OT: La bendición del segundo

Paul Thin se alza con el puesto de las futuras estrellas en Operación Triunfo 2023
Paul Thin y Naira. Fuente: La Opinión A Coruña

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Es bien sabido que la historia es cíclica, y aunque se manifiesta de diferentes maneras, siempre tenderá a unos patrones específicos. Pasa incluso en un reality show tan aclamado como Operación Triunfo, donde las leyendas se amontonan y dan pasos a las más amplias teorías, que se repiten en espirales constantes para sorpresa de nadie.

Una de las más conocidas es la bendición para muchos, maldición para pocos, del segundo ganador: aquel que se alce como subcampeón, obtendrá el mayor reconocimiento musical en la industria mainstream, más incluso que el actual ganador, que en esta edición ha sido la zaragozana Naiara.

Este evento canónico, tan repetido en la cultura pop, se ha podido apreciar con nombres tan sonados en el panorama español como David Bisbal, Manuel Carrasco o Aitana, mientras que muchos de los nombres de los que se alzaron con el oro, fueron paulatinamente olvidados, siendo apenas recordado por aquellos que lo vivieron en directo.

Naiara en su actuación como finalista. Fuente: Leonoticias

Naiara en su actuación como finalista. Fuente: Leonoticias

Partiendo de la premisa que el éxito musical depende en gran medida del público, puede ocurrir que en esta última edición del programa haya una vuelta de tuerca: Naiara no solo ha conseguido ser la nómada favorita en un total de tres ocasiones, sino que también ha batido récords al haber obtenido un 49% de los votos en la esperada final, además de no haber sido nominada para expulsión en ninguna sola ocasión.

Con un programa tan rigurosamente perfecto, ha sido una victoria totalmente merecida para Naiara, característica por su esencia más ‘choni’, su afinación perfecta y su sentido del humor. Sin embargo, se muestra una contraposición con uno de sus mejores amigos dentro de la academia, Paul Thin, nominado en varias ocasiones y siempre salvado por el público.

Paul Thin, natural de Granada, se ha posicionado como uno de los artistas más reveladores dentro del programa, al apostar por una estética apabullantemente suya, con la creación de sus propias producciones musicales y siempre buscando impregnar su estilo en todos los géneros que ha probado, desde las baladas hasta las pegadizas canciones de Bizarrap.

Es por ello que ambos artistas congenian a la perfección, y ahí reside el quid de la cuestión: siempre se está a tiempo de reinventarse, porque uno nunca llega a conocerse en profundidad a menos que reciba apoyo externo de profesionales y de amistades trascendentes, en una etapa tan complicada como puede ser la entrada a la adultez.

Foto publicada por Naiara en su cuenta de Instagram

Foto publicada por Naiara en su cuenta de Instagram

Ejemplo de ello ha sido las amistades que ha desarrollado el granadino durante el transcurso del reality show. Debido a su naturaleza introvertida, se sintió “que entre muchas personas, no me elegiría nadie a mí”. Pero al final, todo cambió,  al acabar contando con un círculo de amigos que lo quisiera con locura, como Álvaro Mayo y Lucas, y que los profesores de la academia lo seleccionaran como finalista directo.

Comenzó también con su estilo tan rompedor, para llegar incluso a sentirse decepcionado por parte del jurado, volviendo a reinventarse. Tanto que se decoloró el pelo y confirmó su nombre artístico, pasando de Pablo a Paul Thin, y dejando a todos los espectadores ojipláticos con su versión que trasciende al plan místico de Milo J y Bizarrap.

En definitiva, la final de OT 2023 ha sido digna de una revolución musical, donde los prejuicios desaparecen, surgen nuevas perspectivas y se ha buscado ser tan contradictorio y fluctuante como una mariposa. Se espera una nueva generación musical en España que, si acaba siendo efímera, al menos será inolvidable.

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