900 días sin Anabel: El caso que conmocionó a España

Netflix estrenó este pasado viernes un documental sobre el secuestro más prolongado en la historia del país
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Promoción del documental sobre el secuestro de Anabel Segura | Fuente: Netflix en Instagram

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El caso de Anabel Segura, una joven de 22 años, comenzó el 12 de abril de 1993, cuando fue secuestrada mientras salía a correr cerca de la urbanización Intergolf, en La Moraleja, Madrid. Pasaron dos años y cinco meses antes de que lograran detener a los culpables y establecer lo ocurrido aquel trágico día.

Anabel provenía de una familia acomodada de Madrid y vivía con sus padres y su hermana en una de las  zonas más emblemáticas de la capital. Durante las vacaciones de Semana Santa, la familia realizó un viaje, Anabel y su hermana viajaron a Granada. Sin embargo, Segura decidió regresar sola antes de lo previsto, ya que estaba estudiando la carrera de empresariales y tenía exámenes programados al final de las vacaciones.

El único testigo de su desaparición fue un jardinero de un colegio cercano, que escuchó sus gritos. Al acercarse, vio a una furgoneta blanca con dos hombres alejándose de la zona a toda velocidad, y en el suelo encontró una chaqueta y un walkman. En ese momento, España se encontraba en el auge de los secuestros por parte de la banda terrorista ETA, que siempre reivindicaba sus acciones. Sin embargo, al no hacerlo en este caso, la policía los clasificó como delincuentes comunes que exigían un rescate.

Ante la situación, los policías decidieron implementar un dispositivo de escucha y mantener la casa de la familia vigilada las 24 horas del día. Los secuestradores finalmente llamaron a la casa familiar, pidiendo 150 millones de pesetas (2 millones de euros) y exigiendo tener el dinero en 48 horas, advirtiendo que, de lo contrario, Anabel sufriría las consecuencias.

Después de varios intentos por llegar a un acuerdo con los secuestradores y de dos entregas fallidas, estos dejaron de comunicarse. La familia, desesperada tras meses de incertidumbre, acordó con la policía hacer ver a la opinión pública que no estaban satisfechos con las acciones emprendidas para su rescate. Buscando transmitir a los secuestradores que la familia y la policía no estaban en la misma línea, con la esperanza de que esto hiciera que volvieran a llamar.

Uno de los secuestradores volvió a contactar, llegando a un pacto para enviar una cinta de voz como prueba de vida de Anabel. La cinta fue recibida, pero al escuchar la grabación el padre no reconoció la voz de su hija. Los investigadores analizaron detenidamente los 15 minutos de audio en los que el secuestrador hablaba mal de la policía. En la grabación, identificaron la voz de un niño de unos cinco años y el característico sonido de un timbre de puerta.

Sin obtener resultados y tras meses sin señales de Anabel, la investigación decidió emitir el audio de la prueba de vida en uno de los programas más importantes de la época,‘¿Quién sabe dónde?’, presentado por Paco Lobatón. Millones de personas llamaron al programa, intentando identificar al secuestrador. Entre todas las llamadas, un hombre describió a Emilio Muñoz, un mensajero con una furgoneta blanca que trabajaba por la zona de la Moraleja.

Se investigó la vida de Muñoz y se descubrió que mantenía malas relaciones con su hermano, por lo que los investigadores decidieron hablar con él. El hermano confesó que su cuñada le había revelado que su hermano era el culpable. Además, mencionó que Emilio siempre iba acompañado por su amigo de la infancia, Cándido Ortiz. La policía hizo que contactara con su cuñada, quien admitió que ella había sido la que grabó la prueba de vida y que Anabel estaba muerta.

Tras la detención de los dos hombres, se descubrió que habían planeado secuestrar a una mujer de la zona para pedir un rescate, pero tras recibir la información de que Anabel aseguraba que su familia se encontraba de viaje y al no tener un plan para retenerla durante días, decidieron matarla.

Emilio Muñoz y Candido Díaz fueron condenados a 43 años de prisión, mientras que la esposa de Emilio, por encubrimiento fue condenada a dos años y cuatro meses. Cándido murió en prisión en 2009 y Emilio salió de la cárcel de Herrera de la Mancha en 2013, gracias a la derogación de la doctrina Parot.

Con la llegada de este nuevo documental a Netflix, se reavivan las memorias de un caso que cambió para siempre la percepción sobre la seguridad y el secuestro en España.

 

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