Triana, 50 años de rock andaluz

Este año se celebran 50 años del surgimiento de la banda que unió flamenco y rock, revolucionando la música y colocando a Andalucía en el centro del mapa mundial del rock.
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Han pasado 50 años desde que Jesús de la Rosa, junto con Eduardo Rodríguez Rodway y Juan José Palacios, fundaron Triana, una banda que cambió la música en España al fusionar flamenco y rock. Como pionera del rock andaluz, Triana no solo rompió moldes, sino que puso a Andalucía en el centro de la atención, alejándola de los estereotipos y dándole una voz propia.

La historia de Triana comienza con Jesús de la Rosa, quien, después de intentar abrirse camino en varios proyectos musicales, encontró su lugar en Los Bravos a finales de los 60. Sin embargo, su paso por la banda fue breve, ya que no encajaba en el estilo pop y comercial de esta. La relación se rompió, en parte por su acento y su carácter  musical, debido a  esto Jesús decidió seguir su propio camino.

Ese rechazo fue un golpe duro para él, pero también una señal de que debía buscar algo más auténtico. Comenzó a explorar sonidos que conectaran con su identidad andaluza, a la vez que reflejaran la complejidad de su tierra y sus raíces. Tras pasar por el grupo Nuevos Tiempos, Jesús encontró su voz en Triana, donde, junto a Eduardo Rodríguez Rodway y Juan José Palacios, dio forma a un proyecto revolucionario.

En 1974, al final de la dictadura, nació Triana en un contexto de efervescencia cultural y política. La banda, con una visión clara, decidió fusionar el rock progresivo, que gozaba de gran aceptación en Europa con bandas como Pink Floyd o King Crimson, con el flamenco, la música tradicional de Andalucía. Esta audaz propuesta no solo transformó el panorama musical, sino que también contribuyó a la revalorización de la cultura andaluza.

En 1975, Triana grabó su primer álbum, El Patio. Este disco introdujo una atmósfera mística y melancólica, con canciones como “Abre la puerta” y “El lago”, que no solo innovaron en sonido, sino que también ofrecieron letras profundas, marcadas por el misticismo, la melancolía y los sueños de libertad. El álbum fue un éxito rotundo, rompió esquemas y marcó el inicio del rock andaluz.

El Patio (1975)

En 1977, Triana lanzó Hijos del agobio, su segundo álbum, justo en el corazón de la transición democrática. Este disco reflejaba las tensiones de una España que comenzaba a dejar atrás años de represión. Canciones como “Rumor” y “Ya está bien” mostraban a una banda que entendía el contexto histórico y cultural de su país y quería expresarlo a través de su música. Jesús de la Rosa, con su inconfundible estilo poético, centró sus letras en temas de libertad y la esperanza de un futuro mejor.

Aire Cálido de Abril (1981)

Durante esta época, surgieron nuevas bandas que, aunque compartían la esencia de Triana, traían su propio estilo. Alameda fue una de las más destacadas, y su música contrastaba con la de Triana. Mientras la banda de Jesús apostaba por un sonido más introspectivo, Alameda optaba por una propuesta más melódica y luminosa, con influencias de jazz y sonidos mediterráneos. La rivalidad entre ambos grupos fue más creativa que competitiva, y en lugar de generar conflictos, benefició al movimiento del rock andaluz.

En 1979, Triana lanzó Sombra y luz, su tercer álbum. En este disco, la banda alcanzó una madurez tanto en composición como en producción, logrando un sonido más pulido, con arreglos complejos que fusionaban flamenco y rock sinfónico. Este trabajo consolidó a Triana como uno de los referentes del rock andaluz y se convirtió en uno de los discos imprescindibles de la música española.

Sin embargo, la historia de Triana dio un giro trágico en 1983, cuando Jesús de la Rosa falleció en un accidente de tráfico. Su muerte fue un golpe devastador para la banda y sus seguidores, marcando el fin de una era. Jesús, el alma creativa de Triana, dejó un vacío imposible de llenar, y la banda nunca logró recuperar el espíritu que él había aportado.

A pesar de esta trágica pérdida, el legado de Triana perdura. Su música sigue sumando seguidores y se ha convertido en un referente imprescindible del rock andaluz y español. La fusión de flamenco y rock, que en su momento fue vista como una locura, hoy es reconocida como una obra de innovación y autenticidad. Triana no solo creó un género, sino que supo capturar la esencia de una Andalucía que era tanto moderna como tradicional.

Bandas como Smash, Mezquita y Guadalquivir continuaron el camino trazado por Triana, enriqueciendo el movimiento y consolidando el rock andaluz en la música española. La influencia de Triana se sigue sintiendo hoy en día, con muchos artistas versionando sus canciones y viéndola como una fuente constante de inspiración.

 

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