La dificultad de las nuevas generaciones para conseguir una vivienda
Si preguntamos a nuestros padres o familiares sobre el nivel de vida de su época respecto a ahora, seguramente contestaran que no tenia nada que ver, ya que ahora los precios están por las nubes
¿Vivimos mejor que nuestros padres? Esta es una pregunta que se hace casi todo el mundo en algún momento de su vida. Parece evidente que pese a las crisis y recesiones la economía avanza, aunque sea de forma lenta, y genera un aumento del poder adquisitivo, que nos permite disfrutar de una mayor cantidad de bienes y servicios: ropa, tecnología, ocio, viajar etc. Pero, ¿qué pasa con la vivienda? La compra de una casa suele ser la mayor inversión de nuestras vidas y hacerlo es cada vez más costoso. El esfuerzo y la dificultad para acceder a una vivienda aumenta en cada generación, según revela un estudio del Banco Central Europeo (BCE).
Una encuesta del Banco de España mostraba que la riqueza neta mediana de los menores de 35 años se había reducido en España respecto a las generaciones anteriores.
Una de las principales razones por las cuales los jóvenes en la actualidad tienen menos acceso a las viviendas es por la mayor precariedad del mercado laboral, trabajos inestables, temporalidad, parcialidad (trabajar menos horas de las deseadas) o salarios bajos. Todo ello puede estar relacionado con la decadencia de la industria en general, en favor del sector servicios, donde los trabajos suelen ser más precarios.
Durante algunos años se ha podido ver como la vivienda en propiedad ganaba terreno, quizá no entre los más jóvenes, pero sí en general en la población. Esta tendencia se produjo por una mejora en las condiciones financieras y una mayor flexibilidad en el mercado hipotecario, que ‘taparon’ la dura realidad: el precio de la vivienda ha estado subiendo con mucha más fuerza que los salarios.
Comprar una casa es el sueño de la mayoría de los españoles. Es algo que está tan arraigado a la necesidad de tener una en propiedad para vivir en ella que rara es la vez que se plantea como una inversión, convirtiendo a España en uno de los países con mayor número de propietarios y con más número de viviendas por unidad familiar.
Según revela un estudio del Banco Central europeo (BCE) sobre la vivienda en España, la dificultad para comprar una casa ha ido aumentando con cada generación. El informe evidencia que mientras que en 1988 se necesitaban menos de tres años de salario bruto para comprar una casa, en la actualidad se necesitan más de siete y sin vistas a que mejore. Hace años, a diferencia de la actualidad, tener unos ingresos bajos no era una excusa para acceder a una casa.
La crisis de 2008 marcó un antes y un después en el mercado inmobiliario. Desde entonces, los jóvenes una gran dificultad para adquirir una vivienda, obligándolos a optar por el alquiler y en algunas ocasiones compartido. A su vez, el gasto del alquiler impide cierta acumulación de dinero imprescindible para la adquisición de una vivienda. Hace unos años, no era difícil obtener una hipoteca. Hoy, la situación no es la misma y las condiciones han cambiado considerablemente: las entidades bancarias quieren seguir facilitando el acceso a la vivienda a través de la financiación, pero al querer evitar situaciones similares a las del pasado, requieren unas cantidades de dinero previas que hacen difícil el acceso para los más jóvenes y también para aquellos que tienen trabajos y salarios precarios.
Los jóvenes son la nueva generación, y debemos facilitar un buen acceso al adquirir una vivienda para que así las futuras generaciones tengan un futuro prospero y una calidad de vida considerable; actualmente, a niveles monetarios, los empleos no están en su total concordancia con los precios de las viviendas, lo cual perjudica a la mayoría de los nuevos compradores y nuevas generaciones, y ese equilibrio debería estar proporcionado, debemos luchar por un país equitativo, tanto en los salarios como en los costes de la vivienda.
Periodista, redactora y jefa de sección de actualidad.
Estudiante de doble grado de periodismo y comunicación audiovisual.