Opinión: A Propósito Amor

Como si pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio
0
163

Comparte la noticia

El proceso de una persona para reconocer una simple emoción puede variar desde unos simples segundos a unos minutos o incluso horas, pero debemos tener en cuenta que todas estas emociones experimentadas tienen su razón de ser, una explicación, por muy tonta que sea. Nos sentimos felices porque nos han cogido en el trabajo que tanto deseábamos, frustrados porque el tráfico avanza lento y tristes porque la pareja de la película que estábamos viendo no acaba junta, todo ello tiene una causa reconocible.

Ahora bien, en el amplio espectro de las emociones hay una que se escapa por completo de causa, efecto y lógica alguna. El amor —que no referido al que aplicamos a familia o amigos—   es lo peor que le puede pasar a cualquier persona dado al estado de incertidumbre y ambigüedad que le deja.

Desde las sociedades más primitivas hasta la actualidad se ha buscado la forma de explicar este sentimiento. En la prehistoria se achacaba a la necesidad de prolongar la estirpe, más tarde, Platón le dio otro significado en El Banquete, definiéndolo como una búsqueda de belleza y sabiduría mientras que Aristóteles lo mostraba como el equilibrio perfecto entre el  placer (eros)  y amistad (Philia).Todo ello cambió con el amor cortés, que trajo consigo sufrimiento y devoción , pues se consideraba que sin un sacrificio digno del afecto de la dama este amor no podría ser correspondido. Más tarde, llega a su punto mas absurdo en el Romanticismo, donde pensaban que amor era sinónimo de muerte o suicidio, he de aclarar que el culpable principal fue  Goethe y el sensiblero e insoportable de Werther, o si no que pregunten por el incremento en la tasa de mortalidad en jóvenes tras la publicación del libro en el siglo XVIII.

Todo esto no dista mucho de la actualidad, pero en el presente lo hemos intentado simplificar, hasta cierto punto, pues lo achacamos a la química y al sistema nervioso. Ya sabemos que ese “amor a primera vista ” se debe a una atracción por feromonas, es decir , ambos se sienten atraídos por las feromonas correspondientes de la persona anhelada. Al igual que el denominado “amor líquido” de Bauman , caracterizado por inestabilidad en las relaciones, siendo estas menos duraderas; superficialidad en estas, centrándose en lo efímero e inmediatez; individualismo, donde se valora la autonomía personal impidiendo consolidar una relación y el consumo emocional, ya que se desechan y usan a las personas según sus deseos y necesidades. Todo esto refuerza la idea anterior del amor, este no tiene causa y lógica, produciendo un estado de ambigüedad en el sujeto.

Pero todo esto realmente no tiene importancia si no nos ponemos a buscar un significado propio o personal. Pensándolo en frío, uno se da cuenta de que es lo peor que le puede pasar a una persona, a la vez que es una fortuna, aunque abogue más por la primera opción. Ese estado de embriaguez que provoca es similar al consumo de una droga, ya que te hace estar todo el día sonriéndole a la nada como un idiota. El músculo de la sangre te late cuando le miras y tiemblas como un flan. Te da por deleitar a esa persona con tu prosa, un acto que jamás te habías visto capaz de realizar. Comienzas a comprender libros y canciones escritos por otros borrachos de amor. Aunque comienzan a aterrarte las miradas, el no verle, medir las palabras, no dormir por la noche, hacer el ridículo y sobrepensar cada acto que ambos realizáis, llegando a recrear fotograma por fotograma cada momento que pasaste con esa persona.

A propósito amor, como buena sincericida confíeso que sigo sonriéndole a la nada como una idiota, me tiembla el cuerpo de pies a cabeza cuando te veo y estoy embriagada por esa estupidez que causa la incertidumbre. Me enfada permanecer en este estado, es una mezcla de cólera, frustración y ansia. Sin embargo te sigo escribiendo, aunque no lo leas. Creo que se me pasara la tontería, al final esto es una enfermedad de necios y como toda enfermedad, esta se acabará curando.

PD: No se si eres la mayor desgracia que me ha pasado o una bendición.

Comparte la noticia

Comments are closed.