
Siempre encontramos una etiqueta en las prendas de moda, usualmente a la izquierda, donde nos indican sus componentes. Veamos que ocurre cuando el porcentaje de una prenda es mayormente de un material concreto, o es una mezcla de ellos.
En fast fashion, lo que más encontraréis será poliéster, una fibra sintética derivada del petróleo, conocida por su resistencia, durabilidad y bajo costo. Desgraciadamente, este material a largo plazo suele crear las típicas bolitas que estropean la prenda, también retiene malos olores y pierde suavidad con los lavados.
El acrílico es otro material también bastante común, es una fibra sintética ligera, suave y cálida, similar a la lana. Aparte de hacer bolitas como el poliéster, pierde forma y suavidad enseguida, además de no ser recomendable para pieles sensibles.
La viscosa, una fibra semisintética derivada de la celulosa, conocida por su suavidad, frescura y caída similar a la seda ya que es ligera, transpirable y común en prendas fluidas. Pese a ello, hay que tener cuidado, ya que encoge muy fácilmente con el agua, se arruga con facilidad, pierde forma enseguida, suavidad y tiende a deshilacharse. Puede que te conquiste con su elegante caída, pero cuidado ya que su resistencia es mínima.
El algodón mezclado es un tejido que combina algodón con otras fibras, como poliéster o elastano, para mejorar su resistencia, elasticidad o suavidad. También tiende a encogerse y hacer bolitas, además de ser mucho menos duradero que el algodón puro.
El elastano, también conocido como licra, es una fibra muy elástica que se usa para dar flexibilidad, comodidad y ajuste a las prendas. El problema se da cuando con los lavados pierde la elasticidad. Suele encogerse con el calor, por lo que debe lavarse en agua fría. Se utiliza comúnmente en pequeñas cantidades en la mayoría de prendas, mezclándolo con otro material para proporcionarles flexibilidad.
Finalmente la lana de baja calidad. De por si, la lana suele generar bolitas, por lo que la lana de baja calidad tiende en mayor medida a que ocurra. Puede ser muy áspera y provocar picores, además de aislar menos del frío en comparación con la lana 100%. Suele estar mezclada con otros materiales para que sea más barata, como el poliéster.
En conclusión, es es muy importante observar la etiqueta de una prenda antes de comprarla, y así ver si es rentable en modo calidad-precio. Así pues, a partir de ahora si tratan de venderte una camiseta 100% poliéster a 30 euros, sabrás que te están timando.