La Erizada da la bienvenida al Carnaval de Cádiz
Una vez guardada la pandereta, terminada la caja de polvorones y abrir algún que otro regalo de Reyes, finaliza la época navideña con dos o tres kilos de más. Pero para los gaditanos, salir de la resaca de Navidad se hace un poco más difícil cuando, ni siquiera se han recuperado de esta y ya están metidos en otra fiesta que como cada año, promete. Las tradiciones están para llevarlas a cabo y como viene siendo desde hace siglos, el Carnaval de Cádiz no podía empezar de otra manera que comiendo erizos en el barrio más emblemático de la ciudad; la Viña. Entre coplas y popurrí, los gaditanos cambian los gorros de Papá Noél por los pitos carnavalescos.
El erizo de mar es un marisco cubierto de púas que se abre con un cuchillo y se come crudo. Sólo se aprovecha su carne rojiza, por lo que hay que tener cuidado para no llevarse una púa de acompañamiento. “Su sabor es intenso y sabroso”, explica Mario García, un sevillano que es fiel a esta fiesta desde que tiene uso de razón.
Eran las 14:30 horas y la calle de la Palma estaba repleta de erizos y de un público que esperan impaciente el inicio del concurso de las agrupaciones, que comenzará el próximo martes 9 de enero en el Teatro Falla.
A pesar de ser una fecha un poco complicada para algunos, la XXXVII Erizada Popular contó con un buen ambiente en el que se repartió 650 kilos de erizos regados con manzanillas y cerveza desde el medio día.
La celebración estuvo dedicada a José Barberá ‘Chele’, en reconocimiento a su labor como colaborar desde os orígenes de esta fiesta. Además, la Erizada contó con las actuaciones de las chirigotas de Cádiz para inyectar la primera dosis a aquellos que esperan esta fecha como cualquier crío espera el 6 de enero.
Sin recuperarse y con algún que otro polvorón medio abierto, el erizo da la bienvenida al Carnaval de Cádiz 2018.