerra del Líbano y que, debido a un suceso traumático, pierde la memoria. Años después una pesadilla le hace recordar un poco, lo que le motiva a recobrar su memoria por medio de entrevistas a ex compañeros militares. Este filme es un viaje a recorrer, el tema principal es la disonancia cognitiva, planteando cómo las víctimas de genocidios pueden convertirse en los propios verdugos de minorías instigados por el terror.
Mandarinas (Georgia)
Georgia es un pequeño país del Mar Negro que lleva décadas con territorio ocupado por Rusia. Debido a esto se expulsó a los habitantes de esta zona, dejando vivir solo a los eslavos. El protagonista de esta película es uno de esos rusos que vive en la frontera cosechando mandarinas, un día hay una batalla en su pueblo y se encuentra a un soldado georgiano y a otro ruso, el agricultor, como buen samaritano, los acoge a los dos en su casa curando sus heridas. Cuando los soldados se dan cuenta de que están conviviendo con un enemigo comienzan las tensiones en el hogar. Considerada la mejor película del país y con motivo, da un mensaje esperanzador y es muy entrañable.