Paula Sacristán, elegancia mediterránea para los días fríos: “La moda debe trabajar para ti, no al revés”

La creadora de contenido comparte cómo adapta su estilo cálido y natural al otoño-invierno, defendiendo la autenticidad, la luz y la sostenibilidad como pilares de una elegancia sin excesos
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EUSA NEWS ha hablado con Paula Sacristán (@paula.sacristanv), referente del estilo mediterráneo, que ha convertido su visión elegante y natural de la moda en una forma de vida. Para ella, el otoño-invierno representa cambio, introspección y calidez. “En otoño la naturaleza cambia, evoluciona, te abraza, pero sigue siendo la misma, y así entiendo también mi forma de vestir”, afirma.

Define su estilo con tres palabras: cálido, femenino e introspectivo. Lo considera cálido por la comodidad del cashmere, femenino porque busca reconectar con su esencia, e introspectivo porque su estilo evoluciona con ella.

El Mediterráneo está siempre presente en su forma de vestir. “Es donde me he criado y cuenta quién soy”, explica. Incluso en invierno apuesta por tonos claros y total looks blancos en blanco roto o beige, sustituyendo lino y algodón por lana y cashmere. “Siempre que puedo, recurro a tejidos con luz, como la seda o la gasa. Mantienen ese espíritu veraniego que tanto me gusta”, añade.

Sobre tendencias, Paula lo tiene claro: “Todo es tendencia si se combina con intención”. Se ha rendido al encanto de los abrigos de pelo y los sombreros, aunque defiende una mirada crítica hacia la moda: “No se trata de seguir todo sin pensar, sino de hacer que la moda trabaje para ti”.

Entre sus imprescindibles destaca el trench, “un clásico infalible”. Este año se queda con uno en color rojo, símbolo de que “siempre es buena idea darle tu propio toque a los clásicos”. Para ella, la elegancia es su refugio: “Me siento cómoda en la sobriedad y la sencillez, pero eso no significa que no me guste experimentar”.

En cuanto a texturas, confiesa su debilidad por el terciopelo en tonos verde botella, azul petróleo o burdeos, y por el borreguito, que asocia con la calidez mediterránea. “El invierno va de texturas que abracen, que te hagan sentir cómoda sin perder la elegancia”, resume.

Defensora del ‘menos es más’, elige accesorios con intención. “No puedo vivir sin gafas de sol, elevan cualquier look”, cuenta. También ha redescubierto las perlas, que le aportan luz al rostro, y adora los zapatos con una punta especial, porque “son esos pequeños detalles los que marcan la diferencia”.

Su apuesta por los tonos claros tiene un motivo emocional: “Vestir con tonos luminosos te cambia la energía. Es como llevar contigo un pedacito de verano”.

Comprometida con la sostenibilidad, entiende la moda como una filosofía de vida. “Intento reutilizar, reciclar y transformar las prendas que ya tengo. Incluso intercambio ropa con mi familia, ¡es de lo más sostenible!”, comenta entre risas.

Como consejo final, comparte su truco de estilo infalible: “Ir siempre un poco más arreglada de lo que la ocasión requiere, pero sin pasarse”. Para Paula, la elegancia mediterránea se basa en la sofisticación sin excesos: “No se trata de llevar tacones o maquillaje glamuroso a plena luz del sol, sino de cuidar los detalles y dejar que cada prenda hable por ti”.

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