Dueño de Casa Ricardo: “La esencia sevillana sigue vigente en nuestro local”

Casa Ricardo, uno de los bares más emblemáticos de Sevilla, abre sus puertas no solo para ofrecer sus icónicas tapas, sino también para reflexionar sobre el arte de la hostelería en la ciudad. Su dueño nos comparte su visión sobre el pasado, presente y futuro de este sector tan arraigado en la cultura sevillana.
Las entrañas de Casa Ricardo
En el corazón de Sevilla, Casa Ricardo es mucho más que un bar; es un testimonio viviente de la tradición y el esfuerzo de la hostelería sevillana. Fundado hace varias décadas, este establecimiento es conocido por su ambiente acogedor y sus platos que transportan a los comensales al sabor de antaño. Su dueño, Ricardo Martín, nos recibió para hablar de la historia del lugar, los desafíos actuales y lo que significa ser parte del alma de Sevilla.
P: Casa Ricardo es un referente de la hostelería sevillana. ¿Cuál es el secreto para mantenerse vigente tantos años?
R: El secreto, sin duda, es la autenticidad. Sevilla es una ciudad donde la gente valora lo genuino, y eso es lo que siempre hemos intentado ofrecer: un lugar donde las personas puedan sentirse como en casa, disfrutando de tapas tradicionales hechas con los mejores ingredientes. Además, escuchar a los clientes y adaptarnos sin perder nuestra esencia también ha sido clave.
P: ¿Cuáles son las tapas más icónicas de Casa Ricardo?
R: Hay varias que son imprescindibles, pero si tuviera que elegir, diría que las croquetas caseras son nuestro emblema. Es una receta que hemos mantenido intacta durante generaciones. También destacán el bacalao con tomate y las espinacas con garbanzos, que son un clásico sevillano.
P: Desde su perspectiva, ¿qué caracteriza a la hostelería sevillana?
R: La hostelería aquí es mucho más que servir comida; es un acto social y cultural. En Sevilla, los bares son lugares de encuentro, de celebración. La calidad de las tapas es fundamental, pero también lo es el ambiente, el trato cercano y la calidez. Esa conexión con el cliente es lo que hace que un bar se convierta en un emblema.
P: ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado la hostelería en los últimos años?
R: Sin duda, la pandemia fue un golpe durísimo. Tuvimos que reinventarnos para sobrevivir, implementando opciones como comida para llevar, algo que no era común en un bar como el nuestro. Además, la subida de los costes y la competencia con cadenas de restauración también nos han puesto a prueba. Sin embargo, creo que la clave está en mantener la calidad y la identidad.
P: ¿Cómo ve el futuro de la hostelería sevillana?
R: Creo que el futuro pasa por un equilibrio entre tradición e innovación. Los bares de Sevilla no pueden perder su esencia, pero también deben adaptarse a las nuevas tendencias, como la digitalización o la sostenibilidad. Es importante que sigamos siendo un referente, no solo para los sevillanos, sino también para los turistas que buscan una experiencia auténtica.
P: Finalmente, ¿Qué significa para usted ser parte de un bar tan emblemático?
R: Es un orgullo inmenso. Casa Ricardo no solo es mi trabajo, es mi vida. Saber que este lugar es parte de los recuerdos de tantas personas, que aquí han celebrado momentos importantes, es algo que no tiene precio. Nuestra misión es seguir creando esos recuerdos y ser un pedacito de la historia de Sevilla.
Casa Ricardo es un ejemplo de cómo la hostelería sevillana sigue viva, manteniendo sus tradiciones y enfrentando con valentía los desafíos del presente. Desde sus icónicas croquetas hasta su atmósfera acogedora, este bar es, sin duda, una parada obligada para quienes buscan saborear el alma de Sevilla.

Redactor de la sección de gastronomía, amante de la buena comida y apasionado del periodismo.