Sucede a menudo, que uno no se entera de las cosas que ocurren en su ciudad y va a buscarlas fuera. Se dice, a menudo también, que más allá del centro de la capitalísima Madrid, son poco abundantes las actividades del catálogo social y cultural. Uno va fuera a buscar las cosas porque no sabe las que tiene cerca. Y por ello, les traigo aquí una herramienta más para revisar en esas tardecitas en las que uno no sabe qué hacer más que suspirar deseando que su ciudad tenga tanto trajín cultural como el que parecen tener otras ciudades.
Se trata del Centro Andaluz de las Letras (CAL), un organismo público encargado de promocionar el libro andaluz, impulsar la creación literaria y el conocimiento de la literatura andaluza. Así, dependiente de la Consejería de Cultura y con sede física en Málaga, Andalucía es la única comunidad en todo el territorio español que ha tenido la suerte de conservar esta institución pública que tan bien le hace a las letras. De esta forma, el CAL cuenta con una agenda cultural amplísima y personalizada para cada una de las provincias andaluzas, cambiando de actividades y contando a menudo con la participación de poetas y escritores de la tierra donde se celebra cada una. Además, uno puede ver en su web la variedad de programas que ofrece —y suspirar de alivio pensando en que ya le gustaría a más de una capital—, como la Escuela de Escritores Noveles, el PoetiCAL, el Ciclo Kafka o la Red de Clubes Andaluces de Lectura.
Así pues, la semana pasada tuvo lugar en la Biblioteca Pública Infanta Elena la presentación del libro ‘Otaberra’, de la escritora sevillana Elisa Victoria. La próxima semana se celebrará en el mismo lugar y también con entrada gratuita un debate sobre las distopías y las novelas de terror con Agustina Bazterrica (autora de ‘Las indignas’) y José Manuel Camacho. Y esto tan solo en la capital hispalense, pues el calendario tiene fechas con diversas actividades para cada ciudad.
Hace ya tiempo que Andalucía se convirtió en un reclamo cultural de cara al exterior, y los últimos tiempos—los Premios Goya, los Grammy Latinos, la Feria del Libro, el Festival de Cine Europeo, el Nocturama…—, han servido para que nosotros mismos nos lo hayamos empezado a creer de verdad. Por si acaso queda algún incrédulo por ahí que también sea amante de la cultura, tan solo le puedo decir que eche un vistazo a la programación del CAL: presentaciones de libros, mesas redondas, debates literarios… un sinfín de actividades para ocupar esas tardes en las que uno prefiere, aunque sea por unas horas, aparcar un libro.
Sucede a menudo, que uno no se entera de las cosas que ocurren en su ciudad y va a buscarlas fuera. Quizás, habría que dejar de mirar lejos en un intento de comparación, pues solo puede suceder que se nos escapen de vista las cosas que tenemos cerca. Pues son muchas: buenas, bonitas y en el caso del CAL, baratas.
– Estudiante de Publicidad y RR.PP en Eusa.
– Escribiendo…