Para la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League el Real Madrid recibía al Sheriff moldavo, un partido que a priori parecía un mero trámite para los locales, quienes arrancaban el encuentro siendo sabedores del pinchazo de su rival directo en el grupo, el Inter de Milán, que había empatado a cero con el Shakhtar Donetsk. Carlo Ancelotti propuso un once inicial en el que destacaban figuras como la de Miguel Gutiérrez, que está supliendo tanto a Marcelo como a Mendy en este inicio de campaña de manera satisfactoria, o los retornos tanto de Hazard como de Camavinga al once inicial. Por parte del Sheriff el nombre más sonado de su once era Cristiano, lateral izquierdo cuyo nombre hace evocar glorias pasadas en territorio blanco, y que venía de cuajar una muy buena actuación en la primera jornada de la competición, en la que repartió dos asistencias para sus compañeros en la victoria por 2-0 ante el Shakhtar Donetsk. Esos centros peligrosos que ya sufrió el conjunto ucraniano los iba a sufrir el Real Madrid en sus propias carnes minutos más tarde.
El partido arrancaba con el guion preestablecido, el Madrid controlando la posesión de pelota y el Sheriff más replegado. En el minuto 16 los locales gozaban de su primera ocasión, una falta al borde del área ejecutada por Benzema que despejaba el meta visitante. Poco después, en el minuto 23, Fede Valverde probaba suerte con un tiro escorado que se iba por arriba de la portería, pero en la siguiente jugada iba a llegar la sorpresa, tanto de Yakhshiboev para el Sheriff que se ponía por delante contra todo pronóstico en este duelo de David contra Goliat. Cabe destacar la asistencia de Cristiano, que suma 3 en 2 partidos de Champions. La respuesta de los locales no se iba a hacer esperar, ya que buscaron el gol por la vía del acoso y derribo, produciendo una ocasión de gol tras otra pero pecando de la ansiedad propia de perder contra un rival que no parecían haber subestimado. Fuente de esa misma ansiedad se llevó la amarilla Casemiro en el minuto 39 por un agarrón que reflejaba la situación anímica del equipo, mientras que por otro lado una acción similar costaba la amarilla para Addo en el conjunto moldavo en el minuto 44. El aluvión de intentos del Madrid no surtió efecto antes del descanso, ya que el partido se fue al intermedio con el 0-1 campeando en el electrónico, pero con la sensación de poder revertir el resultado apoyándose en las 12 ocasiones de las cuales 4 habían tomado puerta.
La segunda parte comenzaba y la primera ocasión era para el Sheriff en una contra peligrosa aprovechando que los locales abusaban de los centros laterales. En el 55’ Hazard tuvo la primera en este segundo periodo con un tiro que paró Athanasiadis, que avisaba de lo próximo que estaba el gol. El Madrid apretaba pisando el área rival constantemente y en el minuto 61 el colegiado señaló un penalti claro sobre Vinicius Jr. tras revisarlo en el VAR. En la jugada anterior ya había caído Vinicius en el área tras un ligero toque de un defensa, pero tras revisarse no se señaló nada. La pena máxima la transformaría Karim Benzema con una ejecución perfecta a la derecha del portero, quien a pesar de adivinar la dirección del balón, poco pudo hacer ante un chut de tal potencia y precisión. Tras el empate Ancelotti decidió hacer un cambio cuádruple buscando remontar el partido, dando salida a Casemiro, Nacho, Miguel Gutiérrez y Hazard, que eran suplidos por Modric, Rodrygo, Kroos y Jovic. Toda una declaración de intenciones que se quedaría en eso ya que en otra jugada aislada de los visitantes iban a hacer el segundo tras otra asistencia de Cristiano desde el lateral izquierdo, aunque iba a ser anulado por posición antirreglamentaria de Bruno. Un gran susto para el Madrid que aumentaba el temor de volver a estar por debajo en el marcador.
Ya con los jugadores de refresco el Madrid se animaba cada vez más y Luka Modric casi logra ponerlos por delante con un tiro a bocajarro que Athanasiadis iba a desviar con la cara, lo que provocó la entrada de las asistencias médicas en el terreno. El portero visitante se repuso y la mítica agua milagrosa que lo espabiló le sirvió para detener un chut de Militao en un intento muy claro de nuevo. Se acercaba el final del partido y la batuta la llevaba el Real Madrid, mientras que el Sheriff se encerraba intentando aprovechar alguna contra rápida para hacer daño. Ya en el minuto 81, Rodrygo ponía un centro tras una maniobra maravillosa que dejaba atrás a dos rivales, pero Jovic no logró aprovechar el cruce y su remate fue centrado y a las manos del portero. Esta iba a ser la última clara de los locales antes de que llegara la mayor sorpresa de la noche, Sebastien Thill aprovechaba otra jugada aislada procedente de un saque de banda para enchufar una volea espectacular por la escuadra de la portería de Courtois, con el que ponía el 1-2 a favor del Sheriff en el minuto 89, al borde del final. De poco sirvieron los 6 minutos de prolongación que dio el arbitro al Real Madrid, que aunque tuvo incluso un tiro al palo de Valverde tras rebotar en un defensa, se iba a llevar su primera derrota en esta edición de la Champions League.
Sin duda una derrota fruto de subestimar a un rival muy bien plantado y que supo jugar cada tramo del partido como debía, contando también con un Athanasiadis que cuajó una actuación excelente logrando varias paradas que sirvieron para mantener vivo a su equipo durante todo el encuentro. Esto debe servir al Real Madrid para apretar en este grupo que ha revolucionado completamente el Sheriff con esas dos victorias cosechadas, que dejan la posibilidad de que el Inter o el Madrid se queden fuera de las eliminatorias. Tras esta jornada el grupo D queda encabezado por el Sheriff con 6 puntos, algo que nadie esperaba, seguido por el Real Madrid en segundo puesto con 3 puntos, tercero el Inter de Milán y cuarto el Shakhtar empatados a un solo punto.
Estudiante de Periodismo en EUSA. Sección de deportes en EUSA NEWS.