Un crimen machista sacude Sevilla
La víctima, de nacionalidad boliviana, había denunciado previamente la violencia que sufría en su relación. La Fiscalía solicita 29 años de prisión mientras la familia clama por justicia.
El trágico caso de Virginia, una mujer boliviana de 54 años, ha conmocionado a Sevilla tras salir a la luz los horrendos detalles de su asesinato a manos de su expareja, Alfredo G.C., también boliviano. La relación entre ambos, marcada por la toxicidad y la violencia, culminó en un crimen machista que ha desatado la indignación en la sociedad.
“Movido por los celos”
Los hechos ocurrieron en abril de 2022, cuando, tras una discusión violenta en su domicilio en el barrio de San Jerónimo, Alfredo presuntamente asfixió a Virginia en un momento de descuido. Horas después, con el cuerpo de la víctima escondido en múltiples capas de ropa, el se deshizo de él arrojándolo al río Guadalquivir. Este acto de ocultación se acompañó de un intento de engaño, ya que se hizo pasar por ella en redes sociales, alegando que había huido con un amante.
La desaparición de Virginia se prolongó durante dos meses, hasta que la Policía Nacional encontró su cadáver entre juncos en el Guadalquivir, lo que llevó a la detención del acusado . Durante el juicio, que concluyó recientemente, la Fiscalía y la familia de la víctima han solicitado una condena de 29 años de prisión, desglosados en 25 por asesinato, 3 por estafa y 1 por lesiones.
La letrada de la familia ha destacado que el hijo de Virginia, que reside en Bolivia, “no busca venganza, sino justicia”. En contraposición, la defensa del imputado ha insistido en su absolución, argumentando que el acusado no es el monstruo que se pinta. Sin embargo, la representante de la acusación ha recordado que “todo el mundo es buena persona… hasta que deja de serlo”, refiriéndose a los testimonios que intentan suavizar la imagen del acusado.
Declaración del acusado
Según Inés estudiante de derecho y asistente en el ultimo juicio sobre el caso asegura a EUSA NEWS que, en su última declaración, Alfredo expresó su “lamento” por lo ocurrido y pidió perdón a la familia de Virginia, un gesto que ha sido recibido con escepticismo por quienes claman por justicia en este caso que, más allá de ser un simple crimen, es un reflejo de las dinámicas de violencia de género que persisten en la sociedad. La espera por el veredicto final continúa, mientras la comunidad demanda acciones efectivas para erradicar la violencia machista.