Así se vive una zambomba de Jerez

Esta famosa fiesta jerezana que abarca el mes de diciembre se está convirtiendo en uno de los mayores atractivos de la provincia de Cádiz
Zambomba en las puertas del Ayuntamiento de Jerez |Foto: Esperanza García

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Sobre las 16:00 horas del sábado 16, en pleno diciembre, ponía rumbo a Jerez de la Frontera, ciudad donde nunca antes había estado y que todo el mundo me recomendaba, sobre todo en estas fechas tan señaladas.

El trayecto fue realmente corto (no más de 50minutos), tranquilo y silencioso. Una vez sales de la estación, lo primero que te encuentras de frente es un graffiti donde pone “Jerez no es Cádiz”, una rivalidad que siempre han tenido los jerezanos con los gaditanos.

Graffiti frente a la estación de trenes de Jerez | Foto: Esperanza García

Ni 20 minutos tardé en llegar desde la estación hasta el centro de la ciudad, por lo que está relativamente cerca. Sabes perfectamente cuando estás llegando al centro cuando ves un gran edificio, el cual es un restaurante, que hace esquina e ilumina la calle, donde el aroma a caramelo y dulce recorre cada rincón y el ambiente es cada vez más cálido.

Además de las luces y adornos que decoran la ciudad, también están las plazas repletas de gente con amigos y familias, llenas de risas, felicidad, cantes y buenas vibras. Donde ni el frio es capaz de entrar de la cantidad de personas que hay en un mismo sitio, con panderetas, cajas y vestidos con complementos navideños.

Zambomba en Plaza Plateros |Foto: Esperanza García

Pasé por muchas y diferentes plazas, una de ellas es la Plaza del Arenal donde se puede ver un gigantesco e iluminado árbol con luces azules que no pasa desapercibido. Alrededor de él, grupos de personas cantando, aplaudiendo y tocando la pandereta, mientras estaban sentados en alguno de los bares que recorre esa plaza y donde el olor a chocolate en taza se puede apreciar a metros.

Plaza del Arenal con Gente cantando |Foto: Esperanza García

Una de las zonas donde más gente había era sin duda en las puertas del Ayuntamiento de Jerez, donde decenas de personas cantaban, o simplemente animaban, en las escaleras del consistorio.

En una de esas veces me di cuenta que la mayoría de esas personas estaban bebiendo una botella de vino, aunque algo más pequeña y que,  por supuesto, tenía que probar. Es el famoso ‘Royal Cream’, vino suave y a la vez muy dulce elaborado en la bodega Marqués del Real Tesoro, situada en Jerez de la Frontera.

Por último, ya que estaba en Jerez, no podía irme sin ver el monumento a Lola Flores, cantante y actriz nacida allí. Alejado, eso sí, del centro aunque había muchísima gente esperando para hacerse una foto junto a este monumento.

Monumento dedicado a la cantante y actriz Lola Flores | Foto: Esperanza García

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