Manuel Pérez Juliana: “La moda es tiempo, paciencia y perseverancia”
La inserción laboral en la moda en España está en un proceso de transformación impulsado por la digitalización e internacionalización de técnicas y mercados. Sin embargo, y aunque se trata de una de las áreas más influyentes en el crecimiento y desarrollo del país, al inicio de 2024 la empleabilidad del sector textil experimentó un descenso del 2,5%.
Y es que, según el índice de Cifra de Negocios en la Industria (ICN) en octubre del 2023, el sector de la moda sufrió una caída en inversión, innovación y, por ende, facturación del 2,7%, una de las peores cifras en la historia.
Como consecuencia, los últimos meses de 2023 el número de trabajadores en sectores del diseño, patronaje y confección quedaron reducidos un 1,8% respecto al año anterior.
Diseño de Moda, ¿al alcance de todos?
Respecto a su proceso de admisión, Manuel afirma que la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) era una de las pocas universidades públicas que ofertaban la carrera y que, por ello, “la nota media que tenía que obtener era alta, un 12.47, y había muy pocas plazas, como 25 o 30 máximo”. Un Grado que se divide en dos vertientes muy diferenciadas: la de Diseño de Moda y la de Gestión de una empresa de Moda, “muchos alumnos se van saliendo de la carrera porque no esperan esta dualidad, tanto es así que solo nos hemos graduado 16 personas”, relata.
El diseñador sostiene que algo clave para él fue el apoyo de sus padres, ya que, “yo no tuve claro lo que quería estudiar hasta semanas antes de la Selectividad”. Igualmente, el coraje y la perseverancia hicieron que el joven obtuviera una de las notas más altas de entre todos sus compañeros.
Uno de los aspectos clave a la hora de elegir carreras universitarias es conocer si en estas imperan los conceptos teóricos o prácticos. “Creo que en moda tienen la metodología muy bien planteada, las asignaturas son bastante útiles ya que combinan de manera equitativa la teoría con la práctica”, cuenta Manuel. Aunque también reconoce que el primer año hay una predominancia teórica puesto que se centran en aspectos básicos sobre patronaje, diseño y confección necesarios para, posteriormente, llevar a cabo proyectos más elaborados.
Se trata de una carrera en la que prevalece lo artístico, manual y creativo, aspectos que requieren materiales muy específicos y técnicos que pueden no estar al alcance de todos los bolsillos. “Se necesitan tejidos, papeles de patronaje, diferentes tipos de reglas… muchos utensilios que son indispensables para llevar a cabo tus proyectos. Todo ello corre a cargo del alumno, y es él quien tiene la decisión de invertir más o menos en ello”, comenta el joven.
De estudiante a diseñador
“Básicamente nuestras prácticas en el curso son los pequeños proyectos que tenemos que presentar hasta llegar al gran proyecto final, el Trabajo de Fin de Grado (TFG)”, recalca Manuel. Sin embargo, al igual que en las demás carreras universitarias, hay unas prácticas obligatorias que se deben hacer en determinadas empresas.
El diseñador afirma que su proceso de selección en estas fue de carácter autónomo, es decir, fue él mismo quien tuvo que elegir en qué tipo de empresa quería comenzar (orientadas al marketing, al diseño gráfico, a la comunicación de moda, al mundo textil, a aquellas que trataban la gestión de colecciones o a la creación de patrones, etc.). “Yo me decanté por la parte de diseño y tuve la suerte de realizar mis primeras prácticas profesionales con J. C. Pajares, un diseñador de Guadalajara con un atelier en el centro de Madrid”, comparte en declaraciones a EUSA NEWS. Este trabajo, según apunta, le permitió exprimir su creatividad y aprender a confeccionar patrones complejos, llevar a cabo pedidos a medida, coser… Además de abrirle otras puertas como la de asistir como ayudante del manchego en la Fashion Week.
El mundo laboral y la meritocracia
La inserción laboral de moda en España es bastante difícil puesto que la mayoría de las empresas exigen mucha experiencia antes trabajando con otras marcas. Tal y como explica Manuel, para empezar en una gran empresa de un diseñador conocido, solo para acceder al nivel más bajo (novel), te exigen de dos a tres años de trabajo previo. Un panorama que complica el inicio de los jóvenes españoles haciendo que sea “infinitamente más complicado acceder a las empresas que crear tu propia marca de cero”.
Además, hay un factor trascendental y es el de vincularse con personas potencialmente importantes en el sector, “tener contactos siempre ayuda porque es un mundo en el que importan las apariencias”. Sin embargo, una desventaja para los jóvenes es, normalmente, que carecen de esos contactos que pueden ser de gran ayuda en sus inicios.
El auge del Fast Fashion
La moda rápida o fast fashion es un término que hace referencia al fenómeno de reproducción y consumo masivo que se incrementa a la misma velocidad a la que van cambiando las tendencias. Así, el tiempo de vida de cada prenda fabricada es muy corto. “El consumismo hace que la gente compre mucha ropa muy barata en determinadas webs, esto ha afectado al sector que realiza una moda con cabeza y sostenible como pueden ser pequeños diseñadores y marcas no tan globalizadas y que realmente hacen casi todos sus productos de manera más artesanal”, reconoce Manuel. Los precios competentes hacen que se consuma ropa de forma menos consciente, de peor calidad y con una mayor huella medioambiental.
El futuro y el presente como modista
La situación de la moda en España desde la Pandemia se ha visto perjudicada, aun así, Manuel Pérez Juliana anima a todos aquellos que estén pensando en estudiar lo mismo que él y añade que “ahora mismo la situación de los jóvenes modistas es incierta, pero lo más importante es tener las ideas claras, saber en qué te quieres especializar, crear continuamente y tener vocación. La moda es tiempo, paciencia y perseverancia”.
Soy Clara Montes, una periodista apasionada de la moda que busca transmitir al público más joven la información de manera transparente, sencilla y concisa.