Choque de ilusiones entre Leicester y Sevilla en octavos
Salió contenta la expedición sevillista del sorteo de Nyom tras conocer que su rival en octavos de final de la Champions League será el Leicester City de Claudio Ranieri, y no precisamente porque la eliminatoria ante el rival inglés vaya a ser un camino de rosas, que no es el caso, sino más bien por haber evitado a las primeras de cambio el enfrentamiento con equipos que en teoría pudieran poner en más aprietos a los hispalenses tales como el Borussia Dortmund (por delante del Madrid en la fase de grupos), el Arsenal de Özil y Alexis Sánchez, y los siempre incómodos Nápoles y Mónaco. Aunque Monchi ya avisa: "Es un rival complicado, como todos los que había en el bombo". La ida será el 22 de febrero en el Ramón Sánchez-Pizjuán (20:45 horas), mientras que la vuelta se disputará el 14 de marzo en el King Power Stadium (20:45 horas).
Sin complicaciones durante la liguilla
El conjunto de Ranieri ha llegado hasta la última fase de la competición sin pasar demasiados apuros. Al partir desde el bombo 1 en el sorteo de la fase de grupos, se aseguraba una liguilla benévola, como así fue. Oporto, Copenhague y Brujas fueron sus rivales, y desde la primera jornada, donde venció plácidamente a domicilio por 0-3 al Brujas, el conjunto inglés se aupó al liderato hasta el último partido. Tras la cuarta jornada certificó su pase a octavos, gracias en gran parte a su fiabilidad como local, donde consiguió pleno de victorias (1-0 a Oporto y Copenhague, 2-1 al Brujas). Su único lunar en esta fase llegó en la última jornada, cuando el Oporto le endosó un significativo 5-0.
En la Premier han vuelto a la realidad
Tras terminar la temporada pasada alzando el título de campeón, en el Leicester parece que las cosas han vuelto a la normalidad en la competición doméstica, situándose en la parte media baja de la clasificación y mostrando un juego menos efectivo que el curso anterior. Sus rivales en Inglaterra ya no se dejan sorprender y conocen bien los defectos y virtudes del conjunto que hace unos meses sorprendió a propios y extraños. La ilusión depositada en la Champions les ha llevado a descuidar la Premier, y es por ello que el Sevilla debe andarse con ojo en este sentido, porque los Foxes priorizarán la eliminatoria continental en detrimento del campeonato nacional, algo que los hispalenses no se pueden permitir a sabiendas de la dificultad que entraña clasificarse para la Champions en LaLiga española.
Un 4-4-2 con las ideas claras
Claudio Ranieri continúa fiel al estilo que le hizo campeón. Sobre el césped planta un 4-4-2 en el que basa las virtudes del equipo con una defensa bastante sólida acompañada de uno de los contragolpes más letales del fútbol actual. Fían sus opciones en la calidad de los hombres de arriba, siendo el argelino Riyad Mahrez su jugador más desequilibrante (nombrado mejor jugador de la Premier 2015/16) junto al olfato de su goleador Jamie Vardy (24 goles el curso pasado en Premier), aunque el delantero inglés no se ha estrenado todavía en Champions y en la Premier solo suma cinco tantos (hat-trick al Manchester City). La defensa de los Foxes se caracteriza por su contundencia aérea, pero sus centrales Morgan y Huth son bastante débiles con el pie y ante jugadores desequilibrantes, como pueden ser Vitolo o Nasri, sufren en exceso. Además, sus laterales Simpson y Fuchs, no destacan en demasía ni al defender ni al atacar, bastante planos en ambos aspectos. El cambio más significativo para el Leicester llegó en el centro del campo tras la marcha de Kanté al Chelsea. El jugador francés fue pieza clave en la consecución del título de liga erigiéndose en el medio como uno de los grandes recuperadores del fútbol europeo. Ahora el encargado de romper jugadas rivales y sacar el balón rápidamente para formar los contragolpes es Drinkwater. Salvo Kanté, la columna vertebral del Leicester no ha sufrido más bajas y sus jugadores insignia se han quedado en el King Power Stadium, además se ha reforzado la delantera con la contratación del internacional argelino Islam Slimani, ex del Sporting de Portugal que aúna experiencia en competiciones europeas y autor de 32 goles con el cuadro lisboeta la temporada pasada.
Será un choque de planteamientos totalmente opuestos en el que quizás se sienta más cómodo el Leicester, ya que es un equipo que deja la posesión total al rival hasta recuperarla, y a partir de ahí repliega la defensa y busca las jugadas en ataque con centros largos para que los hombres de arriba puedan formar el contragolpe gracias a la velocidad de Vardy y el desborde de Mahrez. Con Sampaoli ocurre todo lo contrario, busca las posesiones altas y la creación de ocasiones a base del toque. Si el Sevilla consigue repeler los intentos de contragolpe del Leicester tendrá mucho ganado, pues la presión alta que ejerce el equipo puede incomodar bastante a los ingleses en este sentido, pero también puede ser una baza a favor de los Foxes si consiguen evitarla, pues con centrales pesados como Rami o Mercado, Mahrez y compañía pueden encontrar bastantes pasillos, por eso los apoyos de los laterales largos (Mariano, Escudero) se antoja fundamental para apoyar a los centrales hispalenses.