El ajo lebrijano es el plato ideal para las convivencias
El ajo lebrijano sigue siendo la comida humilde y social para los fines de semana. Así tal cual fue en sus orígenes cuando se preparaban a grandes cantidades. Se suele hacer los sábados o domingos porque es el tiempo que optamos por convivir con familiares o amigos. Es el caso de Elena Muñoz que el pasado sábado tuvo reunión con los suyos y no dudaron en almorzar al ajo lebrijano. “Lo elegimos porque además de estar riquísimo, es una buena opción para compartir un buen rato con amigos. Es una comida típica de Lebrija que en otros lugares no conocen y eso hay que aprovecharlo” afirma. “También porque lleva ingredientes saludables y es una comida que permite comer a mucha gente y por poco dinero” ha asegurado Elena.
Su origen es el mismo que la ‘poleá’ o en Lebrija llamada ‘espoleá’: la pobreza del campo. Este plato se le denomina ‘de aprovechamiento’ puesto que como su propio nombre indica se aprovechaba del pan que sobrara de un día para otro. Lo ideal es que sea pan duro de telera, es decir, el típico de municipio sevillano que tiene miga. No cabe duda que era y es un almuerzo económico puesto que las verduras se obtiene del campo y se saca partido del pan del día anterior.
No obstante, el ajo lebrijano es un término del municipio sevillano y que no viene recogido en la RAE. Según este diccionario, la palabra ‘ajo’ significa “Planta de la familia de las liliáceas, de 30 a 40 cm de altura, con hojas ensiformes muy estrechas y bohordo con flores pequeñas y blancas. El bulbo es también blanco, redondo y de olor fuerte y se usa mucho como condimento” y no hace referencia a comida típica de Lebrija.
Dicho esto, la pregunta es: ¿cómo se hace un ajo lebrijano? EUSA NEWS se introduce en la casa de una familia lebrijana amante de este manjar. Luis Bernal ha contado para este periódico los ingredientes que lleva: aceite, ajo, pimiento, tomate, sal, huevos (depende de las personas), agua, pan y pimiento (decoración).
El primer paso es hacer “el sofrito con los ajos hasta que estén dorados y se le añade el pimiento picado. Esta verdura debe quedar bien hecha para luego agregar el tomate troceado. Cuando todo esté bien frito, se le echa agua y sal hasta que rompa a hervir y ahora es cuando se echan los huevos. Todo esto se remueve bien. Cuando vuelva a burbujear será hora de introducir el pan desmigado y a mover hasta que se quede más bien espeso que líquido” ha asegurado Bernal. También, según el gusto del consumidor algunos lebrijanos le integran chorizo y espárragos.
Sigue la tradición de los platos esenciales y destacables de la localidad junto a la ‘espolea’. Para compartir tiempo con familiares y amigos siempre brillará el ratito del ajo lebrijano.
“No me regalan nada”.
“Siempre me busco la vida”.
He pasado por Eusa News, Radio Eusa, Lebrija Televisión y Tele Cuervo, Escuela de Reporteros de Andalucía e Informativos Telecinco. El perfil ideal para tu medio.