Charo, usuaria de la asociación ‘Realidades’: “Me despidieron y me quedé en la calle”

Según el informe de CC. OO, al menos 5.539 personas se encontraban en situación de sinhogarismo en Andalucía en 2022.
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Foto: Ángela León

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Foto: Ángela León

Eran las 16.00 horas de un martes cuando cogí el 31 en la Avenida de la Borbolla camino al barrio de Murillo. Allí tenía la cita con Charo en la Asociación Realidades que se encuentra en un enjambre de vidas rotas y de lucha. Me encontraba expectante y nerviosa, sabía del reto que suponía visitar el otro mundo que se esconde detrás del atrezo navideño que inunda la ciudad. Allí no hay nada que te indique que estamos a días de la Navidad.

En el trayecto de autobús, me acompañó ‘Manué’, un gitano cargado a cuestas con el compás de su guitarra y su voz rota, decorada con retales de las coplas de Camarón. Se subió conmigo, pero cogimos caminos diferentes, dibujo que retrata lo diferentes que son nuestras vidas.

Foto: Ángela León

La historia de Charo es una de tantas que visten la realidad social y la vida cotidiana de tintes negros. Hace un año su vida cambió para siempre tras perder su trabajo y verse obligada a denunciar a su casera por la violencia que recibía: “me alquiló la habitación de su hijo y era una mujer que bebía mucho y nos agredía a él y a mí, me vi obligada a denunciar y me fui a la calle”. Lejos de ser una leyenda urbana, Charo, sevillana de la calle Castilla de toda la vida es una víctima del expolio y las agresiones a las que se ven expuestas: “Terminé en la calle con todas mis pertenencias y me lo robaron todo. A todo ello hay que sumarle que sufro de bipolaridad diagnosticada con medicación”. A través de Rocío Muñoz, psicóloga de la asociación ‘Realidades’ me puse en contacto con Charo para poder abordar la cuestión de las personas sin hogar, a través de sus ojos.

Charo, a través de su rostro amable y su tono de voz suave nos trasladó el espíritu bravo que debe tener una persona si quiere superar tantos avatares en la vida. Este es su caso. Sin tapujos ni vergüenza me contó su historia mientras tomaba café. Mientras tanto, yo impresionada por el aspecto bélico del barrio de Murillo coloqué el móvil para grabar íntegramente (con su permiso) la charla tan brutal que mantuvimos durante intensos ocho minutos.

Foto: Ángela León

Conversamos en medio de la división de dos mundos. Esa fue mi sensación cuando me adentré en las costuras de aquel barrio que tiene en la asociación ‘Realidades’ la pizca de esperanza que, a muchos, por sus circunstancias vitales, les falta. Me dispuse a escuchar con atención cada una de sus palabras para, como decía mi abuelo “retratar” la vida de Charo, una vida curtida en el azar, pero imbuido de la voluntad de vivir.

Su nueva vida en ‘Realidades’ comienza un 7 de marzo cuando finaliza su estancia por ingresos en el Hospital Virgen del Rocío, tras una entrevista realizada por la propia asociación ingresa como usuaria de esta: “Llevo desde el 7 de marzo aquí, sin casa y controlándome la enfermedad. Lo que pasa es que he recibido mucha ayuda por parte de ellos”. Sobre la gestión emocional que supone el cambio de tener una cierta estabilidad y un hogar, la sevillana nos cuenta: “Se gestiona muy mal porque es como empezar de cero, sin nada propio. Todo lo que tengo es dado. Lo perdí todo hasta mi título de carrera, soy licenciada en pedagogía. Lo he perdido todo y se gestiona muy mal, pero con fuerza y tesón se sale poco a poco, no hay otra”.

Foto: Ángela León

Con respecto a la ayuda que recibe Charo por parte de ‘Realidades’, la pedagoga nos cuenta que: “Ellos ayudan en todo lo que tiene que ver con la comida dándonos una tarjeta con 30 euros semanales, de manera que tenemos 120 euros al mes”.

La labor de la asociación no se queda ahí, ya que ofrecen un ‘rescate’ integral de la persona que se encuentra en riesgo de exclusión social en el ámbito laboral: “Ellos nos hacen un plan de objetivos donde ellos nos explican los objetivos que la organización quiere que alcances”. Porque contra todo prejuicio erróneo que rodea a estas asociaciones:“Ellos no quieren que estemos aquí con techo y comida, ellos quieren que nos movamos y actualicemos”. Esta conversación fue previa a la cita que tenía nuestra entrevistada: “En la Fundación Don Bosco con una orientadora laboral para que ella me comente como está el mercado laboral y así recuperar este año perdido”.

