Más de 15.000 menores tutelados viven en centros de protección en España: ‘’Todos los niños merecen vivir en familia’’
Más de 15000 niños menores de edad viven en centros y residencias de protección donde no pueden disfrutar del cariño y amor de una familia sana. Hace unos años esta cifra era aún mayor, después descendió el número de casos, pero a raíz del Covid volvieron a subir las cifras de menores en centros según los últimos datos del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Muchos de estos casos se deben al aumento de adicciones y problemas psicológicos que provocó la pandemia, pero evidentemente, existen cientos de situaciones diferentes.
Antes que nada, hay saber la diferencia que existe entre acoger y adoptar según explica la página oficial de la Junta de Andalucía. Cuando acoges a un niño la custodia la sigue teniendo la familia, pero la tutela la tiene la administración. Estos niños menores de edad pasan a un centro de protección donde permanecen hasta que sus padres biológicos estén capacitados de volver a tenerlos. Para que los menores no estén siempre en un centro hay familias que deciden acogerlos para que se críen en un entorno familiar durante un tiempo determinado dependiendo del tipo de acogimiento que se le haya asociado a cada familia. En cambio, la adopción, los padres que deciden adoptar a un niño se quedan con la tutela y custodia del menor.
Con tan solo entrar en la web oficial de la Junta de Andalucía te explican todo detalladamente sobre el acogimiento: que tipos hay, como contactar con ellos, que pasos tienes que seguir para poder acoger y muchas más pautas donde puedes formarte e informarte.
Fani, junto con su marido y dos hijas, ha acogido a niños desde 2016 con la Fundación Internacional APRONI, situada en Sevilla. ‘’He acogido a 4 niños y todos maravillosos, no he tenido ningún problema con ellos. El problema viene por parte de la administración. Es decir, tú te tienes que encargar de buscar el colegio, médicos…. Sí que es verdad que en los últimos años esto ha cambiado un poco y que APRONI nos ha ayudado y se ha involucrado un poco más pero no es suficiente’’ así asegura esta madre la cual ya lleva muchos años en el tema del acogimiento de niños.
Puede ser que, por este tipo de mala gestión por parte de la administración, muchas familias se echen para atrás a la hora de acoger a un menor ya que no están teniendo mucho apoyo a la hora de tramitar documentos.
Además, el tiempo de espera es muy largo. Esta familia, empezó a acoger niños en 2016 pero fue cuatro años antes cuando pidieron la idoneidad, y después de muchas entrevistas en familia, individuales, visitar el domicilio, etc. Una vez recibida la idoneidad esperaron más de un año para que llamaran a esta familia, por lo tanto, lleva un largo tiempo el hecho de acoger a un niño.
La cifra de menores ingresados en centros no disminuye
Según Jesús Palacios, catedrático de psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla, las tasas españolas de acogimiento residencial son horribles. ‘’ Según los últimos datos que podemos encontrar del Ministerio, por cada tres menores que son tutelados, dos se van a centros de protección y solo uno pasa a estar con una familia de acogida’’ comenta con impotencia Jesús.
Es necesario dar visibilidad al acogimiento y promover medidas para que esto se cumpliera. Además, resolvería las dudas de muchas familias que no se atreven a dar el paso de acoger a un menor. Esto puede ser porque ya de por sí estos niños vienen con una ‘mochila’ de problemas que quizás algunos padres no sabrían gestionar.
Hay que destacar que todas las familias que quieran acoger a un niño tendrán que realizar una serie de cursos, donde se les prepara para saber que hacer dependiendo de cada situación. Según nos explica Concha Morales de Coca, Presidenta de la federación andaluza de familias de acogida y que preside la Asociación Familia Acoge de Jaén, cada entidad que se encarga de la idoneidad, también se responsabiliza en que la familia de acogida tenga una formación continua en muchos temas. Ya sea comportamiento, comunicación…
También hay que tener en cuenta el duelo que se pasa al terminar el tiempo de acogida con el pequeño. Para esto también hay cursos donde te enseñan cómo actuar frente a estos casos. Es algo duro y no todas las familias lo asimilan igual.
Marisol, madre acogedora de 7 niños, comenta que ha sido muy afortunada porque tiene contacto con todos y cada uno de los niños que acogió desde 2017. ‘’Todos han sido muy buenos, aunque unos han necesitado más atención que otros estos niños vienen con muchos problemas y alguno de ellos se les diagnostica con autismo, por lo que es algo más complicado sobre todo si nunca antes te has encontrado con una situación similar. Aun así, hemos hecho, tanto mi marido como yo, un gran trabajo dándoles un hogar a cada niño que hemos podido acoger, ayudándoles todo lo posible y consiguiendo grandes procesos’’ así lo explica Marisol con una sonrisa de oreja a oreja.
Antes no era muy común pero ahora han aparecido diferentes tipos de acogimiento como el de urgencia, temporal o permanente. Cada una de ellas se diferencia por el tiempo que pertenecerá el menor en cada familia. El de urgencia como su mismo nombre indica se debe intervenir de urgencia y con inmediatez. Este tipo de acogimiento tiene un máximo de seis meses, pero puede prorrogarse a nueve. El temporal tiene una duración máxima de 2 años y por último en el permanente será un periodo de tiempo más duradero pero los menores siguen conservando los lazos con sus familias biológicas.
Andalucía ha avanzado mucho en el acogimiento familiar
‘’Si es cierto que Andalucía ha dado grandes pasos hacia delante en el tema del acogimiento familiar, pero aún hay comunidades que van muy por delante nuestra’’ afirma Concha Morales.
Andalucía ha avanzado con la nueva legislación, que no es poco. Pero incluso, todavía, hay muchas comunidades que van por detrás de Andalucía. Por lo tanto, esto es un problema en el que todos tenemos que poner de nuestra parte para poder solucionarlo.
‘’Las familias de acogida no están en auge y esto se debe a que la administración no ha sido capaz de encontrar una fórmula para incentivar el acogimiento. Y ya no hay que pensar desde el punto de vista económico, sino desde el trabajo conjunto de entender que las familias son cómplices para mejorar la vida de un niño’’ explica Concha Morales.
Por el hecho de acoger a un menor cada mes tienes una paga de unos 440 euros, una cifra no muy elevada que sirve para cubrir los gastos del niño. Como comenta Fani y su marido, familia entrevistada al principio del reportaje, esta cantidad de dinero no es gran cosa por lo que en un principio decidieron no aceptarla, aunque ya no dejen hacer eso. Ellos afirman que quien acoge a niños es porque realmente quiere involucrarse y ayudar a esos niños que carecen de una familia. Por esa misma razón no quieren adoptar. Ellos ya tienen a sus dos hijas adultas y ahora lo que se proponen es poder ayudar a todos los niños que puedan para que estén el menor tiempo posible en un centro de protección.
A pesar de las dificultades y problemas que puede llegar a traer el niño desde antes, esto no es problema para Marisol. ‘’ Me alegra tanto saber que tanto mi marido como yo hemos sido capaces de ayudar a muchos de los niños que hemos acogido. Especialmente uno de ellos que tenía autismo. Tras muchos meses de constancia y esfuerzo fue avanzando, ya te miraba a los ojos cuando hablaba que puede sonar muy simple pero que el menor no era capaz de hacer. Pues este tipo de cosas te llenan por dentro. Pudimos hacer grandes avances con él’’ Explicaba Marisol muy emocionada.
Redactora de prensa. Jefa en la sección de música EUSA NEWS.