España saca su billete a la final
La Selección Española de Fútbol llegaba a la semifinal de la Liga de las Naciones con un 11 inicial plagado de novedades, como Marcos Alonso en el lateral izquierdo, la inclusión de Pablo Sarabia al ataque como falso nueve, y lo más impactante e inesperado, el debut de Gavi con solo 17 años. Por su parte la ‘azzurra’ salía con una pareja de centrales formada por Bonucci y Bastoni, el centro del campo para Jorginho, Verratti y Barella que fueron claves en la consecución de la Eurocopa, y en punta sin un nueve de referencia por la baja de Immobile también apostaba por un falso punta, que iba a ser Bernardeschi. El partido comenzó con los dos equipos tanteándose hasta los 10 primeros minutos, sin ninguno de los dos conjuntos mostrando un especial interés por ponerse rápidamente por delante, algo propio de una semifinal. Fue en el minuto 12 cuando España tuvo el primer acercamiento a la portería rival, con una jugada en la que Sarabia llegaba a línea de fondo y ponía un pase atrás rematado por Oyarzabal que logró bloquear la defensa italiana. Con esta ocasión ganaban ritmo los españoles al tiempo que lo hacía el encuentro en sí. Se notaba mucho la ausencia de Immobile en la punta del ataque italiano, ya que buscaban hacer daño mediante balones largos, pero sin la presencia de un delantero centro era tarea complicada.
Ferrán Torres no iba a hacer esperar mucho a los aficionados para festejar el primer tanto de la noche, aprovechando un centro medido de Oyarzabal desde la izquierda con un remate al primer toque que enviaba el balón al fondo de las mallas para poner el 0-1. El tanto revolucionó el partido de manera inmediata, ya que en el saque de centro posterior al gol hubo un desorden por parte de los locales que terminó en una ocasión clara para España, tras un tiro de Marcos Alonso que se le resbalaba a Donnarumma de las manos sumando nerviosismo a Italia. Roberto Mancini hacía algún cambio táctico en vista de que su equipo no lograba crear peligro, y Bernardeschi pasó a banda izquierda para que Insigne se posicionara como falso delantero. Italia no la olía y España desplegaba su más que conocido juego de posesión. Leonardo Bonucci iba a ver la tarjeta amarilla en el minuto 29 tras protestar airadamente al árbitro por pitarle falta en ataque, algo de lo que más tarde se arrepentiría. Ya en el minuto 33 el conjunto local tenía una ocasión muy clara con un tiro al palo de Bernardeschi, tras tocar Unai Simón para desviar el esférico que iba para dentro. Inmediatamente sacaron petróleo de nuevo los italianos que parecían despertar de su letargo, con una oportunidad de marcar para Insigne que iba a lanzar la pelota a la izquierda de la portería cuando estaba prácticamente solo frente al meta. Poco le iba a durar este pico de rendimiento en la primera parte a la ‘azzurra’, ya que en el minuto 40 su capitán (Bonucci) iba a ser expulsado tras impactar con el codo en el cuello de Busquets cuando ambos luchaban un balón aéreo. De nada sirvieron las protestas de sus compañeros, que se quedaban con 10 en el campo. Roberto Mancini decidió aguantar hasta el descanso sin meter otro central, debido a la cercanía de este, pero cuando el árbitro estaba por pitar el final del primer tiempo, Ferrán Torres anotaba el segundo gol en su cuenta particular tras una bonita jugada de España desde atrás prácticamente al primer toque, y de nuevo la asistencia para Oyarzabal, creando así una sociedad más que interesante para el futuro de la Selección. Inmediatamente después del tanto el árbitro pitó el descanso, con un 0-2 favorable a España y con una Italia que dejaba mucho que desear.
Para el segundo tiempo ya el parche en la defensa se hacía efectivo para los locales, dando entrada a Chiellini por Bernardeschi. El primer evento importante en este segundo tiempo iba a ser lastimosamente la lesión de Ferrán Torres, que no podía continuar en el campo tras un duro choque. Esto le valió la entrada al joven Yéremi Pino, jugador del Villarreal, que iba a ser el segundo debutante de la noche con la elástica nacional. Movía también el banquillo Mancini, dando entrada a Moise Kean por Insigne, introduciendo así al delantero centro que tanto estaban echando en falta, así como sustituía a Locatelli por Verratti para fortalecer la medular. Iba tomando ritmo el segundo periodo y Chiesa mandaba el balón a la madera en una jugada que a pesar de estar anulada por fuera de juego, bien valió un susto para los españoles. La réplica estuvo en un centro de Yéremi Pino rematado por Oyarzabal que se iba por poco por el lateral de la portería. Continuaba el encuentro y el guion era el esperado, dominio de la posesión de pelota para España, agravado por la superioridad numérica con la que contaban, mientras que Italia trataba de sacar petróleo en alguna salida rápida a la contra, eso sí, con poco acierto.
Pellegrini entraba por Jorginho en el minuto 63, buscando el técnico italiano desatascar el partido que tan cuesta arriba se le estaba haciendo. Dos amarillas iba a ver en los diez minutos siguientes el conjunto español, una para Sarabia por falta sobre Chiellini y otra para Yéremi Pino por soltar la pierna a Locatelli, ambas fruto de que los italianos buscaban constantemente este tipo de jugadas para igualar esa diferencia de hombres sobre el campo con alguna expulsión rival. Luis Enrique por su parte también iba a mover el banquillo para meter jugadores de refresco, en este caso salieron Koke y Sarabia para dar entrada a Bryan Gil y Mikel Merino, quizá pensando en dar descanso a los que salían pensando en la final. No iba a tarda Bryan Gil en hacer valer su entrada al campo, con un remate que, de no ser por una fantástica estirada de Donnarumma, hubiera puesto el 0-3 en el electrónico tras una bonita jugada del debutante Yéremi Pino por banda derecha. El dominio de España se hacía cada vez más manifiesto, pero en una jugada aislada iba a llegar el 1-2 en el minuto 82, tras una contra en un córner a favor de España y un fallo clamoroso de Pau Torres, Chiesa conducía hasta el área para poner en bandeja el tanto a Pellegrini que daba esperanzas a la afición local. Poco más iba a ocurrir en el tramo final del partido que, a pesar de ganar algo de ritmo con el resultado tan apretado, no vio su marcador alterado en más ocasiones. La salida de Gavi, que cuajó un más que destacado debut, para que entrara Sergi Roberto y una amarilla para Oyarzabal fueron lo más destacable desde el gol hasta el final, a pesar de los cinco minutos de añadido. Pitó el final el colegiado con el 1-2 y una plaza en la final para España.
Un partido con un guion muy inesperado debido a una primera parte para el olvido de los italianos, que no hicieron honor a su título de campeones de Europa. Sin duda influyó mucho la tan temprana expulsión de Bonucci, que dio alas a los españoles que hicieron valer esos dos tantos conseguidos antes del descanso. Un gol tras un fallo garrafal fue lo único salvable de los italianos, que perdieron la oportunidad de alzarse con su segundo título en el mismo año. Ahora solo queda esperar para ver qué conjunto se enfrenta a España en la final, si Bélgica o Francia, lo que si es seguro es que será un encuentro entre titanes futbolísticos.
Estudiante de Periodismo en EUSA. Sección de deportes en EUSA NEWS.