El pasado 29 de noviembre y tras muchos intentos de fundaciones como ‘Hogar Sí’, la Real Academia Española reconoció, por fin, la inclusión del concepto ‘sinhogarismo’, precisamente sobre esto le preguntamos a nuestra invitada, que es precisamente víctima de esa realidad quepadecen miles de personas en nuestro país: “Ya era hora de que se reconociera, porque esto le puede pasar a cualquiera. Yo en la vida iba a imaginar que me iba a ver en la calle. El hospital Virgen del Rocío me tuvo dos meses hospitalizadas porque no tenía donde ir, porque no tengo ni el apoyo de mi familia, es como si no existiera”.
La entrada en el barrio de Murillo fue algo impactante para mí, incluso para Charo sigue siendo un entorno hostil que le genera cierta inquietud: “El otro día visité las cenizas de mi padre que están en la calle ‘Pureza’ y me quedé sorprendida por la diferencia que hay entre ese barrio y este. Luego llegas aquí y es desmoralizante, aunque por supuesto, estoy muy agradecida a la asociación. Pero claro llegas a este entorno y a mi me da miedo a salir a la calle”.

Con respecto a la falta de miramientos que tiene el sinhogarismo para impactar en la vida fáctica de la ciudadanía, sin discernir edad o nacionalidad: “Aquí te encuentras compañeras de todo tipo. Yo estoy en un piso con más compañeras, en las que cada una tiene sus propias circunstancias, pero tenemos un punto en común. Pues todos venimos con problemas y aquí nos damos cuenta de que la unión hace la fuerza”.

Los delitos de odio y la aporofobia son dos realidades sociológicas que se posan sobre los colectivos vulnerables, por lo que, es evidente que este colectivo lo padece con rudeza. Además, en muchos casos la sociedad estigmatiza, basada en prejuicios a aquellas vícti mas de circunstancias tan dolosas como la que, a través de Charo, hemos puesto voz y rostro: “Los prejuicios siempre existen, pero depende la persona. Yo espero que no me repercuta en un futuro, el haber estado sin hogar durante un año”.

Ya iba acabando su relato y abordamos el futuro que espera cuando deje atrás su estancia en la asociación: “A mi la asociación me ha dado la vida, siempre les voy a estar a recordar. Me va a dar mucha pena marcharme de aquí. Aquí no puedes estar más de un año. Igualmente, espero tener la oportunidad de volver a trabajar con la ayuda de ellos”.

Charo nos ha dado un relato crudo de lo que es una forma de vida dentro del sinhogarismo: que es un fenómeno estructural causado por múltiples factores: económicos, sociales y políticos, pero que se cruza, a veces con el relato de una vida difícil. Miremos a esta sevillana y contemplemos su testimonio de resiliencia “con tesón y valentía se sale, no queda otra” y por supuesto recordemos las palabras de la sevillana, a la hora de definir lo azaroso de la cuestión: “Esto es algo que le puede pasar a cualquiera”.

La despedida de Charo fue algo duro, ya que salí tras contemplar una vida de ruina, pero con un espíritu de resurrección abrumador. El entorno, como hemos descrito antes lo era el mejor para el desarrollo de una vida normal, sin atrezos. Me marché de allí con una anécdota bajo el brazo: Un hombre me preguntó junto a su niño si en aquel lugar, que era más parecido a un lugar de guerra que a una parte de Sevilla, me preguntó: ¿Niña tu sabes si hay un kiosco por aquí? A lo que yo le respondí que no, mientras pensaba: ¿Qué hace ese niño aquí y donde va a encontrar un kiosko en este lugar tan inhóspito que se encuentra separado por la ronda Tamargillo de un vecindario común?

‘ASOCIACIÓN REALIDADES’: UNA PUERTA HACIA UNA NUEVA VIDA

Realidades nace hace 30 años y desde ese día, no han parado de coser los restos de la vida de personas sin recursos, que por diferentes razones se enfrentan al crudo ‘sinhogarismo’. La asociación desarrolla su acción social en distintos campos, todos necesarios para con seguir la integración social real de las personas que están sin hogar
(fomentar su autono mía e introducir cambios positivos) más allá de paliar temporalmente necesidades.
Estos proyectos de integración social se realizan a través del trabajo en red que recorre desde el ámbito económico, pasando por el laboral y el psicológico. Estos proyectos, según la información que he encontrado en su web se financia a través de: Fondos sociales de UE, Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, NO&DO, Junta de Andalucía, ayuntamiento de Cádiz y el de Coslada, hacen posible que esta asociación emerja con fuerza estas iniciativas que cosen las heridas de víctimas de esta circunstancia.
1076 personas sin hogar atendidas en 2022 por la Asociación Realidades. Esto supone un notable incremento de un 37,9 % con respecto al año anterior gracias a la consolidación de los distintos proyectos que conforman el Programa Integral para personas sin hogar.

RECONOCIMIENTO EN LA RAE Y  DELITOS DE  ODIO

Desde la asociación ‘Hogar Si’ iniciaron un recorrido duro para que el ‘sinhogarismo’ sea reconocido en Real Academia Española: “Circunstancia de la persona que ca rece de hogar donde vivir y, generalmente, de cualquier medio de vida”, mostrando un claro espíritu combativo contra este fenómeno que inunda las ciudades de nuestro país.

