Mario Daza: “Las Glorias son un gran tesoro para Sevilla”
El pasado lunes la Sección de Glorias del Consejo de Hermandades designó al periodista Mario Daza como pregonero de las Glorias de este próximo año 2023. Un pregón que tendrá lugar en el altar del Jubileo de la Catedral en una fecha que aún está por determinar.
Mario Daza Olaya nació en Sevilla el 1 de septiembre de 1985. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y desde hace más de una década desarrolla su carrera profesional en distintos medios de comunicación locales y regionales, entre los que podemos destacar Onda Cero Sevilla, 8 TV Andalucía, COPE Sevilla o 7 TV Andalucía.
Mario Daza es hermano de las hermandades de la Macarena y la Resurrección. Ha pronunciado más de una decena de pregones entre los que destaca la Exaltación de las Hermandades del Martes Santo en 2018, el Pregón de la Esperanza el pasado 2021 o el pregón de la Oliva de Salteras el próximo enero de 2023.
– ¿Esperabas tu designación como pregonero?
Sinceramente no lo esperaba. Ya sabes que en los medios de comunicación siempre hablamos de que los pregoneros, o los posibles pregoneros, reciben una llamada previa del Consejo para ponerlos en preaviso y que, llegado el momento, estén preparados. Pero en mi caso no fue así. Fue algo totalmente inesperado que me pilló por sorpresa. Fue muy hermoso, la verdad. Ese momento en el que suena el teléfono y el presidente del Consejo te comunica la decisión de la Junta Superior es algo que no olvidaré. Como tampoco las primeras palabras de aliento por parte del Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías. Ahí se da cuenta uno del reto que tiene por delante y de la enorme responsabilidad que supone ser Pregonero de las Glorias en esta ciudad de Sevilla.
– ¿Dónde te pilló la llamada del Consejo?
Es curioso que la llamada del presidente del Consejo me pilló en mi segunda casa, en la Iglesia de Santa Marina. Ese lunes estábamos desmontando el besapié y besamanos extraordinario que habíamos celebrado en la Hermandad de la Resurrección para clausurar el cincuenta aniversario fundacional. No pudo ocurrir la llamada en un lugar mejor. Estaba junto al Señor de la Resurrección, junto a la Virgen de la Aurora, acompañado de un grupo numeroso de mis hermanos de la Resurrección, de varios amigos y de parte de mi familia. Todos, desde el primer momento, me transmitieron su cariño y su apoyo para ese camino que empezó en ese instante. Ahora lo pienso y tengo claro que no fue azar. ¡Qué mejor que recibir esta designación tan cerca del Señor de la Vida y de su Madre!
– ¿Que sientes al ser elegido pregonero de las Glorias?
Responsabilidad y mucha emoción a partes iguales. Siempre he considerado que el Pregón de las Glorias es uno de los más complicados de los que se pronuncian en nuestra ciudad. Tienes que ser capaz de resumir en apenas una hora todas las advocaciones letíficas de Sevilla, la idiosincrasia propia de cada una de ellas, y las singularidades que tienen sus hermandades. Y eso no es tarea fácil. Pero más allá de este reto, que asumo con mucho respeto, estoy muy feliz, muy emocionada y con muchas ganas de empezar a trabajar. Para un sevillano no hay nada más hermoso que cantar las Glorias en esta ciudad de la gloria que es Sevilla.
– ¿Qué consideras que no puede faltar en un pregón de las Glorias?
Pues te lo comentaba en la respuesta anterior. No debe faltar ninguna de las singularidades que caracterizan el tiempo de Glorias en Sevilla. Esto puede ser como las cuentas de un rosario: todas sin importantes, todas son necesarias y todas aportan algo que hacen posible el conjunto. Yo soy un sevillano que conoce a la perfección las procesiones de Gloria de Sevilla. Raro es el fin de semana que no se me ve en una bulla disfrutando del paso de estas hermandades por sus barrios. Las vivo y las siento y me gusta participar con ellas de ese día. Ahora me queda un camino hermoso para conocerlas por dentro, en la intimidad de sus templos y de su día a día. Esto lo haré de la mano de sus hermanos, que desde el primer momento me están transmitiendo todo su cariño y apoyo. Estoy muy agradecido por todas las muestras de afecto que estoy recibiendo y que, sin duda, formarán parte del pregón.
– ¿Cuándo comenzarás a escribir el pregón?
