Camarero, ¡una de mero!
La sobreexplotación y la crisis mundial pesquera pone en el punto de mira a especies como el mero. Paradójicamente, su demanda es mucho más elevada que su abundancia, por lo tanto no puede ser cubierta por completo.
Entonces, ¿qué nos estamos comiendo? En EUSANews hemos decidido indagar para obtener respuestas.
Manuel, un joven hostelero, nos cuenta que actualmente están sirviendo pescados como la panga o tilapia (familia de peces de origen africano) en sustitución al mero empanado. – A mí la verdad es que no me gustan nada, porque normalmente vienen de Tailandia, del río Mekong, que está infectado y lleno de porquería. Todo es por el precio, la mayoría de los bares de barrios lo hacen porque un kilo de panga cuesta cinco euros y en cambio uno de mero puede salirte por unos veiticinco.
Filetes de panga congelados, su precio era inferior a tres euros.
También existen otros peces como la perca del Nilo, que ya ha sido bautizada como el falso mero y está haciéndose su hueco en las pescaderías por ser una alternativa de bajo coste, desplazando así a productos nacionales como la trucha española.
Pero el problema mayor radica en la procedencia del género. Las picifactorías asiáticas presentan un menor nivel de control sanitario y el alimento de engorde para los animales suele estar alterado. Además, los niveles de omega-3 y omega-6 hallados en dichos peces resultan ser inútiles para nuestro cuerpo, llegando a convertirse incluso en nocivos. Un hecho que desata las quejas del sector pesquero español, debido a que en nuestro país los controles de seguridad son muy exhaustivos para avalar la calidad del producto que consumimos.
EUSA News recuerda a sus lectores que deben informarse siempre antes de consumir alimentos sobre los que tengan dudas.