Dicha realidad social se vio fagocitada por el impacto del COVID-19. Desde la propia asociación cuya sede se encuentra en Madrid, lucharon contra viento y marea para dar una salida a aquellas personas que se encontraban desamparados en las calles de nuestro país: “Esta situación puso la circunstancia de muchas vidas en jaque al estar “marcada por las limitaciones del sistema de atención existente, ha consistido principalmente en eliminar la temporalidad y alargar los tiempos de estancia en los alojamientos existentes, aumentar el aforo de algunos recursos y reordenar su funcionamiento, así como, la creación de más de 7.000 nuevas plazas para las personas que viven de manera permanente en la calle”.

El sinhogarismo es un fenómeno estructural causado por múltiples factores: económicos, sociales y políticos. Y además hay que añadirle el matiz que me hizo Charo durante la conversación que mantuvimos: “Estar sin hogar es algo que le puede pasar a cual quiera, por muy complicado sea de entender”. Recientemente, usamos la palabra sin hogarismo porque el lenguaje construye realidad y queremos destacar que este problema es un fenómeno estructural causado por múltiples factores de tipo económico, político o social.: “Es una violación de los derechos humanos, del derecho a la vivienda, pero también a la salud, al empleo, a la intimidad, a la seguridad y a la dignidad” .Desde Hogar sí, nos confiesan que el mantra fundamental que tiene que regir la lectura pública del este fenómeno es que: “Ignorar un problema o simplemente gestionarlo no hace que desaparezca o se solucione. Y como sabemos que lo que no se nombra no existe, en 2023 hemos vuelto a solicitar a la RAE que la palabra sinhogarismo esté incluido en el Diccionario de la lengua española (DLE). Lo hemos conseguido, pero lo que deseamos con más fuerza es que el sinhogarismo sea solo una palabra en el diccionario y que todas las personas tengan derecho a un hogar”.

“De esta manera se reconoce un fenómeno estructural que afecta a más de 37.000 personas en España”.

Conversamos para ahondar en la cuestión lingüística que afecta al problema, realizamos una videoconferencia con el director general de la organización ‘Hogar si’, José Manuel Caballol en la que se mostró orgulloso del objetivo conseguido: “Ahora que hemos con seguido que aparezca en el diccionario, hagamos que desaparezca de las calles”, este es el objetivo principal que sigue teniendo la asociación.

Viviendas vacías (13,7%) y donde se concentran (Málaga y Sevilla) según los últi mos datos de 2021 en Andalucía hay 641.437 viviendas vacías que representan el 13,7% del total. El registro Municipal de demandantes de vivienda de Protección Oficial actualmente es de 67.346 personas, las provincias con mayor número de personas registradas son Sevilla (32,9%).

DELITOS DE ODIO,UNA CICATRIZ SOCIAL

‘Hatento’ es un instrumento, un observatorio que utilizan en la organización, que se en carga de realizar estudios sobre los delitos de odio que sufren este colectivo al estar ex puestos sin recursos ante el azar, desde la organización definen esta situación como: “Los delitos de odio hacia las personas en situación de sinhogarismo consisten en una in fracción penal en el que el agresor expresa odio o discriminación hacia las personas en situación de pobreza, culpabilizándolas y castigándolas por su situación de vulnera bilidad. Estos incidentes y delitos de odio por aporofobia suponen una gravísima vulneración de los derechos humanos”.

Según los estudios realizados “un total del 47 % de las personas sin hogar han sufrido este tipo de delitos y la mayoría de los agre sores son perpetrados por hombres entre los 18 y 35 años”.

Foto: Imagen cedida por i’Hogar Si’

Este es Pedro, una víctima del sinhogarismo, tiene 64 años y lleva 17 años viviendo en la calle, este es su relato sobre las agresiones que ha sufrido a lo largo de su vida como hombre que sobrevive en la calle: “La calle te mata por la intolerancia y porque la juventud que hay hoy en día no tiene respeto por nadie. Ven a una persona en la calle y lo que hacen es prenderle fuego o pegarle. A mi me pegaron una vez en un cajero estando, durmiendo y no es agradable. Yo temo morir en la calle”.

Organizaciones como ‘Hogar SI’ y ‘Realidades’ ofrecen servicios integrales de aloja miento, empleo y atención psicológica para rearmar vitalmente a aquellos que no tienen la suerte de contar con un techo donde poder realizarse. Miles de historias copan estas asociaciones que realizan un trabajo contrarreloj, y a veces insuficiente por la falta de medios para atender a tantas personas.
Es una cuestión social, muy presente en la agenda social de los Ayuntamientos, como nos cuenta Mercedes Benítez del Diario ABC de Sevilla: “Más de 320 personas pernoctan en las calles de Sevilla”, y para evitar que el mayor número de estas víctimas del sinhogarismo, desde el propio consistorio de la Capital se ha “aumentado en 111 plazas en los centros de acogida para las personas sin hogar para combatir el frío”.

Hay que seguir, para que ninguna persona se juegue la vida en las calles al no tener un hogar.

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