Un día de convivencia con: ‘Las que cosen pa’ la calle’
Los oficios de antaño, que entrañan una confección manual, cada vez se están perdiendo más. Cada vez quedan menos talleres de costura y artesanía en las ciudades. Aquellos que pertenecen a la generación de los 2.000 sí han podido vivir las experiencias de hacerse un traje a medida para una obra teatral del colegio, una fiesta…. Y en la actualidad esta práctica está cayendo en desuso, ya que todos acuden a lo más rápido y económico, comprando en plataformas online como ‘Shein’.
Compañera cosiendo un tutú. Fuente: Mario Payán.
Hoy el equipo de ‘EUSA NEWS’ ha querido rememorar y sacar a relucir las tradiciones, por ello, se ha trasladado a Cádiz y ha acudido a una convivencia con ‘Las que cosen pa’ la calle’. Un grupo de mujeres que todos los viernes se citan en las instalaciones del Colegio ‘Rebaño de María’ del barrio de Trille. Su capitana, Teresa Montemuiño nos cuenta, “yo llevo cosiendo desde niña, a partir de los seis años. Luego, fui fijándome en sastres y otras personas relevantes de este mundo y empecé mi andadura en el mundo del diseño”.
Detalles costura de un disfraz. Fuente: Mario Payán.
El grupo original se fundó en el 2003 con sus amigas Carmen y Pepi bajo el pseudónimo ‘Las que cosen pa’ la calle’. En el 2014, crean este nuevo que se hace llamar ‘las tijeritas’, aunque este nombre no les gusta y ya se replantean volver a bautizarse con el primero de los nombrados. Todas las integrantes coinciden en que sus reuniones les sirven de terapia para evadirse de los problemas del día a día, esto se debe a que comparten buenos momentos gracias al buen ambiente que se genera. Compañerismo y solidaridad son las palabras con las que se definen estas convivencias, entre ellas se ayudan mutuamente, procurando no dejar a ninguna atrás. También disfrutan de su tiempo de recreo, celebrando sus respectivas meriendas y compartiendo anécdotas del mundo de la costura.
Cortando con los patrones. Fuente: Mario Payán.
Esas mismas anécdotas que se proyectan en el libro titulado ´Las que cosen pa’ la calle´ que escribió la propia capitana, María Teresa, según Montemuiño, ella ha publicado 13 libros y este fue el último, en el 2017. Ella relata que para dedicarle un libro a alguien la tiene que querer mucho y en este caso quería hacerle mención a todas sus compañeras de costura. Las mismas anécdotas que se cuentan cada tarde aparecen proyectadas mezclando la realidad y ficción en este libro, por ejemplo, de hecho, ella ya está pensando en su próxima entrega de la cual no pueda adelantar nada, pero será y versará sobre las nuevas historias que se viven en el taller de costura introduciendo a algún personaje ficticio.
María Teresa tiene a bien de contarnos algunas anécdotas, como la de una compañera que empezó a ayudar a las demás a confeccionar sus trajes de gitana para la feria y, llegado el día, se olvidó de coser su volante. El remedio fue agarrarlos con unos alfileres, los cuales se quedaron intactos durante todo el tiempo del baile en las distintas casetas. Además de otras más divertidas, como una clienta que pidió un hábito de luto para cuando ella falleciera, con un corazón de Jesús bordado en medio. Su última voluntad era que la enterraran con ese traje, hasta que una de sus familiares hizo desaparecer la caja donde guardaba esta prenda y la sustituyó por un traje de flamenca. Cuando la señora falleció, en el sanatorio siguieron su última voluntad, así que la vistieron con la prenda que se encontraba en el interior de esa caja. Al llegar, María Teresa la encontró vestida de gitana. Recuerda que fue una anécdota muy graciosa y que son muchas de las que ella puede vivir en este oficio.
Cabe recordar que desde el año 2017 fue cuando comenzó su auge de coser para la calle. En este caso participaron confeccionando unos trajes de sirena para el grupo de baile Sol Latino y que pudiera salir en la Gran Cabalgata Magna del Carnaval de Cádiz. A partir de ahí son muchas agrupaciones del concurso del Carnaval del Gran Teatro Falla quien se ha puesto en contacto con ellas para diseñar sus tipos. Como por ejemplo la comparsa del COAC 2023, una de las componentes y que se encontraba allí, decía muy agradecida que la pena es que no se valora el trabajo manual y desde siempre la intención de nuestro grupo ha sido que cosiera mujeres para darle el valor que tiene.
Bocetos de los distintos diseños. Fuente: Mario Payán.
En el mundo del carnaval también tienen otras anécdotas, como la de un coro de carnaval de la edición pasada, cuyas telas encargaron a los propios componentes y llegado el momento vieron que los materiales no llegaban y los carnavales estaban a la vuelta de la esquina, así que tuvieron que hacer un gran trabajo contra el reloj para terminar los tipos a tiempo. Algo similar ocurrió este año con las cartelas que adornaban la carrera oficial de una ciudad de la provincia de Cádiz, confiaron los encargados que le entregaran las telas a tiempo, pero esto resultó ser misión fallida, con lo cual, tuvieron que trabajar de más para poder entregar sus trabajos a tiempo.
Una de las integrantes diseñando un tipo de carnaval. Fuente: Mario Payán.
A modo de reflexión, ellas aún tienen la esperanza de que este oficio no se pierda en un futuro y tratan de concienciar a los jóvenes de la importancia de la existencia de estos talleres, de hecho, ya ha iniciado otros años contactos con el Centro Municipal de la Mujer para ofrecer cursos y crear escuelas aunque esta propuesta fue quedando de lado. Aunque, nunca es tarde cuando la dicha es buena y todavía aguardan de que pronto lleguen buenas noticias que las haga mantener su legado durante mucho tiempo más
De Cádiz. Estudiante de periodismo. Aficionado de los deportes del motor.
Cargando ...
