El tenis llora la retirada del primer eslabón del ‘Big 4’
En la última década el tenis está viviendo uno de los mejores momentos de su historia y gran parte de culpa la tiene el "Big 4". Así se denominó hace muchos años a los mejores cuatro tenistas del momento de la ATP, Roger Federer, Rafa Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. Roger, Rafa y Nole siempre han acaparado todas las miradas y son los que más Grand Slam han conseguido durante todos estos años, pero Andy siempre ha estado un poco más retrasado en cuanto a repercusión. Con 3 Grand Slam cosechados (Wimbledon 2013 y 2016 y el Open de Estados Unidos en 2012), 1 Copa Davis en 2015 y 2 Oros Olímpicos, la pasada semana anunció algo que dejó impactado al mundo del tenis, su retirada. Las lesiones llevaban dos años jugando con la carrera de Andy Murray y la cadera le ha dicho basta al británico. En una dura rueda prensa previa al Open de Australia dijo a todos que el torneo "aussie" podría ser el último de su carrera, aunque intentará retirarse en su casa, en Wimbledon.
Murray llegó al Open de Australia con todos los focos puestos sobre su persona ya que el mundo del tenis lloraba por su retirada. Muchos son los tenistas que han tenido palabras de elogio para él, Nadal, Federer, Djokovic, Wozniacki, Kerber, Stephens y tantos otros, pero un mensaje especial lo recibió de un jugador que sabe bien lo que es una lesión, Juan Martín Del Potro, y le pidió que siguiera luchando. Pese a ello, no parece que la cadera le vaya a dejar, aunque quiere operarse para tener una última opción. En Australia el cuadro le deparó un especial duelo con el español Roberto Bautista. En la primera jornada del torneo la segunda pista se llenó desde el entrenamiento para vivir el posible último partido de la carrera de Andy Murray. Desde el comienzo se pudo ver a un Andy cojeando, pero que estaba dejando todo su alma y sentimiento en cada bola.
Roberto Bautista se llevó los dos primeros sets del partido, pero ahí entró en juego la grada y la garra de un campeón como Andy Murray. El tercer set fue frenético y el británico se llevó un épico tie-break. Tras ello estalló de alegría con un grito que dejaba claro que para nada quería despedirse del primer Grand Slam del año. El servicio le estaba funcionando a la perfección y estaba tapando los ostensibles problemas de movilidad que estaba teniendo sobre la pista. El cuarto set anduvo por el mismo camino y en un desempate perfecto Andy forzó la quinta manga en un partido que quedará para los anales de la historia. Alguien tan especial, y tan querido en el circuito, como Murray no se podía ir de un Grand Slam perdiendo 3-0. El hermano de Jamie e hijo de Judy forzó el quinto set y ahí Bautista fue determinante con dos breaks tempraneros para cerrar el partido. El final del partido fue un cúmulo de emociones en las que Andy intentaba no llorar, pero sí se emocionó mucho cuando le pusieron un vídeo de agradecimiento de muchos compañeros del circuito. Nadal fue uno de los que le dejó un mensaje especial, que todo el mundo del tenis piensa: "Gracias por todo lo que le has dado al deporte".
Y es que Andy, aunque muchos lo vean un tipo frío, una amiga como Sloane Stephens ya dijo que es uno de los tenistas más graciosos del circuito y todos lo echarán de menos. Jugadores como Andy, Nadal, Federer o Djokovic no son solo tenistas, son ejemplo para muchos jóvenes y referentes para muchos tenistas que luchan por ser profesionales. El tenis británico le debe mucho a la figura de Andy Murray. El 7 de julio de 2013 consiguió el hito más importante en su carrera, el primer Wimbledon, el torneo de casa, que no lo ganaba un británico desde que Fred Perry lo consiguiera en 1936. La presión sobre Andy era muy grande, pero su garra y lucha sobre la pista sirvieron para vencer a un gran Novak Djokovic (6-4 7-5 6-4) en la "Catedral del tenis" sobre el césped del All England Tennis Club.
En el verano de 2013 vivió su momento más especial, pero su carrera está repleta de éxitos. Durante su carrera ha disputado 9 finales de Grand Slam. Se le han resistido el Open de Australia, en el que ha sido 5 veces finalista (2010, 2011, 2013, 2015, 2016), y Roland Garros, donde perdió la final del 2016. En 2012 consiguió el mayor logro de su carrera, hasta ese momento, cuando conquistó en Londres el Oro Olímpico tras arrasar a Roger Federer en una gran final (6-2 6-1 6-4). Ese mismo año se alzó con su primer Grand Slam, en el US Open, tras vencer a Novak Djokovic en 5 sets. En 2013 consiguió el ansiado Wimbledon y en 2015 volvió a darle la gloria a su país con la Copa Davis. Su tercer Grand Slam lo consiguió en Wimbledon, en 2016, en el que venció a un joven Milos Raonic en la final. A parte de los Grand Slam ha cosechado 45 títulos en su carrera, entre los que se encuentran 14 Masters 1000, y ha sido número 1 del mundo.
Las lesiones llegaron en 2017. A principios de año el codo le impidió jugar con solvencia y cuando llegaron los problemas en el verano, a partir de Wimbledon no pudo disputar ningún torneo e incluso salió del Top-10. A principios del año 2018 se sometió a una operación de cadera con la esperanza de volver de la mejor manera posible, pero las cosas no salieron bien. El año pasado volvió a las pistas en Queens, pero solo pudo jugar 5 torneos más en Eastbourne, Washington, Cincinnati, US Open y Shenzhen. 2019 se presagiaba como el año de la vuelta de Andy Murray, pero tras disputar dos encuentros en Brisbane anunció la triste noticia. Tras caer en 1R de Australia ha anunciado que podría volver a operarse y no jugar más, pero todo el mundo del tenis espera que la gran despedida sea este año en su casa, en Wimbledon, en el lugar que lo vio nacer.