24 horas en Florencia, la capital de la Toscana

Famosa por su arquitectura de estilo renacentista, esta ciudad es rica en museos, arte e historia
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Florencia llegó a ser la capital de Italia desde 1865 hasta 1870, después de Turín y antes de Roma
Florencia llegó a ser la capital de Italia desde 1865 hasta 1870, después de Turín y antes de Roma | M.G.

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Los que conocen Florencia, sueñan con poder volver. Y los que aún no han estado, no ven la hora de poder visitarla. Situada exactamente a 275,0 kilómetros de Roma, la joya de la Toscana es un destino único en todo el mundo. Famosa por ser la cuna del Renacimiento, su inmensa riqueza cultural la convierte en un museo al aire libre

MERCADO DE LA PIAZZA SANTO SPIRITO

Cada día, esta plaza del barrio de Oltrarno amanece con un gran mercado de frutas, verduras y ropa. Los fines de semana, este se amplía y en él se pueden encontrar todo tipo de productos: desde antigüedades hasta flores. En la misma plaza también se encuentra la basílica de Santa María del Santo Spirito.

PALAZZO PITTI Y GIARDINO DI BOBOLI

El Palacio Pitti es una construcción renacentista de Florencia que se sitúa en la ribera sur del río Arno. Se construyó durante la segunda mitad del siglo XV y, a lo largo de los siglos, ha sido habitado por numerosas personalidades influyentes. Entre ellas destaca la familia Médici, Napoleón o la Casa de Saboya.

Elsa (32), profesora valenciana que lleva 8 años viviendo en Florencia, explica que su parte preferida es el jardín que rodea el palacio. “Es un espacio verdaderamente majestuoso y único en Europa. Está repleto de fuentes, estatuas… ¡Incluso se puede encontrar un obelisco egipcio y un anfiteatro!”, cuenta la docente.

DUOMO DE FLORENCIA

La primera piedra de Santa Maria Del Fiore se colocó en 1293, tardó 142 años en construirse y, como base, se utilizó la ya existente Iglesia de Santa Reparata. Durante más de 60 años, para ir a misa los fieles tenían que atravesar la fachada de la catedral en construcción para poder llegar al templo.

Se distinguen varias partes bien diferenciadas: la catedral de Santa María del Fiore, la cúpula de Brunelleschi, el campanario de Giotto, el baptisterio de San Juan y la cripta de Santa Reparata. Y todo ello está cubierto de mármol blanco, rojo y verde, adornado en muchas ocasiones por lirios   — el símbolo de la ciudad —.

GALLERIA DELL’ACCADEMIA

Fundada en 1784, en sus orígenes esta institución tenía fines didácticos. Algo que no ha cambiado del todo, ya que actualmente sigue siendo un lugar de culto para los amantes del arte. Además, es el museo que más obras del escultor Miguel Ángel alberga. Y, hablando de este emblemático artista renacentista… aunque existen diferentes copias del David distribuidas por la ciudad, la original se encuentra aquí.

FONTANA DEL PORCELLINO

Esta icónica escultura de bronce se encuentra en el Mercato Nuovo y, aunque muchos desconozcan este detalle, no se trata de la genuina. En realidad, la figura que adorna la fuente ahora es una copia exactamente igual que tuvieron que confeccionar para evitar daños irreversibles en el hocico del jabalí por el desgaste.

Pero, ¿por qué habría de dañarse su hocico? De acuerdo con Luca, uno de los comerciantes de las tiendas que hay en la plaza, “cuenta la leyenda que todo aquel que acaricie el hocico del jabalí, meta una moneda en su boca y esta caiga dentro de la rejilla que hay bajo la estatua, gozará de buena suerte y volverá a visitar Florencia”.

PONTE VECCHIO

Y para encanto a prueba de bombas… el Ponte Vecchio. Esto se debe a que fue el único de Florencia que no se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial. Existen diferentes teorías acerca del motivo por el cual los alemanes no lo dinamitaron al marcharse de Florencia en 1944. Afortunadamente, actualmente sigue en pie y es uno de los pocos que permanece habitados en Europa.

PIAZZALE MICHELANGELO

Esta plaza de estilo neoclásico, situada sobre un monte al sur de la ciudad, ofrece a los visitantes la mejor vista panorámica de toda Florencia. Se construyó siguiendo el diseño del arquitecto Giuseppe Poggi cuando la ciudad aún era la capital de Italia y recibe turistas a cualquier hora del día: desde por la mañana, hasta por la noche. Además, en el centro de la plaza hay una réplica en bronce del David de Miguel Ángel.

Cualquier hora del día es buena para visitarla, pero Vittoria (18) prefiere hacerlo cuando cae el sol. “Suelo quedar con mis amigos y venir aquí con música, bebida y juegos para ver la puesta de sol porque es un espectáculo muy bonito. Y como vienen muchos turistas, ¡siempre conoces a gente nueva!”, explica la chica.

Es un hecho que Florencia enamora tanto a turistas como a sus habitantes. Y no es de extrañar, porque de ella emana algo especial. Una ciudad bohemia de día y vibrante de noche que rebosa encanto y que ha sabido conservar con mucho tino y armonía su estética característica en cada una de sus piedras a lo largo de los siglos.

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