Influencer de cabecera
‘’Tuve una paciente que se untaba yogurt griego en el ‘chichi’ porque lo vio por Instagram’’, se sorprende Jesús Lérida, médico del hospital Virgen del Rocío.
Los influencers, estrellas del 5G que gozan de la credibilidad de sus seguidores en redes sociales. Aunque su especialidad suele ser la sugerencias de bolsos, estilos de moda, viajes o videojuegos, de vez en cuando alguno se salta las reglas y le da por prescribir antibióticos o recomendar remedios caseros para el supuesto bienestar de la salud.
Pero todo esto llega a más. Los seguidores de estos movedores de masas digitales no son conscientes de que seguir una recomendación médica sin un control oficial puede costarle muy duro.
Jesús Lérida, facultativo del H. U. Virgen del Rocío, cuenta a este periódico que una vez le llegó una señora de urgencias porque tenía tal picor y molestia en ‘la zona de hacer pipí’ que le impedía hacer vida medianamente normal. Le comentó que había visto en Instagram que un remedio muy bueno era untarse yogurt griego en la zona antes de irse a dormir. ‘’Cuando la exploré vi que era una infección fúngica del aparato genital, llevaba una semana alimentando hongos a base de yogurt, por lo que la infección había empeorado’’.
Este caso, por suerte, terminó bien ya que la paciente acudió al médico y fue tratada con un fármaco que en dos días la curó, pero esto podría haber terminado aún peor, teniendo consecuencias permanentes tanto estéticas como de fertilidad.
Estas recomendaciones la siguen personas de todas las edades, pero las chicas adolescentes se convierten en un perfil más susceptible, según Olga Sanz, psicóloga clínica, lo que le lleva a alguien a realizar lo que dice un personaje de este tipo, es el hecho de que es una persona a la que admiran y por lo cual se convierten en personas de referencia y todo lo que hagan es lo adecuado, ‘’básicamente es el poder que los influencers ejercen sobre sus seguidores’’.
Cuando una persona tiene un problema de cualquier tipo consulta siempre en Internet antes que a su médico, si el influencer al que siguen recomienda unas pastillas trituradas para untarlo por la cara y así eliminar un grano, esta persona lo hará sin tener en cuenta otros agravantes para su salud. ‘’La inmediatez que nos ofrece un buscador de Internet, no es la inmediatez con la que se nos ofrece una cita médica’’, explica Mª Ángeles Núñez, enfermera.
En el año 2020 el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos junto con el Instituto Salud sin Bulos iniciaron una campaña llamada #MedicamentosSinBulos con el objetivo de advertir de los riesgos de medicamentos que se publicitan sin ningún control.
El influencer da un consejo a su comunidad en base a su experiencia sin ser consciente de que lo que está haciendo no solo es peligroso… sino ilegal.
La Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios prohíbe expresamente la publicidad y promoción de los fármacos sujetos a prescripción, precisamente para que casos como este no sucedan. Esto, unido al riesgo para la salud del empleo de fármacos sin control, son algunas de las razones por las que el Ministerio de Sanidad también ha entablado contacto con Google con el objetivo de suprimir directamente los vídeos en los que se lleven a cabo este tipo de acciones.
Redactor en prensa y televisión
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