Quiero empezar cuanto antes. Otra cosa es lo que la realidad del día a día me permita. Creo que lo primordial para empezar a escribir este pregón es tener muy claro qué es lo que le quiero contar a Sevilla ese día y, superado este trámite importante, trasladar al papel todos los sentimientos y emociones que descubra en mi interior. Me gusta escribir los pregones a mano, en un papel. Ir reescribiendo cosas, tachando otras, y así ir dando forma al pregón que luego pronuncia en la Catedral. Pero digamos que es momento de hacer las cosas sin prisa pero sin pausa. El reto es importante, la responsabilidad también, pero las ganas de empezar con este sueño son aún mayores.
– ¿Tienes alguna idea de lo que quiere contar en su pregón?
Ya te digo que de momento no tengo una idea clara. Son días de empezar a bucear por cada una de las hermandades, por su historia, su patrimonio y su devoción. Son días de conocer a fondo a los hermanos que hacen posible la vida diaria de estas corporaciones, de repasar y recuperar algunos de los recuerdos y momentos que he vivido personalmente con cada una de ellas. A partir de ahí, será lo que la Santísima Virgen y el resto de advocaciones letíficas de nuestra ciudad quieran que sea.
-¿Qué quieres transmitirle a Sevilla en su pregón?
Me gustaría que este pregón sirviera para que los sevillanos asumiéramos de una vez que las hermandades de Gloria son uno de los grandes tesoros que tenemos a nuestra alcance, que son un vehículo maravilloso para acercarnos a Dios y que ellas, como nadie, han sido capaces de ser sagrarios de la fe en tantos barrios de Sevilla durante siglos. Nunca me ha gustado la frase que dice que las hermandades de Glorias son íntimas y están reservadas para paladares selectos. Yo creo que, sin perder la identidad de cada una de ellas, las hermandades de Gloria son un regalo para los sevillanos, que tienen muchísimo que enseñarnos, que cuentan con un patrimonio que no por desconocido es menos relevante, y que sus imágenes poseen una unción sagrada única que no debemos desaprovechar.
– Ahora que conocemos que San José Obrero estará presidiendo el pregón, ¿qué te parece que sea esta la imagen que te acompañe?
San José Obrero es la viva imagen de la humildad y la sencillez. Lo es la propia talla del santo pero también lo son los hermanos y feligreses de esta parroquia que tanto bien hacen a todo su barrio. Por eso creo que su presencia en la Catedral, en el Pregón de las Glorias, debemos aprovecharla como una oportunidad para contagiar esos valores en el resto de los sevillanos. Yo, personalmente, estoy muy feliz por esta designación, muy feliz. Soy vecino de San José Obrero, feligrés de esta parroquia, y cada día paso por delante de la puerta del templo para llegar a mi casa. Es, por tanto, parte de mi vida. Por si fuera poco, en estos años he aprendido a conocer a muchos de sus hermanos y me han enseñado que el tesón, el esfuerzo y el trabajo siempre dan sus frutos. Ahora que están de enhorabuena, es un orgullo poder vivir estos días junto a ellos. Saber que el día del Pregón tendré presente a San José Obrero, tras de mí, me hará seguro sentirme como en casa.
– ¿Qué crees son las Glorias para Sevilla?
Como te decía, las Glorias son un gran tesoro para Sevilla. De ellas debemos estar más que orgullosos, de cómo han sido capaces de mantener viva la llama de la fe en algunas collaciones o en algunos barrios dónde no ha sido sencillo realizar esta labor evangelizadora y la tarea pastoral que tenemos encomendada. Han sido, y son, ese ascua que nunca se apaga, que se mantienen siempre encendidas, para luego irradiar su luz y su ejemplo cada año por las calles de nuestra ciudad. Sevilla, la fe de esta tierra, no sería la misma sin las hermandades de Gloria.
– Si te tuvieras que quedar con una hermandad de gloria ¿Cuál sería?
Tengo la suerte de que las dos hermandades a las que pertenezco ostentan también el título de Gloria y rinden culto a varias advocaciones letíficas. Me vas a permitir que, sin olvidar de las demás, les tenga una especial devoción a ellas. Especialmente, a mi Virgen del Rosario de la Macarena, con la que he crecido, a la que aprendí desde niño a rezar y que, todavía hoy, sigue formando parte de mi vida de un modo muy especial. Ella es el Rosario de la Alegría.