Almuerzo en la Real Venta de Antequera
Fundada en 1926, la Real Venta de Antequera vuelve a abrir sus puertas hace apenas un año con el objetivo de colocarse a la vanguardia de las celebraciones de eventos y recuperar su vinculación con el mundo de la tauromaquia.
Entre sus muros han quedado historias de la farándula, el flamenco, el toreo e incluso de poetas. Allí tuvo lugar la primera reunión de la Generación del 27 en homenaje a Góngora, y encabezados por Ignacio Sánchez Mejías.
Una de las plazas de toros de la venta.
La Venta de Antequera, era la última parada de los toros antes de faenar en la Plaza de la Maestranza. El Sábado de Gloria, el parador se convertía en anfitrión de aficionados en masa que querían ver el ganado que había llegado el viernes. Aunque el mayor índice de afluencia se producía durante la feria, donde los clientes acudían a pie y a caballo.
Uno de los patios de la venta.
El momento más ilustre de la venta llega en 1929, cuando el hijo del fundador consigue implicar a bodegueros de Jerez en la construcción de un parador mucho más ambicioso en su actual ubicación. Cada bodeguero hizo un pabellón a su estilo; entre ellos estaban las bodegas Gonzáles Byass, Domecq, Osborne, Marqués de Mérito, Garvey, Sánchez Romero y Agustín Blázquez.
Las construcciones llevaban intrínsecas la publicidad de las bodegas.
En 1930 Don Alfonso XIII hizo una visita inesperada en la que quedó tan encantado que decidió otorgar el título de Real a la Venta de Antequera.
Pasillo hacia una de las plazas de toros mandadas a construir por Felipe Medina Benjumea.
Un siglo después, ligeramente reformada tras su reinauguración, esta famosa posada ofrece al público un servicio completo de celebraciones.
De sus guisos, cabe destacar la abundancia y el sabor. En La Venta no se andan con ridiculeces en cuanto a raciones, y los platos saben mantener la armonía entre tradición y actualidad.
Lomo de atún a la roteña con guarnición de pisto
Carrillada ibérica con patatas horneadas al romero
Un lugar recomendable para organizar comidas familiares y reuniones de amigos, en un ambiente acogedor y sevillano.