El Galeón Andalucía vuelve a las aguas españolas

Los galeones españoles y su sistema de flotas comunicaron América, Asia y Europa durante tres siglos, cubriendo la línea de navegación más larga en extensión y duración que registra la historia de la navegación. Con ellos las dos "mitades de la tierra" se unieron y se conocieron, transportando en sus bodegas mercancías, hombres, culturas, ideas y estéticas procedentes de los grandes continentes del planeta, hecho único en la historia e inicio de la relación entre culturas. 

El Galeón Andalucía es una de las imitaciones del Galeón español del siglo XVII, que se dedica a viajar por el mundo recaudando fondos para su fundación, la Nao Victoria. Ha sido construido por Ignacio Fernández Vial que fue el precursor de todo el proyecto, después de un largo proceso de investigación histórica. 

Llega a Algeciras tras haber cruzado el Atlántico y después de cuatro años seguidos de giras en diversos países americanos. La tripulación está compuesta por 20 personas, capitaneados por Manuel Murube. Recorrió las 3.300 millas del cruce del océano el pasado mes de septiembre y, finalmente, llegó a España por el puerto de Vigo. Desde allí ha navegado hasta nuestras costas, pasando por el puerto de Huelva. 

Se trata de un imponente navío construido en el año 2009, obra maestra de nuestra carpintería de ribera, su construcción se basa en 55 ms. de eslora, madera de iroko y pino, cuatro palos, y 932 metros cuadrados de superficie vélica en sus sietes velas. Se considera un museo flotante de nuestra cultura marítima más universal, que recorre el mundo difundiendo la historia de los galeones españoles. 

Estos navíos aunque sean réplicas y estén construidos con elementos de antaño, es verdad que el Galeón Andalucía está recubierto de madera, pero no entero, es decir, la base que mantiene la forma del barco es de acero, por lo que lo convierte en más seguro y estable. También en cuanto a tecnología, está bien compuesto por si ocurre cualquier fallo o imprevisto. 

Además, lo maravilloso de estos barcos es que la estética lo mantiene vivo, por sus grandes dimensiones, por recordarnos a barcos piratas (aunque ellos huían de ellos, se concentraban en ir de puerto en puerto con la función de comercializar), por su aparición en diversas películas, documentales, etc. No pasarán desapercibidos y los niños son los que más ilusión les hace visitarlos. También, no solo es reconocido por sus apariciones sino por haber recibido el premio a Gran Velero de la Real Federación Española de Vela.