‘Silvester’: despidiendo el año al estilo alemán
El nombre que se utiliza en Alemania para aludir a la noche de Fin de Año es Silvester.
Se denomina así en honor a un papa del Siglo IV, el Papa Silvestre. Su papado no fue muy largo, desde el año 314 hasta el año 335 y se desconocen muchos datos sobre su paso por el Vaticano, sin embargo es un periodo muy aclamado por la historia de la Iglesia Católica puesto durante esta etapa tuvo lugar la conversión de Constantino, el primer emperador romano que se convirtió al catolicismo.
Silvestre falleció el 31 de diciembre del año 335 y es por ello por lo que el país que se encuentra en el corazón de Europa recoge este nombre.
Esta festividad no delimita únicamente el fin y el comienzo del año, sino que es una oportunidad para los alemanes de disfrutar de tradiciones como la famosa cena familiar de Silvester o divertirse mientras que lanzan al cielo espectaculares fuegos artificiales.
Provocar mucho ruido en el ambiente era uno de los objetivos más importante en estas tradiciones de Fin de año, y es probable que los fuegos artificiales que llenan el cielo de todas las ciudades alemanas en la madrugada de Año nuevo, sean en la actualidad la evolución de esa antigua tradición.
La cena y el brindis
La cena de Silvester es una parte esencial de la festividad de Fin de Año en Alemania. Familias y amigos se reúnen para compartir una noche de diversión entre los platos tradicionales que se consideran signos de buena suerte para el nuevo año que comienza.
Entre los platos típicos se encuentran las lentejas, que por su forma redonda se cree que traen prosperidad para el nuevo año por su similitud con las monedas; El chucrut (Sauerkraut), que contiene finas hierbas que simbolizan una larga vida y la carpa azul (Karpfen), que simboliza la fortuna y la abundancia. Los hogares se decoran durante la Navidad para la llegada de Año Nuevo y entre los adornos tradicionales se encuentran tréboles de cuatro hojas y cerdos de chocolate, unos objetos que también se asocian con la buena suerte.
Cuando la cena se termina, se realizan brindis con champán o algún vino espumoso para dar la bienvenida al año nuevo.
Manuel Rego y Lourdes De Arcos, dos españoles que celebraron el Fin de año 2022 en Alemania, han asegurado a Eusa News que “ha sido la mejor experiencia que hemos vivido en estos últimos años, la cultura y las fiestas de este país son totalmente diferentes a las que estamos acostumbrados”.
Los hogares se llenan de abrazos y de felicitaciones para desear un buen comienzo del año “Frohes neues Jahr”. Además, en Alemania al igual que en España este día es una nueva oportunidad para comprometerse a mejorar diferentes aspectos de la vida para el año que comienza.
La noche de los fuegos artificiales
Después de Navidad, los fuegos artificiales comienzan a aparecer a la venta en las tiendas y supermercados alemanes.
La tradición de los fuegos artificiales es tan añeja que los comercios de todo el país empiezan a vender cohetes y fuegos artificiales legales semanas antes de la festividad, con el objetivo de que miles de personas se reúnan para dar la bienvenida al año con un espectáculo de colores y luces.
Estas ventas están muy reguladas con la finalidad de garantizar la seguridad de todos los consumidores, aún así en los comercios promueven el uso de protección como gafas y guantes para manipular todo tipo de fuegos artificiales.
Esta costumbre tiene como objetivo pasar un rato de diversión familiar, sin embargo son muchas las ciudades alemanas las que organizan espectáculos públicos de fuegos artificiales de gran dimensión.
El espectáculo más famoso de todo el país centroeuropeo es el que tiene lugar en la Puerta de Brandeburgo (Berlín), donde una multitud de personas se reúnen cada noche de Silvester para festejar la bienvenida del nuevo año.
La noche de la celebración de la víspera de Año Nuevo reúne a los ciudadanos de todo el país en las calles para disfrutar de un ambiente familiar y con amigos. Las ciudades se llenan de una atmósfera festiva mientras que esperan la llegada de los fuegos artificiales que iluminan el cielo de toda Alemania.
Esta tradición surge de la necesidad de hacer ruido por la antigua creencia de que el escándalo aparta a los malos espíritus y evita la mala suerte. Actualmente, los espectáculos pirotécnicos forman una parte fundamental de las tradiciones del día de Silvester y se consideran una oportunidad para comenzar el año lleno de promesas y de deseos que se harán realidad a lo largo del nuevo año.
Año Nuevo a la alemana
Tras una noche llena de diversión y buenos momentos con familia y amigos, son muchos los que eligen al día siguiente dar la bienvenida al nuevo año paseando por los rincones del Parque Olímpico de Múnich (Olympiapark).
Como cada 31 de diciembre, muchas personas se reúnen en la cima de este parque para lanzar fuegos artificiales y brindar por el nuevo año.
Sin embargo, muchas otras lo festejan en sus casas y deciden acudir al parque al día siguiente para disfrutar de un paseo al aire libre.
Tras subir a la cima del Olympiapark el día 1 de enero de cada año se pueden observar todos los residuos de la noche anterior, desde botellas de vino y champán hasta los restos de los fuegos artificiales. Pero no hay nada más beneficioso que dar la bienvenida al año cumpliendo los nuevos propósitos y son muchas las personas que se paran a recoger todos los restos de la noche anterior para dejar el parque de la mejor forma posible con la intención de seguir disfrutando durante mucho más tiempo de este lugar tan icónico de Alemania.
Estudiante de periodismo en el Centro Universitario EUSA. Apasionada de la cultura y de la moda.