El festival de música electrónica almeriense ha comenzado ya su próxima edición. El pasado domingo salieron a la venta las primeras entradas y no tardaron mucho en ser vendidas ya que en menos de 24 horas se agotó la primera tanda de entradas. A las 17 horas se abrió la venta, 12.000 entradas que se podían adquirir a partir de 35€, y en pocas horas la organización anunciaba desde los distintos perfiles de redes sociales que la acogida había superado las expectativas: el primer lote de abonos había sido vendido. Ante tal demanda, el festival actuó rápido y anunció el lanzamiento de 2.000 entradas más que, sorprendentemente, se agotaron en apenas 5 horas. En total, el festival había vendido 14.000 entradas, dato que no sería tan destacable si no fuese porque aún no se conoce el nombre de ninguno de los artistas que conformarán la 7ª edición de Dreambeach.
En los últimos días hemos podido saber que será el próximo martes 13 cuando se anuncien los primeros artistas que actuarán en Villaricos el próximo verano, y que se pondrán a la venta 2.000 entradas más.
Conocidos estos datos, el director artístico del festival, Gonçalo Miranda, aseguraba que esta nueva edición será revolucionaria:
“El festival se reinventa cada año para adaptarse a las tendencias musicales y a los hábitos de consumo de la generación millennial. Estar en vanguardia exige no quedarte nunca en tu zona de confort. Vamos a asumir riesgos y creemos que el nuevo formato va a gustar”.
Esta revolución ya fue anunciada previamente por la organización del festival, que ya aseguró que en Dreambeach 2019 la música comenzaría a sonar más temprano que en sus ediciones anteriores, comenzando la fiesta en la zona de acampada en las primeras horas de la tarde. Por otra parte, esta zona de acampada será reformada, mejorando un recinto que se adaptará al crecimiento del festival y al aumento de sus usuarios. Este nuevo horario conllevaría también la aparición de nuevos estilos musicales en el festival, por lo que en sus próximas confirmaciones se espera la aparición de nombres más relacionados con ritmos urbanos y latinos, que se harían un hueco entre la electrónica que ha reinado en sus ediciones anteriores.
El rápido crecimiento que ha sufrido este festival en sus 6 ediciones es innegable. Prueba de ello es que Almería ya no será la única ciudad que reúna a los conocidos como “dreamers”, ya que con la clausura de su última edición en agosto de este mimo año, la organización anunciaba una nueva edición en Latinoamérica, más concretamente en Chile. Esta nueva edición tendrá lugar en enero, en pleno verano austral, y será la primera experiencia internacional de este festival.