Esperanza Fernández promete un espectáculo “con el corazón abierto” para la Bienal

La XXIII edición de la Bienal de Flamenco ya ha cautivado corazones desde que abriera sus puertas a la ciudad el día 12 de septiembre con la gala inaugural. Artistas flamencos de la talla de Aurora Vargas, Israel Fernández o Tomatito entre tantos han regalado su arte a la ciudad. El próximo día 4 de octubre se echará el telón y los amantes de este género musical tendrán que esperar todo un año para volver a ver la magia brillar en el escenario idóneo para ello, Sevilla.
Lejos de lamentaciones, el festival encara el próximo fin de semana uno de sus días más emocionantes. El capitán del baile flamenco, Farruquito, brindará su alma y elegancia en el Teatro de La Maestranza en la noche del viernes 27 de septiembre. También lo hará Esperanza Fernández el sábado 28 de septiembre en el Auditorio Cartuja a las 20:30 horas y como ha podido saber EUSA NEWS, la trianera promete un espectáculo “con el corazón abierto, lleno de agua, amor y flamenco”.
Esperanza duda qué responder sobre cuándo fue la primera vez que apareció en este festival y no es para menos. Su amplia trayectoria deja un sinfín de actuaciones a nivel nacional e internacional. Cuarenta años cantando y fraguando su nombre en el mundo del flamenco, hasta consolidar su marca personal como una de las más grandes y puras. “En torno a los años 80, con ‘La Familia Fernández’ en la Torre Don Fabrique -a la que le tiene un precioso recuerdo-. Allí mi padre, Curro Fernández, nos presentó a mi y a mis hermanos ante el mundo del flamenco, pues sentía que ya estábamos preparados para volar en solitario”.
‘Corazones de agua’
Este es el nombre que Esperanza ha dado al espectáculo que se presentará este sábado. “El flamenco está vinculado a la vida igual que lo está el agua o el latir de un corazón”, de ahí este título ‘Corazones de agua’. Así entiende la cantaora el género al que le lleva dedicada toda una vida. Esperanza asegura que la actuación se ha preparado minuciosamente y con mucha pasión, ya que “es el respeto que merece el flamenco”.
“Además es un homenaje a las madres, ellas son la creación de la vida, como el agua”. Y en este sentido, muchas de las letras incluidas en el espectáculo son un homenaje a letras de mujeres como ‘La Trini’ o Concha ‘La Peñaranda’. Además, Esperanza rescatará los romances de ‘Negro del Puerto’, donde también hay relación con este elemento, el agua.
Esperanza responde a la presión reconociendo que la preocupación siempre existe y que las inquietudes son las mismas que cuando era niña porque siempre habrá cosas que aprender. “Ahora las responsabilidades son distintas, la gente ya sabe quién eres y lo que quieren escuchar”. Pero Esperanza zanja las dudas asegurando que “una actuación tan flamenca y donde se acuerda de las raíces no debe defraudar a nadie”.
El público sevillano es exquisito y mira con lupa, y esto es algo obvio para la cantaora. Más aún cuando ella es de aquí, de la cava de Triana, por lo que siempre debe estar a la altura. Pese a que ella siempre “pone el corazón y el alma cada vez que pisa un escenario”. El apellido y la saga que lleva detrás es muy amplia, la del trianero Curro Fernández, su padre y la lebrijana Pepa Vargas, su madre.
La saga continúa
Esperanza Fernández, lejos de ser la que culmina la saga, es madre de dos jóvenes artistas que ya convencen en el complejo panorama del flamenco. Su hijo mayor, Miguel Fernández, es un percusionista de manos veloces y precisas, tanto que ya se ha ganado un puesto para acompañar a su madre en este festival. David Fernández es el pequeño de los dos y el que ha seguido los pasos de su madre, dedicándose al cante.
La cantaora asegura que David está en un momento de juventud pero dando pasos agigantados. “No descarto que en la próxima Bienal pueda subirse conmigo en el escenario, o yo con él”. La trianera, ya ha compartido actuaciones con el más precoz de la saga de Los Fernández; “ahora sé lo que sentían mis padres, entiendo perfectamente esa mezcla de nerviosismo y orgullo”.
Los sentimientos más profundos de Esperanza afloran cuando explica lo que supone para ella compartir cartel con sus hijos; “me enorgullece que lleven un camino bonito y ‘enamoraos’ de su arte, soy una persona feliz teniéndolos al lado“. Y es que la conexión fluye cada vez que madre e hijos coinciden en el escenario y ya lo han hecho en varias ocasiones, como en el festival de flamenco de Mont de Marsan en Francia que tuvo lugar el pasado mes de julio.
Esperanza Fernández llega a esta Bienal en uno de los mejores momentos de su carrera, contando con la privilegiada experiencia pero sin dejar de atender a sus inquietudes e introduciendo cosas frescas, lo que es Esperanza, una cantaora muy flamenca que respetando las raíces se diferencia del resto.
El próximo sábado 28 de septiembre La Cartuja verá como la magia de la trianera cautivará a los asistentes. La guitarra de Miguel Ángel Cortés, como de costumbre, acompañará a Esperanza. A las palmas Dani Bonilla y Jorge ‘El Cubano’ y a la percusión su hijo Miguel Fernández. Una oportunidad única.