Los siniestros en carretera aumentan en 2024

Los siniestros viales en España en 2024 han aumentado de manera con respecto a 2023. El pasado año, a estas alturas, se contabilizaron 1077 fallecidos en carretera. En las mismas fechas de este periodo han perdido la vida 1093 personas.
Manuel Rodríguez, profesor de la Autoescuela Hércules en Cádiz, afirma que “el exceso de velocidad a menudo se debe a una combinación de factores. Algunos conductores subestiman los peligros de ir demasiado rápido y no consideran cómo la velocidad afecta su capacidad de reacción. También hay una percepción errónea de que se puede controlar el vehículo a altas velocidades, lo cual no siempre es cierto. Además, la prisa por llegar a destinos y la falta de respeto por las normas de tráfico contribuyen a este problema”.
Sobre las distracciones, afirma que “el uso de teléfonos móviles es la distracción más común. Los conductores a menudo se sienten tentados a responder mensajes, llamadas o utilizar aplicaciones mientras conducen. También he visto muchos casos de conductores que se distraen con el sistema de navegación, comer, beber, o incluso arreglarse mientras están al volante. Cualquier actividad que desvía la atención del conductor puede ser extremadamente peligrosa”.
En cuanto al consumo de alcohol, considera que “ha habido mejoras, en parte gracias a los controles más estrictos y a las campañas de concienciación. Sin embargo, todavía hay una proporción significativa de conductores que subestiman el impacto del alcohol y las drogas en su capacidad para conducir. La percepción de que un par de copas no hacen daño es peligrosa y equivocada. La educación debe seguir siendo una prioridad”.
Sobre este último aspecto, el consumo del alcohol, Felipe Alcón tiene una experiencia de junio de 2015, cuando sufrió un accidente de tráfico que le cambió la vida al lesionarse algunas de las vértebras. Su vida “ha cambiado completamente. Antes del accidente, como muchas personas, no pensaba mucho en los riesgos de la carretera. Ahora, me doy cuenta de lo frágiles que somos y de cómo un segundo de distracción o imprudencia puede cambiar vidas para siempre. Estoy mucho más consciente de la importancia de tener cuidado y de respetar las normas de tráfico”.
El exceso de velocidad provoca el 25% de los accidentes graves. Muchos conductores subestiman los peligros del exceso de velocidad y sobreestiman sus habilidades de conducción. Acelerar e ignorar los límites de velocidad puede causar problemas.
La conducción distraída representa aproximadamente el 31 % de los accidentes. Uso de dispositivos móviles, comer, cambios en los patrones de tráfico y otros comportamientos.
El 27% de los accidentes mortales son causados por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. A pesar de los programas de concientización y las pruebas de alcohol, muchos conductores todavía ignoran los efectos de estas sustancias en sus habilidades de conducción.
Sobre las secuelas que dejan estos accidentes de tráfico, Laura Corredera, psicóloga licenciada por la Universidad de Sevilla, asegura que “los accidentes de tráfico pueden tener un impacto psicológico profundo y duradero en las víctimas. A corto plazo, es común que las personas experimenten un estado de shock y negación. A largo plazo, pueden desarrollarse trastornos como el estrés postraumático (TEPT), ansiedad, depresión y fobias relacionadas con la conducción o incluso ser pasajero.
La experta comenta también que “la atención temprana es crucial. Recibir apoyo psicológico poco después del accidente puede ayudar a prevenir el desarrollo de problemas psicológicos más graves. La intervención temprana puede incluir terapia cognitivo-conductual para abordar el trauma, técnicas de relajación y manejo del estrés, y apoyo emocional para ayudar a la persona a procesar la experiencia y desarrollar estrategias de afrontamiento.
Sobre la recuperación de estos accidentes, cree que “varios factores pueden influir en la recuperación, incluyendo el nivel de apoyo social, la presencia de otros problemas de salud mental preexistentes, la gravedad del accidente, y las experiencias personales y de afrontamiento previas de la persona. Las personas con una red de apoyo fuerte y habilidades de afrontamiento efectivas tienden a recuperarse mejor. La calidad de la atención médica recibida también juega un papel importante”.
Añade que “los efectos psicológicos de los accidentes de tráfico son reales y pueden ser graves, pero con el apoyo adecuado y la intervención temprana, las víctimas pueden recuperarse y llevar una vida plena. Si alguien está luchando después de un accidente, animo encarecidamente a buscar ayuda profesional. La salud mental es tan importante como la salud física, y no hay vergüenza en pedir apoyo.
La responsabilidad de reducir los accidentes de tráfico recae en todos: conductores, peatones, legisladores, educadores y medios de comunicación. Debemos continuar promoviendo una cultura de seguridad vial, respetando las normas de tráfico y siendo conscientes de los peligros que enfrentamos en la carretera. La educación continua, las campañas de concienciación efectivas, la estricta aplicación de las leyes y las mejoras en las infraestructuras viales son fundamentales para lograr una reducción sostenida de los accidentes.

Jefe de sección de gastronomía y redactor de deportes.