Pilar: “La pandemia a mí me destrozó, yo no lo sabía, pero me destrozó”

La pandemia de la COVID ha afectado en la salud mental de los jóvenes. En este reportaje contamos con el caso de Pilar y los puntos de vistas de algunos profesionales
Foto: The People Speak (CC BY-NC 2.0)

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“La pandemia a mí me destrozó, yo no lo sabía, pero me destrozó”: Con estas palabras se resume el calvario que ha tenido que pasar Pilar, una chica de tan solo 22 años a la que la pandemia de la COVID le afectó a su salud, tanto física como mental.

Hoy en día, “No conocer a alguien con trastorno mental, es cuanto menos, raro”. Así comenzaba Luis Pizarro Fernández (médico epidemiólogo y asesor en el programa de salud mental de la Consejería de Salud) su entrevista. Luis comenta que en esa franja de edad las personas son más sensibles ya que la madurez psicológica no está desarrollada, esto hace que la pandemia se haya sufrido más en los jóvenes que en adultos.

A finales del siglo 20 o principios del 21, la OMS (Organización Mundial de Salud) advertía que uno de los principales problemas de la humanidad iba a ser, sobre todo, los trastornos mentales comunes. “La pandemia del COVID se ha encargado de acelerar todo ese proceso de ansiedades y depresiones en la gente joven”.

Pilar comentaba que fue una amiga suya, que había pasado por una situación similar, la que le animó a ir al psicólogo ya que lo que me estaba pasando no se trataba de ninguna tontería. Ella siempre ha sido una chica muy extrovertida, pero tras la pandemia, al salir de su zona de confort, se le hizo muy cuesta arriba. “Cogí fobia social, no podía estar en un sitio con mucha gente, ni con muchas luces, ni mucho ruido… Me costaba hasta bajar a comprar el pan”.

“Muchas veces no quieren pedir ayuda ya que se ve como una debilidad o por miedo a cómo te etiqueten desde fuera” estas palabras de Sagrario Cruz Hernández, psicóloga clínica fue lo que, al principio, le pasó a Pilar.

“Mis padres sabían que no estaba bien, me levantaba llorando y me acostaba llorando, pero yo no quería preocuparlos” Fue una de sus mejores amigas la que le insistió en que le hiciera saber a sus padres por lo que estaba pasando, y así lo hizo. También fue un punto de inflexión para hacérselo saber a sus padres los ataques de ansiedad y pánico que sufría. “Llegaba un punto en el que yo estaba a gusto en mi propia tristeza, pero cuando ya veo que me afectaba a nivel físico no tuve más remedio que decírselo a mis padres”. Estos problemas se vieron reflejados en Pilar de manera física cuando, tras hacerse unas pruebas le detectaron mucha anemia y había bajado considerablemente su peso.

“Hay veces que el joven responde sin medicación. La misión de los medicamentos es que te facilite ir a terapia. La medicación sin terapia no vale para nada”. “Es el propio psiquiatra el que dice que sin terapia la medicación no sirve”. Estas palabras de la psicóloga infanto-juvenil María de los Ángeles Sánchez hay que tenerlas en cuenta. La terapia y la medicación son elementos que se complementan, por separado no sirven para nada. Esto es uno de los problemas que vemos ahora. La sanidad pública te deriva al psiquiatra para la medicación, pero los pacientes no acuden a terapia de manera regular, y así no se avanza en el proceso.

Para Pilar, hay casos en lo que es súper importante que tanto la terapia como la medicación vayan de la mano. En su caso fue así.  En la situación en la que se encontraba necesitaba la medicación para controlar los niveles de ansiedad. Al principio, acudía solo al psicólogo, pero no le ayudaba y tuvo que recurrir a la medicación. “Al principio me daba miedo ya que te puedes hacer dependiente a los ansiolíticos y tuve que luchar contra eso”. Pero sí que es verdad que hasta que tú no vives esa situación, no sabes lo que es mejor para ti, aclaraba Pilar.

También surge el problema de la falta de profesionales. “La pública sabemos que está desbordada y te dan una cita al mes con suerte, no dan abasto y los servicios son los que son”. Tras las palabras de María de los Ángeles, es obvio el problema que hay a la hora de tratar a los pacientes con estos problemas. Luis Pizarro, me decía que en Andalucía no se llega a los 5 psicólogos por cada 100 mil habitantes estando la media en unos 16 o 17. “Hacer psicoterapia es muy difícil debido a la falta de profesionales. Ver a un paciente cada 2, 3 o incluso 6 meses es imposible para hacer una psicoterapia efectiva”.

La psicóloga clínica Sagrario Cruz, también estaba de acuerdo en que la terapia, en muchas ocasiones es ineficaz. “La terapia que se da es ineficaz ya que están a distancia y no tienen tiempo para dedicarle a cada paciente”.

Hay más demanda en los especialistas privados ya que la Seguridad Social no tiene capacidad para abordar en montón de demanda que hay con la salud mental, a pesar de sus buenos profesionales.

Para Luis, el sistema sanitario público siempre había sido cortito, pero ahora que se ha producido un desborde no ha sido capaz de dar una respuesta. Todo esto, a pesar de saber que este tipo de trastornos iban a ir en aumento por lo que los servicios sanitarios han estado poco hábiles y eficaces. “Tenemos unos medios sanitarios públicos bastante deficitarios para dar respuesta a este incremento de casos”.

