El pasado 5 de febrero hubo un gran revuelo en las redes sociales por parte de las swifties, uno de los fandoms más potentes de la actualidad. Todo ello porque la artista estadounidense anunciaba su undécimo álbum de estudio, con un nombre que rememora a ese clásico de Peter Weir y que tan trastocada ha dejado a la generación Z: The Tortured Poets Department.
Aunque haya sido una gran sorpresa para los fans (todos esperábamos que volviera Reputation, pero bueno), la nueva imaginería que acompañarán estas 17 canciones ya se ha planteado; reminiscencias a Woolf, Pizarnik o Plath, la estética británica académica, la película El club de los poetas muertos, entre otras. Se crea así una estética muy nostálgica, con la reflexión de que, al final, todo se acaba, o al menos eso parece.
Fotograma en la película ‘Dead Poets Socieity’
Si comenzamos a hablar de teorías, varias de ellas explican cómo Taylor va cerrando el ciclo del enamoramiento a través de su discografía. Un ejemplo muy claro es Midnights, con la canción más destacable You’re Losing Me, en la que la pérdida del amado se hace totalmente inminente. También tenemos la otra cara de la moneda, en la que las hormonas están a flor de piel y nada te detiene, que se personifica en el disco Lover, cómo no, y así con el reto.
Parece pues que en este álbum describe la fase final de un amor muy prolongado en el tiempo acabaría con una tortura, en la que todos los sentimientos los viertes en un papel para convertirlos en poesía. Incluso llorar amargamente por lo que podría haber sido mejor o peor, recordando la propia infancia. Con canciones tan sugerentes como Who’s Afraid Of Little Old Me? o But Daddy I Love Him, nos podemos hacer una idea de esa sensación tan insistente que deja el pasado.
No obstante, aunque el pasado te genere melancolía, dándote ganas a veces de desaparecer, no tiene por qué condicionar tu presente. El que tus pasadas celebraciones de San Valentín hayan sido maravillosas con alguien que ya no está en tu vida, no quiere decir que nunca más vuelvas a sentir mariposas en el estómago. La ilusión siempre se puede recuperar. Todo es cuestión de oportunidades, y en el amor siempre abundan.
Portada del disco ‘The Tortured Poets Department’ de Taylor Swift
Al final, el romanticismo con el que convivimos es así, como la discografía de Taylor. No tiene sentido el amor si no lo vemos como un ciclo, que está constantemente retroalimentándose. Dentro del mismo hay momentos en los que la monotonía es la nota mayor, y no pasa nada. Y luego tenemos los mayores picos de dopamina del mundo, y no pasa nada. Porque lo bonito de sentir es vivir todos los matices, saboreándolos todos.
Ángela es estudiante de 2º de Periodismo y Comunicación Audiovisual en EUSA. Compagina su pasión por la comunicación con el arte, los videojuegos y el debate. Tiene un canal de Youtube de divulgación y busca hacerse un hueco dentro del sector de la animación y audiovisual.
Cargando ...
