La lluvia arrasa Sevilla

El agua se ceba con la capital hispalense dejando muchos daños en su camino y batiendo cifras récord

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A veces, la naturaleza nos recuerda quién manda, y este miércoles pasado, la provincia de Sevilla lo sintió en sus cimientos. Lo que comenzó como una lluvia, se convirtió rápidamente en un diluvio torrencial que ha dejado cicatrices en el asfalto, sótanos inundados y un reguero de más de 700 incidencias que mantuvieron a los servicios de emergencia sin un segundo de tregua.

En poco más de media jornada, la capital se vio anegada. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dio las cifras del espanto: hasta 115 litros por metro cuadrado en unas 13 horas en el centro. El Aeropuerto no se quedó atrás, rozando los 100 l/m². Cantidades que superaron con creces la capacidad de drenaje, obligando a las alcantarillas a rendirse y transformando calles y avenidas en auténticos ríos.

Daños en la provincia

Aunque la capital se llevó la peor parte, el temporal no entendió de límites municipales. En Carmona, se vivieron momentos de angustia. El derrumbe parcial de una vivienda en la calle García Lorca dejó a una persona herida que tuvo que ser trasladada al hospital. La acumulación de agua y el viento arrasaron techos, muros y árboles en la urbanización Torrepalma, afectando a varios vecinos. El I.E.S Maese Rodrigo también se vio afectando durante las graves tormentas. Algunos usuarios subieron videos de cómo se inundaba el propio instituto.

En el Aljarafe, la desesperación por las inundaciones golpeó a localidades como Camas, San Juan de Aznalfarache y Umbrete. En este último, el arroyo Majalberraque alcanzó niveles de alarma, obligando a Protección Civil a movilizarse contra el tiempo.

Un centro educativo de Carmona mantiene a su alumnado en el interior por las fuertes lluvias

El I.E.S Maese Rodrigo de Carmona inundándose durante la lluvia

 

Consecuencias en la capital

Los daños en la capital fueron quizás los más palpables. En Sevilla, la catástrofe fue muy seria, superando el récord de precipitaciones caídas en 25 años, según Emasesa. Hasta 115 litros por metro cuadrado. El agua no solo afectó a las casas, sino a infraestructuras vitales.

El sótano del Hospital Virgen Macarena quedó parcialmente inundado. Un golpe bajo para un centro sanitario que tuvo que activar sus protocolos de contención de emergencia.

El transporte colapsó. La suspensión temporal del servicio de Cercanías por la afectación de las vías y los cortes en varios pasos subterráneos fueron un caos. El Metro sufrió interrupciones puntuales y los buses urbanos, retrasos interminables.

Muchas familias tuvieron que cambiar sus planes: numerosos centros educativos y universidades optaron por suspender las clases presenciales, priorizando la seguridad ante los desplazamientos de alto riesgo.

Un Parón Obligado y una Lección

Por suerte para la población, no hay que lamentar víctimas mortales, pero sí daños materiales en infraestructuras y vehículos.

Servicios de emergencia y administraciones locales han coincidido en la necesidad urgente de revisar el drenaje urbano y la planificación ante fenómenos extremos.

Ahora, Sevilla respira. Las previsiones anuncian una tregua temporal, que será clave para las labores de limpieza. Sin embargo, todos miran al cielo con preocupación, pues no se descarta que las lluvias vuelvan a la provincia durante esta semana que entra.

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