La muerte del Papa Francisco reaviva las profecías

La muerte del Papa Francisco ha reavivado antiguas predicciones y profecías, despertando preocupaciones sobre el futuro de la Iglesia e instituciones.
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AP/ASSOCIATED PRESS-LAPRESSE

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Tras la muerte del Papa Francisco el pasado 21 de abril, han vuelto a cobrar fuerza antiguas profecías, reavivando viejos temores y creencias que han acompañado a la historia del cristianismo. Desde las visiones de Nostradamus hasta las predicciones de San Malaquías y Baba Vanga, diversas tradiciones místicas alertaron hace siglos acerca del inicio de una etapa de grandes dificultades para la Iglesia Católica después de la muerte de un pontífice de avanzada edad.

Nostradamus

Michel de Nôtre-Dame, también conocido como Nostradamus, publicó en 1555 Les Prophéties, un conjunto de 942 cuartetas poéticas redactadas de manera intencionalmente misteriosa, empleando metáforas, anagramas y una combinación de francés, latín y provenzal. Nostradamus fusionaba la investigación de textos astronómicos antiguos con técnicas inspiradas en el ocultismo, como la “hidromancia” (método en el que miraba fijamente un cuenco de agua hasta entrar en trance), con el objetivo de interpretar las “tendencias generales” del futuro.

Una de las predicciones más famosas de Nostradamus es la caída de un “gran Pastor”, que algunos especialistas pueden interpretar como el fallecimiento de un Papa. Se puede leer en uno de sus versos:

“El gran Pastor será derribado,
la fe del pueblo será sacudida,
el cetro será entregado a un joven,
y la sangre cubrirá la tierra.”

A pesar de que la ambigüedad de estos versos ofrece múltiples interpretaciones, algunos argumentan que el personaje del “Pastor” se refiere a un Papa, y que la “fe sacudida” podría representar la debilidad de la iglesia tras su muerte. También existen quienes consideran que esta profecía concuerda con la figura de Francisco, un líder espiritual de avanzada edad cuya muerte podría provocar un periodo de inestabilidad e incertidumbre en la Iglesia.

En otras cuartetas, Nostradamus también hace referencia a la aparición de un “Papa Negro”, un personaje simbólico asociado a una transformación radical. Esta mención ha generado rumores acerca de la probabilidad de que el próximo Papa sea de procedencia africana o posea una dirección teológica revolucionaria, después de la muerte de Francisco.

San Malaquías

La Profecía de los Papas, atribuida a San Malaquías, arzobispo de Armagh, es uno de los escritos proféticos más famosos relacionados con el papado. Según la leyenda , esta profecía se escribió después de una visión en Roma y detalla una serie de 112 breves lemas en latín, cada uno de los cuales se considera que simboliza a un Papa venidero .En la interpretación de algunos estudiosos, el Papa Francisco corresponde al penúltimo lema, “Petrus Romanus”, quien “apacentará a su grey en medio de grandes tribulaciones”.

El texto final de la profecía dice:

“Durante la última persecución de la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano, quien alimentará a sus ovejas en medio de muchas tribulaciones; tras lo cual la ciudad de las siete colinas será destruida y el Juez terrible juzgará al pueblo.”

Los defensores de la autenticidad de la profecía ven en la muerte de Francisco la señal de un periodo de crisis extrema para la Iglesia, seguido por el colapso de Roma. Incluso algunos proponen que el heredero de Francisco podría asumir el nombre de “Pedro”, lo que anunciaría el comienzo de una nueva fase de sufrimiento y purificación para la Iglesia.

Sin embargo, estudios contemporáneos, como los realizados por Salvador Martínez Pérez en su obra La gran farsa de las profecías, sugieren que la obra podría ser una distorsión generada en el siglo XVI con la finalidad de impactar en un cónclave papal.

Baba Vanga

Baba Vanga, también llamada la “Nostradamus de los Balcanes”, era una mística búlgara reconocida por sus supuestas habilidades proféticas. A pesar de que sus proyecciones no cuentan con evidencia documentada fiable, se le reconocen aciertos, como el atentado del 11 de septiembre y la desintegración de la Unión Soviética.

Se le atribuye una predicción para el periodo 2025-2028 que sugiere un cambio drástico en el orden religioso a nivel mundial. Según esta interpretación, una “fe antigua” se derrumbara y sustituirá por una nueva, mientras que “la ciudad de la eterna fe sufrirá heridas”. Estas referencias se han asociado a la muerte de Francisco y a un posible cisma en el seno del cristianismo. Algunos incluso insinúan que podría emerger una nueva tendencia espiritual proveniente del hemisferio sur, relacionada con movimientos populares, ecologistas o de equidad social, relacionados con los principios pastorales impulsados por Francisco.

Sin embargo, la autenticidad de las profecías de Baba Vanga sigue siendo controvertida. Críticos como Georgi Lozanov indican que posiblemente muchas de las predicciones de Vanga fueron reinterpretadas por sus seguidores después de su fallecimiento, lo que hace dudar de su veracidad.

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