Opinión: Los solteros no pueden independizarse
Cada vez que escucho a alguien de mi edad decir que vive solo siento envidia. Y estoy hablando de vivir de alquiler, porque para los jóvenes comprarnos una casa ya es un nivel superior en el que, la mayoría, no somos capaces de visualizar cuando nos llegará el momento de ser propietarios. Ni siquiera sabemos si llegaremos a serlo alguna vez.
La situación a la que nos enfrentamos es tremendamente complicada. El otro día escuché a una de mis compañeras decir que, cuando ella empezó con su contrato en prácticas hace quince años, cobraba el 60% del sueldo de un redactor de mesa: 1.200 euros. Por lo que, un redactor en aquel entonces, cobraba 2.000 euros. Hoy en día, ella es redactora y cobra 1.500 euros brutos. El sueldo ha bajado 500 euros. Y es lo único que ha bajado, porque todo lo demás sigue subiendo.
Es muy fácil decir que 1.500 euros es un buen sueldo. Lo sería si un alquiler o una hipoteca costara alrededor de 300 euros. Entonces podríamos destinar (contando con que el salario sea neto) 300 euros al alquiler, unos doscientos o trescientos euros para comida y una parte para pagar las facturas. Entonces se nos quedaría, más o menos, la mitad del sueldo para poder cubrir el resto de gastos y vivir cómodamente. Sin embargo, un alquiler en una zona decente de cualquier ciudad, no baja de los 700 euros. ¿Es que estamos obligados a vivir de manera precaria, aún cumpliendo con nuestras obligaciones, trabajando y pagando nuestros impuestos? ¿Entonces de qué sirve trabajar? Vivimos para trabajar. No trabajamos para vivir.
Para constatar mis afirmaciones, solo he tenido que meterme en uno de los portales más conocidos de búsqueda de alquiler y compra de vivienda y observar los alquileres en algunos barrios de Sevilla.
Zona: Gran Plaza. 1 habitación. 50 metros cuadrados. 995 euros al mes. Si cobramos mil quinientos euros (netos), ¿pagamos la comida y las facturas y ni para un café nos queda, no?
Zona: El Porvenir. 2 habitaciones, 140 metros cuadrados. Sin amueblar. 1.400 euros al mes.
Zona: Sevilla Este. Estudio. 40 metros cuadrados. 550 euros al mes.
Estos ejemplos son sólo una pequeña parte de la realidad. No son pisos de lujo ni se llegan a parecer. De hecho, dos de ellos son bastante antiguos y descuidados. Además, tienen una y dos habitaciones. Cualquier persona con el salario mínimo, o incluso algo más, ni se le pasaría por la cabeza alquilarlo. Esto me lleva a cuestionarme: ¿Es que sólo nos podemos independizar si tenemos pareja y contamos con dos sueldos para asumir el alquiler? Y por otro lado, ¿cómo no va a bajar la tasa de natalidad en España? Es imposible que los jóvenes tengamos hijos, no porque no queramos, sino porque no podemos ni mantenernos a nosotros mismos.
La comida sube, los impuestos suben, la vivienda sube. Todo sube, menos los salarios. Y la calidad de vida, que baja considerablemente. ¿Cuándo va a parar esto? Es una situación de incertidumbre y malestar frente a la que no podemos hacer nada. ¿Alguna vez en mi vida podré independizarme? ¿Conseguiré tener una casa propia alguna vez? ¿Podré asumir los costes de una boda si es que me apetece casarme? ¿Podré tener hijos?. Son algunas de las preguntas que nos atormentan. Y ninguna tiene respuesta. Creo que esto refleja de manera muy clara la situación que vivimos en España. La generación de cristal no es de cristal, es de hierro.