Kush, ‘la nueva droga zombie’ que arrasa en África Occidental

"Se trata de un acontecimiento muy siniestro para el país, especialmente porque apunta a los jóvenes, los líderes del mañana", afirma el doctor Jusu Mattia
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El Kush, la nueva droga zombie que causa estragos en África Occidental. Foto web de Marruecom.

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El kush es una variedad del cannabis indica originada en Asia Central que se ha extendido alrededor del mundo a través del narcotráfico. Esta nueva droga sintética está provocando malestar entre los jóvenes de 18-25 años, de Sierra Leona, un pequeño país del África Occidental. Pero este problema no es exclusivo de esta región, ya que se extiende a los países fronterizos como Guinea y Liberia, agilizando el consumo masivo de esta droga.

Para comprender el alcance que tiene esta potente droga en el mercado ilegal contextualizamos: la Guerra Civil de Sierra Leona (1991-2002) este acontecimiento marcó un antes y un después en la vida de los africanos que trajo consigo consecuencias irreparables como el número desorbitado de los fallecidos, por otro lado, la destrucción de infraestructuras en Sierra Leona, y el éxodo masivo de refugiados sierraleoneses hacia Guinea y Liberia. Tras este duro revés se le une la epidemia de ébola (2014-2016) en el continente africano que se convirtió en el brote más grande de la historia, el cual se extendió por Europa y Norteamérica. Como resultado esta droga se centra en la evasión de los problemas como los conflictos armados o la falta de oportunidades laborales entre los más jóvenes.

Entre los componentes destacan el cannabis, fentanilo, tramadol (calmante para el dolor), formaldehído (gas incoloro). Según indica The Conversation, el tráfico de esta droga surge de las pandillas locales que consiguen todos estos componentes y los mezcla para crear esta explosiva droga.  En los últimos años se ha propagado una teoría sobre el posible contenido de huesos humanos pulverizados en ésta. Acerca de esto, surgen dos hipótesis; el asalto en los cementerios por los saqueadores de tumbas, para luego añadir las cenizas a la mezcla o la presencia de restos de narcóticos en los adictos de fentanilo y tramadol. Pero todas estas creencias fueron desmentidas por Michael Cole, profesor de ciencias forenses de la Universidad Anglia Ruskin en Inglaterra, que explicó en The Conversation lo siguiente: “ambos casos son inviables. Por una parte, los niveles de azufre en los huesos son poco significativos; además, fumar azufre conlleva a la producción e inhalación de dióxido de azufre, altamente tóxico. Por otro lado, cualquier resto de narcótico en los huesos es ínfimo como para poder causar efectos fisiológicos”.

Centrándonos en los efectos se encuentran los más conocidos como son la euforia, la relajación hasta tal punto de llegar a la somnolencia o incluso a la confusión. Por otro lado, la tolerancia a la droga se convierte en un problema para los adictos que no pueden dejar de consumirla. En la mayoría de los casos, los jóvenes optan por realizar actividades delictivas como el tráfico ilegal de sustancia, o la prostitución. Éste último es el caso de Kadiatu, una joven de 22 años de edad que se genero una dependencia de la droga para su vida diaria. “Después de fumar dos, tres (porros), me siento bien, me siento bien, mi meditación cambia, mi estado de ánimo se calma”, dijo a AFP.

El consumo del kush se generaliza a través de los porros, cada uno cuesta cinco leones, es decir no llega a los 20 céntimos. El consumo diario se posiciona en la cantidad de 40 cigarrillos al día. Esto representa un gasto desorbitado en el mercado de las drogas ya que éste país presenta uno de los ingresos anuales de 600 euros. Según el doctor Jusu Mattialas, ” las víctimas mortales están al alza, cada día 12 personas pierden la vida por el kush”. Por otro lado, The Telegraph asegura que “ha registrado miles de casos de hospitalizaciones diarias por ésta”.

El perfil de consumidores no entiende de escala social, ya que afecta tanto a los pobres como a los más ricos. En Freetown, la capital de Sierra Leona se encuentra uno de los mayores fumadores del país, donde apareció esta adictiva sustancia hace cinco años. En este lugar se reúnen los jóvenes fumadores que al cabo de un rato presentan signos de inconsciencia debido a la exposición directa con los vapores de la droga. En concreto, los adictos experimentan en su cuerpo un estado de “gran meditación” que se traduce en una sensación de calma prolongada que dura como máximo una hora. Un testimonio de esta epidemia del kush es Koroma, un joven que asistía de manera regular al distrito de Crab Town, “la causa fundamental de su adicción era la pobreza y el abandono”, dijo a France 24.

Jóvenes se reúnen en un fumadero de Kush en Freetown el 26 de junio de 2023.

Jóvenes se reúnen en un fumadero de kush en Freetown el 26 de junio de 2023. AFP – JOHN WESSELS

La alarma social y sanitaria del kush cuenta con un único hospital psiquiátrico en todo el país, en este espacio los jóvenes adictos, el 60 % de las personas son hombres que comienzan un largo proceso de desintoxicación que puede durar entre 3 y 6 semanas. Durante este tiempo están aislados para la mayor eficacia del tratamiento con antipsicóticos. Este proceso de desintoxicación se ha visto truncado más de una vez ya que el Estado no quería hacerse cargo del abastecimiento de los alimentos para los pacientes. Ante esta situación de injusticia, la ONG PIH, Partners In Health asumió los gastos en el proceso de recuperación. A pesar de los esfuerzos por ayudar en la recuperación de los adictos, éstos necesitan terapias, actividades de integración para evitar las recaídas que se han prolongado en los últimos años debido a la falta de recursos.

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