El ‘merengue’, en su momento más dulce
El Real Madrid ha alcanzado el fútbol total. La presión ha sido el arma definitiva con el que Zidane, el técnico blanco, terminó de recoger los frutos de la semilla que plantó hace justo un año. 365 días le han hecho falta a un técnico de preparación incierta para disipar cualquier tipo de duda sobre su liderazgo y el buen entedimiento del juego.
El francés es el hombre que encauzó, la temporada pasada, a un equipo roto hacia la final de la Champions League. Y no se quedó ahí, quiso ganarla y así lo hizo.
Esta temporada, aunque el Real Madrid comenzó algo dubitativo, pronto dio un golpe de efecto sobre la mesa y distanció a sus principales perseguidores. A día de hoy, el Sevilla y el Barcelona son los únicos que pueden seguirle la estela con 4 y 5 puntos de desventaja respectivamente, eso sí, el Real Madrid tiene un partido menos aplazado por el Mundial de Clubes.
Keylor Navas es un seguro, Ramos, Varane y Nacho están encargándose de cerrar filas atrás a las mil maravillas y conectan de manera muy efectiva con el magnífico centro del campo con el que cuentan los blancos. Modric, Casemiro y Kroos vuelven a ser los pilares básicos y los engranajes perfectos para conectar con la parte de arriba. Si a los temibles goleadores con los que cuenta el conjunto de la Castellana, le sumamos el increíble potencial atacante de sus laterales hacen una mezcla explosiva que pagan los defensas y porteros rivales.
Si los de Chamartín continúan con este firme paso no tendrán rival en la Liga Santander, y veremos hasta donde son capaces de llegar en Europa. De momento, Zidane cuenta con el enorme aval de haber cosechado más títulos que derrotas