
Son las ocho de la mañana y el soniquete incesante de los pequeños pajaritos anuncian un nuevo día. Es sábado, quizás para algunos como otro cualquiera pero para otros empieza un fin de semana especial. Jerez de los Caballeros cita a la historia de la Semana Santa para comenzar su primera feria cofrade. Tal es la expectación que son varios los negocios del sector que participan en dicho evento y que vienen desde lejos, bien lejos, a miles de kilómetros.
A miles no, pero a cientos viajan un grupo de periodistas sevillanos para tratar la información. Primero, se revisa el vehículo para que todo esté perfecto. Motor, líquido de frenos, aceite. Todo bajo control. Las dos horas de camino no se hacen tan largas, en cierta parte porque la llanura sevillana se transforma en poco tiempo en un marco verdoso. La larga autovía de la plata comienza a picar hacia arriba. Sevilla se queda atrás en el llano y los túneles de la venta del alto dan paso a las encinas y los alcornoques.
Ya en Extremadura, el camino se desvía hacia los municipios rurales de Cabeza la Vaca, Fregenal, Bodonal o los pueblos terminados en León como Calera y Segura. La carretera ya no es la misma, la Vía de la Plata queda atrás y el terreno se vuelve más rural todavía. El arcén es más estrecho y cuando parece que la calzada va a engullir a los pocos vehículos que transitan por la zona, aparecen grandes factorías jamoneras que le dan otro color al cuadro pintoresco.
En torno al mediodía, el destino cada vez se aprecia más cerca. Jerez de los Caballeros, en alto, aparece radiante. Su enorme fortaleza, sus iglesias y sus calles le dan el color a este municipio templario. A las fueras, el recinto donde se celebra la feria. Al principio, hay pocos transeúntes pero conforme pasan las horas mucho público se agolpa en el evento.

Recinto donde se celebró la Feria Cofrade de Jerez de los Caballeros
“Soy de Zaragoza pero actualmente vivo en Sevilla” nos comenta a Eusa News uno de los propietarios de Incienso y Mirra, tienda cofrade que participa en el acontecimiento. Cuando este “maño” tenía su tienda física en la capital aragonesa eran los únicos en la ciudad que vendían productos dedicados al sector del arte sacro.
Al puesto no le falta detalle. En la mesa, inciensos, incensarios tradicionales y hasta la novedad más absoluta como son los inciensos portátiles. Hasta para ir al trabajo, a la escuela o simplemente para pasear ya puedes llevarte este artilugio portátil.
De eso también sabe Antonio Juviñá, propietario de Inciensos de Sevilla. Este emprendedor empezó hace siete años a mezclar inciensos para hacer sus propios aromas. “Empecé en la terraza de mi casa y después de estos años me ha llevado hasta aquí”. El negocio es toda una institución en Sevilla. Se encuentra en la calle Águilas, a muy pocos metros de la Alfalfa y actualmente realiza inciensos personalizados a más de 200 hermandades. “Realizamos un incienso personalizado a más de 200 pero a más de 500 hermandades de toda España le proveemos nuestro producto”, nos comenta el sevillano.

Antonio Juviñá de Inciensos de Sevilla en su stand de la Feria Cofrade de Jerez de los Caballeros // Fotografía de Inciensos de Sevilla
La tarde va dando paso al tapeo y Extremadura y Andalucía son líderes para eso. Sobre todo por el “platito” de jamón de esas empresas que veíamos por la carretera a una y otro lado de la vía. Se recarga fuerzas para seguir porque ahora viene el plato fuerte, valga la redundancia.
A partir de las 17 horas, certamen de bandas. Cinco formaciones musicales del municipio se agolpan en el recinto para poner sus sones a una tarde en la que el calor empieza a picar cada vez más. Eso no impide que cuando llega el momento de las bandas, el público se agolpe en el gran solar dentro del recinto que está coronado por un escenario montado para la ocasión.
La Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Jerez de los Caballeros es la primera en actuar. Y con una marcha procesional aterriza de lleno en el escenario. A esta agrupación la deben de querer mucho porque el pabellón retumba del enorme aplauso que los músicos se llevan antes de subir a la tarima.
Previamente, Carlos, uno de los directores de la formación nos cuenta que este grupo de 100 componentes son una familia. “Creemos que la sociedad actual tiene un grave problema” “Antes la vida era diferente y ahora con 15 años los chavales tienen problemas”. “En nuestra banda no solamente intentamos de los jóvenes toquen un instrumento, sino que reciban los valores que a nosotros nos inculcaron desde pequeños” nos comentaba el director en declaraciones a esta casa.
Otro que también sabe de música es Sergio. Lo conoce todo el pueblo. Cuando hablamos con él lo saludan más personas que al mismísimo presidente del gobierno. Y no es para menos, el chico está comprometido con la vida del municipio. Toca en la banda de los Catalinos, cómo él bien dice, la de “la marea blanca”. Este joven de 23 años es un amante de la música y la Semana Santa. “Soy muy capillita” confirma. “Desde chico mi familia ha tocado en la banda y ahora me tocaba a mí”. Y lo dice como si acabara de empezar en esto de la melodía cofrade, pero lleva siete años en la banda de sus amores. El tipo te habla de su banda de tal forma que te hace sentir partícipe. “Tenemos marchas propias pero también de Tres Caídas de Triana, de Rosario de Cádiz y alguna que otra del Sol…”
Es un chaval honrado, buena gente y que se gana el corazón de todos en cuestión de minutos. Incluso con su tambor en la cintura es capaz de tocarlo para hacer un redoble y demostrar que siente la música cofrade. Ya en el escenario, le toca el turno a su banda. Y ojo porque Los Catalinos apuntan maneras, sonando bien y afinado. Terminan las marchas y Sergio nos busca con la mirada para preguntarnos con su pulgar hacia arriba si ha sonado bien. Nosotros le repetimos el mismo gesto del pulgar como signo de aprobación. Realmente esta formación musical ha sonado de escándalo y fruto de ello es el chaval, que lleva una sonrisa radiante al terminar el concierto.

Sergio Pitel Rivera, músico de la Banda de los Catalinos de Jerez de los Caballeros
Como todo, el telón se abre y se cierra. El día va llegando a su fin. La capital de Andalucía espera de nuevo el regreso y la despedida de Sergio y otros chavales de las bandas es ejemplar. “Tienes el bar kapi a tu disposición cuando vengas” “Te invito a lo que haga falta” comenta el tambor de la banda de los “Catalinos” antes de sellar con un abrazo el fantástico día vivido.
Atrás queda ya Jerez, atrás quedan los jerezanos que se han abierto de par en par. Atrás queda la primera feria cofrade de su historia pero siempre quedará en nuestro corazón personas como Sergio, el joven que siente a su pueblo tanto como nosotros Sevilla. Regresamos hacia la gran ciudad con la mentalidad de volver más pronto que tarde a Jerez de los Caballeros. Volveremos queridos templarios…

Periodista en Eusa News especializado en cofradías.