“Tuve que dar prioridad a mi salud mental para después seguir con mi vida normal, y eso me costó un montón”. Pilar se encontraba estudiando en la universidad, y durante un tiempo tuvo que dejarla. A ella eso le costó un montón ya que pensaba “¿Tanto me está pasando como para no poder tener una vida normal?”. El simple hecho de asistir a clase, para ella era un mundo y tuvo que dejarlo, por un tiempo, atrás.

Según Luis Pizarro, la mayor parte de los problemas de salud mental vienen del choque de nuestras expectativas y lo que nos rodea. Lo que vivimos en el mundo cada vez es más estresante, competimos con la sociedad, exigencias a edades tempranas… toda una especie de presión exterior que hace que termines neurotizado y con. Problemas de salud mental como mínimo. Para Luis, este tipo de cosas con psicoeducación se reduciría sin ningún tipo de duda. “El manejo de tus emociones, saber cómo funciona tu mente, sus debilidades, sus fortalezas y sus oportunidades. La mente tiene mucho de algo que se puede entrenar. Tenemos que saber entrenar nuestra mente para que se enfrente de la manera más fructífera posible a las situaciones de la vida cotidiana”. Para Luis es importante que, desde pequeños, en el colegio deberíamos aprender educación psicológica al igual que aprendemos inglés.

“Hay mucha gente con cierta sensibilidad de analizar sus pensamientos menores, todo lo que pasa por su mente se creen que son ciertos, cuando la mayoría son humo. Sin embargo, afectan a nuestro organismo como si fuesen verdad”. Pues estas personas son las más vulnerables a la hora de sufrir trastornos mentales según Luis.

“Cuando iba sufriendo esos ataques de pánico, al principio no tenía ni idea de qué pasaba”. Pilar había tenido algunas amigas con ansiedad, pero como a cada persona se le refleja de manera distinta no sabía qué le estaba pasando. Ella cuenta que no ha sido consciente, hasta hace relativamente poco, de que eso se llamaba ansiedad. Cuando ella veía que no era una simple preocupación por algo o un simple agobio ha sido cuando más ataques sufría. “Al principio no le daba mucha importancia, pero esos ataques no desaparecían, sino que incrementaban”. Ahí ya se dio cuenta que no era algo pasajero ni algo normal. Esta situación le desgastaba tanto física como mentalmente y no podía seguir así.

“He tenido un trabajo conmigo misma, con mi psicóloga y con mi psiquiatra flipante”. No solo era ir a terapia y que te soltaran la charla, lo que más costaba era trabajarlo tú mismo. Sin embargo, la satisfacción que te generaba después no tiene nombre, decía Pilar con orgullo.

Afortunadamente, el caso de esta joven quedó ahí. Lleva con la terapia y con la medicación cerca de 4 años. A día de hoy no le pasa tanto pero sí que es verdad que cuando tiene más cosas en la cabeza sigue estando ahí.

“Asumir y aceptar el problema para pedir ayuda no es nada malo, sino de valientes”. Así anima Pilar a las personas que sufren este tipo de trastornos para contar y dar el paso de acudir a especialistas. Que no dejen pasar por alto la salud mental ya que es una cosa fundamental para estar bien contigo mismo y con los demás. “Ir al psicólogo igual que se va al dentista cuando tienes una carie”. Debemos normalizar este hecho y dejar atrás los tabúes que se han ido imponiendo en la sociedad.

Al igual que para Luis, Sagrario Cruz dice que la solución está en trabajar más el tema de la salud mental desde que somos pequeños. Que nos informen de cómo funciona nuestra cabeza para tratar de controlar nuestros pensamientos. “Nadie está aquí por loco, loco está el que no viene a terapia y tiene un problema”. Así anima Sagrario a dejar atrás tabúes y animar a la gente joven a acudir a los especialistas.

Tanto a Luis, como a Sagrario y María de los Ángeles, les preocupa el tema del suicidio. Luis dice que el suicidio es una preocupación central pero todavía no estamos viendo los resultados. Según María de los Ángeles, el suicidio es la primera o segunda causa de muerte en jóvenes. Lo que pasa es que, al ser un tema tabú, no se habla de ello. Nadie quiere hablar del tema, pero ahí está. Hay casos en colegios, institutos y en nuestras consultas. Para Sagrario, la multitud de situaciones que puede vivir una persona con estos problemas para quitarse la vida son muchas. El suicidio es una probabilidad muy alta si no tratas la depresión a nivel cognitivo.

Tras haber recordado todo su proceso durante esta enfermedad, todas las sesiones de terapia con la psicóloga, con el psiquiatra, e incluso consigo misma, a Pilar se la ve orgullosa de todo lo que ha pasado. De ver que no podía seguir con su vida cotidiana a afrontar el problema y estar lográndolo poco a poco. Gracias a su esfuerzo, a su círculo cercano, a los especialistas y a la medicación, entre otras cosas, Pilar ya hace una vida normal como hacía antes. Una vida normal como la que se llevó por delante la pandemia pero que, ahora, y con más fuerzas que nunca está volviendo a disfrutar.

“Si no estás bien a nivel mental, todo lo demás no sirve para nada”. Así concluía Pilar con los ojos vidriosos de haber estado aguantando las lágrimas de la emoción que le había supuesto recordar todo el proceso. Un camino largo en el que, desgraciadamente, cada vez viven más jóvenes.

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