
El Huesca arrolla a un desconocido Granada que, con un equipo plagado de suplentes, no supo estar a la altura del conjunto oscense. El equipo dirigido por Pacheta pasó por encima del de Diego Martínez en una primera parte para olvidar de los nazaríes.
El equipo altoaragonés acudía al duelo contra los granadinos con la necesidad urgente de puntuar para así poder acercarse a la salvación.
Por su parte, el equipo rojiblanco acudía a El Alcoraz con la esperanza de continuar con la buena imagen mostrada ante el Nápoles y con el fin de revertir la mala dinámica en la competición doméstica.
Los oscenses salieron con más decisión a ir a por la victoria, sin embargo, sería el Granada el que golpearía primero. Soro sirvió un balón a Domingos Quina, uno de los últimos fichajes nazaríes, que además, se estrenaba como titular. El prometedor jugador portugués recorto dentro del área y soltó un latigazo directo a la escuadra de Álvaro Fernández (0 – 1).
Lejos de arrugarse, el Huesca aprovechó las carencias de los visitantes tras anotar el segundo gol. El Granada, más que reforzarse tras anotar, se sumió en un profundo letargo que les iba a costar caro. El primer aviso llegó con un penalti infantil cometido por Rui Silva. El meta luso, en una salida en falso, arrolló a Escriche. El colegiado, tras previa consulta con el VAR, acabó señalando los once metros. Rafa Mir, en un exceso de colocación, acabó mandando el balón a la madera.
Los avisos del Huesca no despertaron al conjunto de Diego Martínez, y los locales iban a aprovechar las debilidades de los visitantes. Dani Escriche, tras recoger un tiro defectuoso de uno de sus compañeros en el interior del área, remató en semi fallo ante Rui Silva. El balón impactó contra el suelo y se elevó superando al portero portugués (1 – 1).
Los nazaríes siguieron jugando con fuego, y eso lo acabó aprovechando el Huesca, que fluía sobre el tapete de El Alcoraz. Tras la salida de un córner, y la peinada de Mikel Rico en el primer palo, Pulido remataba a placer en el segundo ante la incapacidad de los nazaríes de conservar las marcas (2 – 1).
Cuando parecía que el partido no podría ir peor para los visitantes, incapaces de parar el vendaval futbolístico que se les estaba viniendo encima, los locales volverían a encontrar portería. Javi Galán, un puñal en la banda izquierda durante todo el encuentro, puso un centro al segundo palo buscando a Rafa Mir. El delantero oscense, pugnando en la marca con Foulquier, empujó al lateral francés e hizo que este introdujese el balón en su propia portería (3 – 1). El Granada salió a verlas venir y les vinieron sin que pudieran verlas.
El descanso fue lo mejor que le podía pasar al equipo de Diego Martínez, que se desgañitaba y gesticulaba en la banda sin entender la fragilidad en defensa de su equipo. Tras la reanudación, el equipo visitante cambió su actitud.
Las entradas de Machís y Molina cambiaron la cara del equipo. el futbolista venezolano, gracias a su velocidad y calidad, era un peligro constante para la portería oscense.
Al poco de comenzar la segunda mitad, y en los pies de Machís, el Granada encontró una botella de oxígeno. El extremo venezolano puso un centro tenso y pasado sobre el área del equipo local. Alberto Soro, rápido y astuto, se zafó de su marca para empujar el balón al fondo de las mallas (3 – 2). Con una inyección de moral, y una imagen completamente diferente a la del primer tiempo, los nazaríes eran capaces de meterse en el partido.
Machís seguía cercando el área local, y Álvaro Fernández se veía obligado a desbaratar uno de sus lanzamientos de larga distancia.
El Granada olía la sangre, pero con más que cerebro y con más corazón que cabeza, las oleadas ofensivas de los pupilos de Diego Martínez, acaban en las manos del portero local o en saques de fondo. Ni siquiera la entrada de Yangel Herrera pudo salvar la debacle de los rojiblancos. Por si fuera poco para el equipo visitante, Herrera se tenía que marchar lesionado, sumándose a una ya bien poblada enfermería y a pocos días de viajar a Nápoles.
Cuando los problemas para el equipo de Diego Martínez parecían haber alcanzado su cúspide, Domingos Quina, la única nota positiva del encuentro para los granadinos, se marchaba también lesionado. Tras un brusco movimiento con la cadera, el luso no podía continuar.
El Huesca gozaría de una última jugada para matar el partido, pero el disparo con la pierna izquierda de Pablo Maffeo, fue bien detenido por Rui Silva.
Cuando el partido ya agonizaba, y en un afán de protagonismo, Soto Grado expulsaba a Germán Sánchez por un doloroso plantillazo sobre Javi Galán. La puntilla para los rojiblancos, que no hizo más que demostrar que no era su día.
Con el pitido final, el Huesca respiraba y soñaba con hacer posible la salvación. Mientras tanto, los nazaríes quedaban hundidos alargando la mala racha en liga que los lleva a encadenar cuatro jornadas consecutivas sin ganar.
Ficha Técnica:
- SD Huesca: Álvaro Fernández, Pulido, Siovas, Insua, Maffeo, Seoane, Rico (Doumbia 67′), Javi Galán, Escriche (Okazaki 68′), Ferreiro (Real 87′).
- Granada CF: Rui Silva, Víctor Díaz, Germán, Nehuén Pérez, Foulquier (Machís 45′), Quina (Duarte 82′), Eteki, Adrián Marín, Vico (Molina 45′), Puertas, Soro (Herrera 62′ (Kenedy 75′)).
- Goles: 0 – 1 (Domingos Quina 8′), 1 – 1 (Escriche 31′), 2 – 1 (Pulido 39′), 3 – 1 (Foulquier PP 44′), 3 – 2 (Soro 59′).
- Tarjetas Rojas: Germán Sánchez (91′).

Licenciado en Periodismo. Redactor de MARCA. Aquí puedes leer mis artículos de opinión, crónicas y noticias (también seleccionando Jorge Hidalgo en el buscador).
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